Capítulo 73: Una pareja extraña.

57 12 4
                                    

Capítulo 73: Una pareja extraña.

______________________________________________________________________________________

- ¿Enserio está pasándome esto?

- Si, Fiera. Enserio estas pasando por esto.

- Mi novio...

- Exnovio - corrigió.

- Mi exnovio - rodé los ojos hacia él -. Y mi mejor amiga son novios.

- ¿Acaso las mujeres no tienen una ley contra eso de andar con el ex de tu mejor amiga o algo así? - dijo mientras masticaba su chicle.

- No hay leyes en nuestra amistad, Alessandri - bufé -. En realidad tu me gustaste un tiempo y eres su ex.

- ¿Yo te gustaba? - él sonrió.

- ¡Damián!

- Sólo quiero saber, Fiera - sonrió y se recargó más en el sofá.

- Me gustaste cuando acababa de perder la memoria. - lo miré -. ¡Oh por favor! ¿Enserio necesitas que te alcen más el ego?

- Si - me guiñó el ojo.

- Nós desviamos del tema - miré en dirección a donde estaba Kellie dormida.

- Esa niña duerme mucho, ¿verdad? - me dio un empujoncito con el hombro.

- Antes no. Siempre estaba llorando - sonreí.

- Creó que pasar mucho tiempo con la desastrosa de Cathe le hizo apreciar a su madre - murmuró sonriendo y yo le pegué un puñetazo en el brazo -. ¡Oye!

- No seas idiota, Alessandri - reí -. Eres un jodido imbécil. No puedo mantener un tema contigo - hice un mohín.

- ¿Sabes? Yo sentía algo por Cathe cuando eramos novios - él me sonrió -. Y creí estar enamorado de ella y ella creía lo mismo pero... pero no. Luego ella se fue y no me dolió como esperaba que doliera pero... - volteó a verme -. Te conocí a tí y algo en mi cambio.

- ¿A donde llevas esto, Damián?

- Cuando chocamos y estrellaste tu redondo trasero contra el pavimento no pude evitar sentir pánico y a la vez sentir alegría. - se encogió de hombros -. Era extraño pero tu frunciendo el ceño era algo lindo de ver.

- ¿Me estas diciendo que cuando yo me enojo doy risa? - alcé una ceja.

- ¡No! - rió entre dientes y desvió su mirada a Kellie -. Hablo de que me dio algo de paz que me estuvieras gritando a media calle.

- Eres raro - arrugué la nariz.

- ¿Y apenas te das cuenta? - me sonrió divertido -. Ya me calmo - besó mi mejilla y pasó su brazo por encima de mis hombros -. Me refiero a que por alguna razón, que tu me gritaras y me dieras esa mirada de odio o algo así, me calmo.

- ¿No estabas calmado?

- Estaba depresivo - hizo una mueca -. Muy triste la verdad.

Más que ayer, pero menos que mañana [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora