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POV Clara

Aún tengo esperanza. Sé que parece increíble pero la tengo. Ni siquiera sé qué es pero hay algo que me dice que algún día podré salir de aquí. Es un sentimiento algo extraño. Como si ya lo conociera de antes. Pero por más que lo intento no consigo ver más allá desde que me desperté en este sitio que no ha cambiado nada. Las paredes siguen mohosas y llenas de frases que antes me parecían ilegibles pero que, pasado el tiempo, he conseguido poder leer algunas de ellas. Ponen cosas como: "No merezco estar aquí" o "Matar" repetidas veces. En otras paredes se pueden ver simplemente líneas, que parecen ser de un color rojo, trazadas con dedos. Espero de verdad que ese color no sea sangre porque, si es así, entonces este sitio tiene sangre por todas partes. En las paredes, en el suelo, en la cama, en la puerta... Por todas partes.

Llevo seis meses encerrada en este sitio sin salir ni una sola vez y me sorprende que no haya perdido la cabeza todavía. Al menos tengo a la chica que habla conmigo durante prácticamente todo el día, Sonia. No ha querido contarme nada de su pasado pero hablamos de cualquier tontería que se nos pasa por la cabeza. La verdad es que me ayuda bastante a sobrellevar esto. Sé que si no hubiera sido por ella, tal vez ahora estaría dando vueltas sin parar alrededor de la habitación, hablando sola o incluso dándome golpes contra la pared. Y es que no recibo ninguna visita salvo de una persona que a veces entra y me apunta directamente con una linterna para ver si estoy viva y, al ver que reacciono, cierra la puerta y se va.

Así que Sonia es la que ha conseguido que no pierda completamente la cabeza.

A veces le cuento que no recuerdo nada de lo que pasó antes y me responde que ella tampoco. Que recuerda haberse despertado aquí no sabe hace cuánto y vivir lo mismo un día sí y otro también. Supongo que eso es lo que me espera. Vivir durante no sé cuánto tiempo más exactamente lo mismo que he estado viviendo estos seis meses.

Pero aún está eso que me da esperanzas. Que me da ganas de salir de aquí. Me inquieta bastante no saber qué es pero... me da ganas de levantarme por las mañanas. Aunque sea para volver a pisar el mismo suelo lleno de agua sucia y ver las mismas paredes ensangrentadas del día anterior. Pero lo consigue. Lo demás no importa nada.

Hoy he vuelto a despertarme otro día más sin saber ni en qué hora ni momento del día estamos. Como siempre. El suelo sigue exactamente igual que ayer y las manchas de las paredes no han desaparecido ni mucho menos. La puerta está cerrada pero la rendija que separa los barrotes del exterior parece que está entreabierta y deja entrar un ligero rayo de luz desde fuera. No todos los días entra luz en esta habitación así que me levanto de la cama y corro hacia la puerta. Intento como puedo meter la mano entre los barrotes y arrastrar la rendija de manera que se abra completamente y respirar aire, aunque no fresco pero mejor que el que respiro normalmente, y que algo de luz me dé en la cara antes de que un guardia aparezca frente a mi puerta y cierre la rendija.

Fue bonito mientras duró.

Me doy la vuelta y me dirijo a sentarme otra vez en la cama, donde estaba antes de levantarme corriendo para sentir algo de luz en mi piel. Entonces me doy cuenta de que he logrado meter la mano entre los barrotes con demasiada facilidad. Miro mis muñecas y veo que están mucho más delgadas que antes al igual que mis brazos. No me había dado cuenta hasta ahora de todo el peso que he perdido. Miro mis ropas, rotas por todas partes, y levanto la camiseta para dejar mi vientre al descubierto y ver que mis costillas se notan mucho más que antes y que mi barriga está metida un poco más hacia dentro de lo normal. He perdido, también, bastante pecho y mi clavícula sobresale casi como si quisiera traspasar mi piel y ser libre. Mis piernas corren la misma suerte que mis brazos. Recuerdo que al despertarme aquí podía pellizcarme las piernas y coger algo de carne pero ahora incluso tengo un pequeño hueco entre mis piernas que antes no tenía. Supongo que este es el resultado de estar seis meses comiendo lo justo y necesario para sobrevivir.

You're Gone and I Still Love You. (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora