Capítulo 3: Sentimientos (parte 1)

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Corrí alegre por las calles notando la mirada de Touka oneechan sobre mí.

Estaba muy feliz por haber salido finalmente de casa y de disfrutar otra vez de estos momentos que tanto me llenaban.

-Hinami chan, me alegra verte de tan buen humor.

-Jeje eso es porque tu me has animado Touka oneechan- me puse en frente de ella y la miré todavía sonriendo con mis manos en la espalda en un gesto algo tímido. Ella entonces se acercó y me acarició la cabeza sin decir nada más.

El resto del camino de regreso al anteiku nos lo pasamos sin intercambiar ya más palabras, solo alguna risita cómplice que rompía el silencio que se iba creando.

Visualice el cartel donde ponía "anteiku" y me dirigí alegremente hacia aquella cafetería que se había convertido en mi hogar.

Al entrar, seguida de Touka oneechan vi a Kaneki oniichan atender unos clientes con su amabilidad característica y su sonrisa... Aquella sonrisa que me hacía levemente sonrojar, aquella sonrisa que me levantaba el ánimo cada vez que la veía.

-Ya habéis vuelto, ¿Que tal os ha ido?- Abrazo el libro contra mi pecho mientras que oniichan se acerca a nosotras aún sonriendo.

- Nos lo hemos pasado genial, ¿Verdad Hinami chan?- Asiento con la cabeza- Tu como tenías que trabajar te lo has perdido-

Escucho como Touka oneechan se burla de Kaneki y rió un poco por lo bajo.

- Y por lo que veo fuisteis a una librería. ¿Que libro te has comprado Hinami chan?

- Es de Sen Takatsuki. Si quieres lo podemos leer juntos más tarde - Levanto mi rostro y le sonrío extendiéndole el libro emocionada. Él lo recoge y ojea el título, tras lo cual me mira con "su" sonrisa dibujada en sus labios.

- Por supuesto que sí, me encantaría Hinami chan, en cuanto termine mi turno - Mira el reloj- Que acaba de finalizar justo ahora- Ríe- Touka creo que ya te toca ¿no?

El rostro de Touka oneechan se torna en todo un poema cuando revisa también el reloj y comprueba asombrada que ya debería estar con el uniforme puesto y apunto de comenzar su turno.

- Maldita sea, me lo podrías haber dicho antes- Entre risas Kaneki oniichan y yo vemos cómo Touka oneechan corre rápidamente al vestuario para cambiarse.

- Si quieres te pongo algo de beber Hinami chan- Me dice después de dejar de reír.

- Vale, muchísimas gracias oniichan- Voy hacia una mesa libre y me siento.

Kaneki entonces se dirige a atrás de la barra y empieza a prepararme una taza de café.

Yo lo observo sin poder evitarlo fijarme en sus gestos, en cada movimiento y en cada paso que realiza hasta terminar de servir el café en la taza.

Supongo que soy curiosa... Era lo normal dada la edad que tenía...

Coloca la taza en la bandeja y se gira, caminando hacía mí. Yo desvío la mirada con las mejillas encendidas en rojo rubí y finjo mirar el libro.

- Aquí tienes Hinami chan, espero sea de tu agrado- Me sonríe cerrando los ojos en un gesto de simpatía que hizo que se me acelerase el corazón y el rubor presente en mis mejillas aumentase.

- Seguro que me gustará. Gracias oniichan- Inclino un poco la cabeza agradecida y deposito el libro en la mesa.

En ese instante Touka oneechan entra a la sala e inmediatamente se pone a atender a más clientes que llegan en esos momentos.

-Hinami chan dame un par de minutos. Iré a ayudar a Touka y nada más termine de hacerlo y me cambie regreso contigo ¿vale?

- Está bien. Touka oneechan se ve muy apurada -Miro a mi oneechan. Kaneki asiente y va a ayudarla bajo mi atenta mirada.

Tomo un poco del delicioso café sin quitar mi vista de Touka oneechan y Kaneki. La verdad es que trabajaban muy bien juntos, se notaba que su amistad se había ido fortaleciendo a medida que pasaron los meses.

Eran y son un buen equipo. Y también buenos amigos...

Los vi reír y bromear juntos mientras atendían a la clientela que no paraba de llegar al local.

Se podía leer en sus rostros la complicidad que los unía.
Como atendían y como actuaban paralelamente con los clientes.

Y lo cerca que parecían estar el uno del otro.

Más cerca...de lo debido.

De repente una extraña sensación brota dentro de mi corazón. Pero esta vez no era de alegría ni nada que se le asemejase.
Era muy distinta al resto. Y desconocida para mi.

Porque cuanto más los miraba reír y más contemplaba esa cercanía que se tenían el uno por el otro, más me quemaba está sensación en el corazón, haciendo que me ardiese todo el pecho...

Disculpad si tardé en actualizar... ( No tengo perdón de Dios lo sé U.u)

Espero que disfrutéis el capítulo como también espero vuestros comentarios :)

@Gatirroo espero que te encante!!!

No hay que ser alguien grande para tener cabida en el corazón de una personaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora