rebellion [haikyuu! fanfic].

el cuervo caído

Nombres poéticos. Lo publico porque Sasha quiere que lo haga, y como la amo (si, te amo sasha <3) lo hago. si tiene errores es que I'M ONLY HUMANNNNNN(?

Las calles de Seijo se encontraban tranquilas. Sin embargo, el miedo y la desesperación se sentían en el aire. El rumor de que Karasuno intentaría atacar el Capitolio ocasionaba miedo a Seijo, que estaba alrededor de él. 

La bocina del toque de queda resonó en toda la ciudad, así que todos los que aún estaban afuera entraron a sus casas.

Eran las nueve, y la niebla empezaba a hacerse más espesa. Un niño miraba por la ventana, en espera de ver a Karasuno atacar.

—Mamá, de grande quiero unirme a Karasuno.

La madre miró horrorizada al niño, dándole un golpe fuerte en la mejilla. La mujer inspeccionó una esquina de la habitación, la cámara captaba sonido y audio. El niño se acarició la mejilla, mientras lágrimas salían de sus ojos.

Sin embargo, aún con los ojos empañados, notó una mancha amarilla entre la niebla y la oscuridad.

—¿Qué es eso?—el niño se frotó los ojos, mientras trataba de adivinar que era la mancha amarilla.

Su madre se acercó a la ventana, y una silueta con una cabellera rubia. La mujer trato de cerrar la cortina para no ser vista, pero era tarde. La silueta sacó un arma, y disparó.

El disparo atravesó la cabeza de la mujer. Su hijo, asustado, trato de salir a pedir ayuda. Pero su destino había sido escrito.

—Hola, pequeño. ¿Cuál es tu nombre?—un hombre vestido totalmente de negro, a excepción de una gabardina naranja, trato de hablar con el niño.

—M-Mi nombre es Rin, s-señor.

Él hombre sonrió, mientras alzaba al niño y salía del departamento.

—Un gusto, Rin. Yo soy Sugawara Koushi, dime Suga.—Suga sacó un pañuelo, se lo puso al niño.—Oí que quieres ser parte de Karasuno, ¿No? Yo puedo ayudarte.

El niño sonrió, y asintió mientras seguía a aquel hombre. Un auto naranja y negro estaba ante ellos, aunque más que un auto era una camioneta. Sugawara le hizo un ademán para que entrara.

—Hazme un favor, Takeda. Cuida al niño, váyanse lejos. Fuera de la frontera.

—N-No puedo irme sin ordenes de Sawamura, Koushi—dijo Takeda, dejando de lado el gran panel del lado derecho de la camioneta.

—Si llega a molestarse, dile que fueron ordenes directas mías.—Suga dejo de usar su habitual sonrisa, asustando a Takeda, quien asintió.

Rin sonrió, mientras se sentaba en una de las sillas que tenía la camioneta, junto a Takeda. Sugawara lo saludo desde la puerta, cerrándola. 

—Reglas, pequeño—dijo Takeda, tratando de sonar autoritario. Ese era el trabajo de Ukai—No toques nada, si tienes que ir al baño vas a ese cubiculo azul, si tienes hambre vas a la caja rosa y si tienes sueño te duermes sentado. ¿Entendido?

—¡S-Sí, señor Takeda!

Takeda suspiró, ese sería un viaje largo.

— ——

Tanaka sonrió prepotente, mientras tiraba una bomba hacía un grupo de soldados. Activo su comunicador mientras corría con dirección a la fuente del Parque Central.

—Al habla Ryuuji, repito, al habla Ryuuji—dijo Tanaka, en el perímetro de contacto solo se encontraban Hinata Shoyo y Tsukkisima Kei.

—Al habla Shoyo, ¿Qué necesita, senpai?—Shoyo fue el primero en contestar, Tanaka miro a su alrededor.