Sin ti.

Tratare.

Goku.

Todo se estaba poniendo en su lugar. Ya Bulma no tendría excusas para no darme el divorcio. Teniendo el olor de mi morena en mi piel. Pensando en ella todo el tiempo. Al llegar a la casa Bulma me discutió como siempre. Preguntándome donde estaba. Cuando le raspe que sabia la verdad no supo que decirme. No tenía ningún tipo de argumento para enfrentarme.

— Ya no hay nada que nos ate Bulma — le dije cansinamente.

— Si nos separamos te quedaras sin nada Goku — me espeto refiriéndose a la compañía.

Subi los hombros como si nada.

— Antes de conocerte no tenia nada. Puedo vivir con eso — conteste sonriente.

Se sento en la cama suspirando. Luego me sonrió.

— Tienes razón Goku jamás fuimos felices en este matrimonio. Es mejor que cada quien este de su lado. Pero puedo hacerte una pregunta — dijo Bulma.

— Claro — conteste sentándome a su lado.

—¿ Me quisiste al menos un poco? — pregunto con algunas lagrimas.

Le sonreí y le bese la frente.

— Claro que te quiero, eres mi mejor amiga pero no es nuestro destino estar juntos y lo sabes. Ademas, creo que tu tampoco me amaste — mencione haciéndola reír.

— Es verdad, me gustas como no hacerlo eres atractivo pero nunca senti amor — confeso negando.

— Ya vez... y gracias por lo de atractivo no sabia que lo era — dije rascándome la cabeza sonrojado.

— Pregúntale a Milk. Cada vez que te ve se sonroja y no puede dejar de mirarte. La entiendo.

— Bueno me tengo que ir — le dije poniendo mis dedos en la frente.

— Espera Goku — me detuvo. Buscando algo en su gaveta aun que yo sabia que era.

— Ten es para que aregles la casa de tu abuelo como siempre quisiste.

Negue muy apenado.

— No Bulma eso es mucho, yo puedo arreglarla con madera del bosque — dije rápidamente.

— Por favor acéptalo, necesitas un techo y te sobrara para lo que necesites.

— Gracias Bulma — le dije aun que no quería el dinero eso nunca me importo.

— No te preocupes por el divorcio yo me encargo.

— Te veré luego Bulma —me despedí con una sonrisa — Suerte con Vegeta.

Sali de la casa disparado hacia la casa de mi abuelito. La remodelaría y la arreglaría.

Milk.

Estaba sentada en la cama, llevaba días pensando en las palabras de Vegeta. Sabía que Goku me amaba y que era capas de todo. Pero una duda penetraba mi mente: ¿Seria realmente feliz con el? Casarme con Goku seria esperarlo por siempre. El nunca seria mió si no del mundo. Escuchando como alguien tocaba la ventana segura de quien seria. Viendo al guerrero levitando sonriente.

Le abrí la ventana recibiéndome con un brazo fuerte. Mi dulce Goku jamás cambiaria, sin despegarse de mi ni un segundo vestido con su gi. Me beso tiernamente y no puse resistencia. Lo amaba mas que a mi misma pero ¿era suficiente como para aguantar una vida de lagrimas y espera? Vegeta no haría lo mismo y el dolor seria menos.

— Bulma y yo nos divorciaremos — me solto como balde de agua fría.

— A no Goku yo no quería eso — dije tristemente.

— No es tu culpa, quedamos en buenos términos al menos fue honesta y me confesó que jamás me amo. Eso si que fue un alivio — dijo tirándose en mi cama suspirando.

Respire mas tranquila imitándolo, buscando su calor besando sus mejillas.

— Me alegro por ustedes — dije con calma.

Se quedo callado, sabia que algo no andaba bien.

— Me tengo que ir Milk — comunico seriamente.

— ¿A dónde? Si quieres puedo ir contigo — conteste.

— No puedes... Las cosas en el otro mundo no están bien Kamisama necesita que vaya— dijo con normalidad.

—Entiendo, no le puedes decir no a una pelea. Normal de ti.

— Prometo que volveré Milk — dijo poniéndose encima de mi.

— Por favor no prometas, no creo que aguante otro golpe mas Goku — dije un poco molesta.

Pero el solo sonrió y me beso nuevamente. Haciéndome olvidar todo bajo sus labios. Subiendo como subía mi falda con calma para hacerme el amor. Sorprendiéndome de lo dulce y delicado que fue, No era algo normal en el. Bajando sus labios para besarme el vientre, poniendo su rostro en el. Mirándome con esos ojos inocentes.

— Te daré solo un año para volver — le propuse entre jadeos luego que soltó mi boca.

— Estaré aquí Milk... tratare — contesto volviéndome a besar. Quitando lo que quedaba de mi ropa para besarme la piel y tocarla. Abrazándolo, enamorándome cada dia mas de el.