OHHHHHH MONA LISAAAAAAAAAAAAAAH omg p!atd :'v los empecé a escuchar el otro día, y me encantan :'v o encanta... NO LO SÉ >:'v disfruten prros. Ya saben, si hay algún error es que soy re bruta aveces blablabla
Kageyama pasó con facilidad los controles de seguridad, después de todo Kageyama era uno de los soldados de élite, nunca haría nada malo. Hinata había salido debajo del asiento cuando salieron de la capital.
—¿Cuánto falta?—dijo Hinata, mientras tamborileaba los dedos en la guantera.
—Unas tres horas, duérmete o algo.
Hinata bufó, mientras miraba por la ventana. Sus ojos divisaron los granos de arena que iban en dirección del viento. Podría considerarse neblina si eras poco observador, pero Hinata lo sabía.
Se acercaba una tormenta de arena.
Hinata ahogó un grito, tratando de olvidar los recuerdos que acosaban su mente. Kageyama pareció notar la incomodidad del cuervo, ya que frenó la camioneta.
—¿Pasa algo, Hinata?
La respiración del chico se sentía pesada, le oprimía el pecho y se sentía sofocado. Kageyama nunca había visto a alguien como estaba Hinata en ese momento, ¿estaba teniendo algún tipo de ataque de pánico?
—Podemos parar en algún pueblo, si te sientes mal.
Hinata trató de responder afirmativamente, sin embargo un nudo en la garganta no se lo permitía. Solo se permitió asentir con la cabeza, mientras Kageyama cambiaba el rumbo hacía el pueblo más cercano.
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Sugawara se encontraba encerrado. Daichi había terminado hartándose de tratar de calmarlo, y lo encerró en su habitación.
El odio seguía dentro de él, no iba a negarlo, pero se había calmado.
Pero había algo que no cuadraba. El chip de rastreo de Hinata se encontraba activado, que era algo imposible.
Sin embargo, la ira de Sugawara no lo dejaba pensar con claridad.
Y lo único en lo que podía pensar era en asesinar a Oikawa Tooru antes de que alguien más muriera.
No importaba cuanto le gritara a Daichi, este no le dejaría salir.
Eso lo sabía, así que simplemente durmió.
Dormiría hasta que el dolor desapareciera, cosa que nunca pasaría.
O eso pensaba él.
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Kageyama nunca había excedido el límite de velocidad, pero considerando que tenía un montón de arena detrás de él, no importaba mucho. Estaban cerca del pueblo, y Hinata seguía en su extraño ataque de pánico.
Las chozas (porque como todos los pueblos rodeando la capital, eran totalmente precarios) se veían a la distancia, no faltaba mucho. Pero la arena les pisaba los talones, y era casi seguro que no llegarían a refugiarse.
Kageyama frenó la camioneta frente a la primera choza, y trato de salir lo más rápido posible.
Pero antes de darse cuenta, la tormenta estaba sobre ellos.
Los brazos de Kageyama rodearon el cuerpo de Hinata, mientras la arena los desplazaba a su antojo. Sentía los golpes por toda su espalda.
Hinata también los sentía, pero su ensoñación y los recuerdos atosigándolo eran más fuertes. Lo único que llegaba a sentir realmente, eran los brazos fríos de Kageyama sobre él.
Kageyama planto sus pies en la arena, y allí siguieron. Parecía que no iba a parar, y lo único que Hinata lograba divisar en toda la catástrofe eran los azules ojos de Kageyama.
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Sus piernas no daban más, se arrodilló sobre la arena. La cabeza le daba vueltas, debían haber pasados unas horas, y no sentía su cuerpo.
Sus brazos, entumecidos de sostener a Hinata, se desplomaron sobre el suelo. Hinata cayó junto a él. Este se encontraba dormido, o se había desmayado. Sus parpados se encontraban plácidamente cerrados, y unos susurros incoherentes salían de sus labios.
Sus respiraciones se convertían en una, Kageyama no se molestaba en alejarse. Y parecía que cada vez estaban más cerca, tanto que con un movimiento sus labios podrían tocarse.
La mano del pelinegro se dirigió a la mejilla de Hinata, mientras acariciaba lentamente. Se encontraba en un estado de trance, como cuando recién despiertas. Cerró sus ojos y se dejo llevar por sus movimientos.
Lo estaba besando.
No importaba en ese momento que fueran enemigos, y que en un principio debía asesinarle. La calidez de los labios de Hinata lo embriagaba, como si tomase un cóctel de algún tipo de cítrico (pero igualmente, muy dulce). Tenías una textura suave, como mouse. Y su sabor, sin duda era naranja, pero un poco más dulce.
Kageyama volvió a la realidad, alejándose de Hinata con lentitud. Estaba impactado, con sus actitudes, y in duda el pelirrojo en sí lo tenía impactado.
Los ojos de Hinata empezaron a abrirse, topándose con los ojos azules de su compañero.
—¿Qué... paso?—la voz de Hinata estaba ronca, cosa que hizo que Kageyama se volviese a embriagar por un segundo—¿Estás... bien, Kageyama?
Él asintió levantándose del arenoso suelo, tendiéndole la mano. Este dudo en tomarla, pero termino por hacerlo.
—Debemos seguir a pie, no creo que la camioneta este en condiciones... realmente, no sé donde está.
Hinata asintió, mientras seguía a Kageyama por el desierto lleno de arena, y de un calor abrasador.
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Kageyama pensó, por una vez en su vida, por tanto tiempo del mismo tema.
Hinata Shoyo, miembro de una de las tres resistencias más grandes contra el gobierno de Oikawa Tooru, Karasuno.
Sus labios, sus gestos, su manera de caminar, sus brazos, sus facciones. Todo en él lo estaba volviendo loco al grado de la locura que Oikawa sentía por su jefe, tal vez no tanto, pero se acercaba.
Su cabello naranja, que a la luz se veía brillante como el mismísimo sol. Sus ojos, del mismo color, que reflejaban que era un chico alegre y jovial. Cuando se oscurecían, mostrando su decisión (esto lo recordaba de su pelea, 10 años atrás). Sus pantalones, que se ceñían alrededor de sus piernas, seguramente hechos a medida.
Hace 10 años, la culpa lo carcomía día y noche. El terrible sentimiento de haber arrancado parte de él, literalmente, era como mil golpes de Iwaizumi. Durante 10 años lo había sentido, pero hoy sentía que sus eran tan livianos.
Pero en ese momento, sabía que debía ir hacia el este a la ciudad donde sus padres estaban investigando. Y desde allí, nunca vería a Hinata de la manera que lo veía ahora.
Por eso, trataría de grabar todas sus características, a todo él en su mente.
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O EME GE
MIREN ESO
LES GUSTA EEEEEEEH?
OTRA VEZ A SASHA PORQUE LA AMO <3333333
la próxima vez sE LO DEDICO AL PRIMERO QUE COMENTE, menos a sashita #sorrysashi
y al que vote la hago mENCIÓN ESPECIAL.
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rebellion [haikyuu! fanfic].
Fanfiction[rebel!au] esta portada tan sensual fue hecha por @Sashaa-0