Para Siempre.

Capítulo 24.

Bian.

Un sonido empezó a retumbar en mi cabeza constantemente. Con los ojos cerrados estiré la mano hasta donde suponia que estaba él despertador. En lugar de él toque una cara, así que los abrí de golpe.

Me encontraba tirada en él piso, al lado de Gonza y todos los chicos desparramados por él living de la que parecía ser la casa de Rama. Botellas de cerveza, fernet, coca, gancia, sprite, vodka, sidra, y todas las bebidas alcohólicas que se puedan imaginar estaban tiradas en él piso. El despertador había dejado de sonar y la única que se había despertado era yo, porque supuestamente no iba a tomar para manejar. Claramente tomé igual pero no tanto como parecían los chicos.

Mi cabeza me iba a estallar así metí la mano en mi campera negra de cuero y saqué unas pastillas que había preparado para la resaca. Me serví agua y las tomé rápidamente.

Al cabo de unos minutos él dolor había disminuido casi tanto que ya casi no lo estaba para mi. Así que agarré todas las pastillas e hice en total 12 jugos de naranja (si, Rama tenía muchas naranjas y había que aprovecharlas) agarré 6 bandejitas y en cada una puse dos pastillas(menos en mi bandeja, puse una sola) y dos vasos. Agarré un paquete gigante de tostadas y les puse manteca a cuatro, casancrem a otras cuatro, dulce de leche a otras y mermeladas de distintos tipos a las demás.

Sonreí y me senté a los pies de Gonza que hace una hora dormía conmigo en él sofá y lo sacudí lentamente.

-Gon, levantate.- dije sonriente pero este parecía no dar señales de vida. Le di un sonoro beso en él cachete que hizo que riera.

-¿Mmh?.- abrió los ojos y dio un gran bostezo.- Linda forma de empezar él día.- le guiñe él ojo y al toque vi como hacia un gesto de dolor.

-Tomá esto con esta pastilla y se te va a pasar.- lo ayudé a sentarse mientas hacías caras de dolor y se agarraba la cabeza. Le di la pastilla y él vaso de jugo, rápidamente se lo tomó.

-Mm, que rico jugo.- dijo lamiéndose él bigote naranja que le había quedado, yo reí.

-Yo él mío todavía no no tomé e hice tostadas.- él se acostó y yo me acosté a su lado, puse la bandeja en mis piernas.

-Sos perfecta Bianca.- dijo con la boca llena y toda la cara llena de casancrem.

-Tenés casancrem, ahí.- dije y señalé toda su cara. El río y se lo saqué con los dedos. Quedamos cerca y me robó un pico.- ¡Gonzalo!.- fingí enojo.

-Perdón, no me pude contener.- hizo pucherito y reí para después comerme la primer tostada mía antes de que Gonza lo hiciera.

[...]

-Bueno flequi, me parece que vamos a tener que hacer equipo para despertar a todos.- él asintió.

-Estan todas las bandejas arriba de la mesa, vos empeza por ese lado.- me señaló la derecha.- y yo por él otro.- señaló la izquierda y asentí.

Y así de a poco, fuimos despertando a todas las "parejitas" de la casa.

Paio

-Bueno chicos, yo me voy yendo.- dije Pau sonriente apoyada él mi hombro.

-¿Te llevo?.- dije levantándome junto con ella. Sonrió y asintió.

-Polleraaaaaa.- escuche que me gritaban cuando me iba, reí.

Nos subimos al auto y él camino fue silencioso. Pero no de un silencio incomodo, si no de esos que se disfrutan.

Cuando llegamos a su casa me bajé y le abrí la puerta.

-Gracias Paii.- me dio un beso en él cachete, pero yo le corrí la cara y fue un pico.- ¡Hey!.- me reí y entré al auto. No me fui hasta que ella abrió la puerta y me tiró un beso.

Esta mujer me tenía loco.

Y un día volví, ah. Mil perdones chicas, me fui a la mierda con la ausencia en esta nove, es que estoy seca de inspiración para esta nove, perdonen. Si están despiertas y ven que actualice a las cinco de la mañana, nada... Tendría que estudiar.

Ya está para publicar la nove bianzalo, espero que aunque no sean bianzalistas la lean :)