Amor En El Oeste

Armenio

Esta semana fué terrible, hubo muchos sucesos que afectaron al pueblo, el señor Shermann se salvó de mucha suerte, la verdad no se que hará el hijo del Sheriff para controlar esto porque es un total inútil para esto. Bueno, en fin ésta noche es la junta.
- Hola, ¿cómo es?¿irás a la junta esta noche?- me preguntó despreocupado y cínico Armenio.
Yo no le respondí.
- Pero ¿de qué te enojas? Si hallamos al doctor Malconm y Shermann se pudo salvar.
- Arlindo, seré directa, no me agrada la idea de que ocupe el puesto de Sheriff, y ¿Porqué será que desde que llegaste han pasado cosas raras y terribles a nuestro adorado pueblo?
- Inventos tuyos, solo son inventos tuyos.
- ¿Encerio? Yo creo que es porque los bandidos no se sienten intimidados ante su incompetencia.
- Ohhh, no deberias juzgarme asi nena, ¿quién te dice que no tengo mas experiencia de la que puedo molestar?
- "A hombre viejo potro, y a joven caballo viejo".
- Lo siento, se que cometí un error, bueno muchos errores como el nuevo Sheriff, pero...
- Si eso es una disculpa, vale, te espero en la junta.
Roman llegó y me fui con el a cosechar el trigo, yo me adelanté pero aun así me dí cuenta de que Roman miraba a Armenio fijamente con cara de pocos amigos.