El elevador se detuvo de golpe y las puertas se abrieron ante mi de manera pausada, salí decidida arrastrando una pesada maleta con todas mis pocas pertenencias.
Mire alrededor con curiosidad y algo temerosa, me encontraba en un pasillo lo suficientemente largo como para que hubiera un total de 5 habitaciones, dos a cada lado y una central, no demasiado grandes al parecer, el suelo estaba recubierto totalmente con una alfombra roja y esponjosa que neutralizaba los sonidos y las paredes estaban pintadas de un tono crema monótono algo despintado, en conclusión era exactamente igual a los demás pisos, lo único distinto es que este era el ultimo de aquel edificio de departamentos además de tener el techo, antes blanco, con partes despintadas por las goteras.Mire todo con emoción, a partir de ahora este lugar seria mi nuevo hogar, viviría en la habitación 26, la primera del sexto piso y una de las mas baratas del lugar, suspire nerviosa y dirigí mis pasos hacia la izquierda arrastrando la maleta hasta la ultima puerta, blanca y con una placa dorada con el número 26 sobre un pequeño pizarrón tipo escolar donde tendría que escribir mi nombre mas tarde.
Tomando una gran bocanada de aire, tome la perilla dorada y empuje lentamente la puerta, me sorprendí gratamente al ver que el lugar era mucho mas espacioso y lindo de lo que aparentaba la fachada y el precio, di un paso hacia adelante y cerré la puerta tras de mi, el piso era de madera clara y no tenia el típico lugar japones para poner los zapatos (ya que estos se dejaban en la entrada del edificio donde tendría que tomar un par de sandalias) lo primero a la vista era una habitación bastante grandecita que fungía como sala-comedor, a la izquierda había un sillón grande junto a otros dos pequeños y una mesa baja, a la derecha estaba la cocina que no era nada mas que el refrigerador y dos barras, una para comer que daba hacia la sala y la otra para cocinar pegada a la pared, a parte de una estufa, al fondo había dos puertas que serian el baño y la habitación, el baño no tenia nada que destacar a parte de ser bastante pequeño, la habitación sin embargo si tenia algo hermoso, una pequeño balcón que gracias a dios no era bloqueado por ningún otro edificio.
Sin pensarlo arroje la maleta sobre la cama y corrí al balcón, moví las puertas de vidrio y salí disparada hacia la barandilla, la vista era hermosa desde aquel lugar, podía verse un pequeño parque de atracciones y frente a este un río artificial, ya sabia cual seria mi primer parada para conocer la ciudad.
Entonces con toda la energía y alegría que tenía en mi y que había estado guardando desde que me entere de la beca, solté un grito de victoria hacia la calle con los brazos extendidos mientras saltaba como idiota sin importarme que pensaran de mi.
Rápidamente, me dirigí hacia mi cama para desempacar, el tiempo pasó y para cuándo lo note ya se había oscurecido, estaba hambrienta, tomé mi billetera y salí del departamento pensando cuál sería la primer cosa que probara en Japón, cuando llegué al primer piso me acerqué al recepcionista con la intención de que me recomendara un buen local de comida japonesa, bastante barato, me recomendó un puesto de Udon de un tal Chibita, que se encontraba tras la feria frente al río, yo no sabía ni que era el Udon ni como llegaría hasta el río pero agradecí y salí del edificio (aunque antes fui regañada por haber olvidado que traía las sandalias del departamento)
El aire frío me golpeó el rostro nada más salir, el cielo ya estaba bastante oscuro para esa hora, debían de ser alrededor de las 9 p.m, siguiendo las instrucciones del recepcionista giré hacia la derecha y camine todo recto, seguí caminando por alrededor de 20 minutos sin llegar a ningún lado, preocupada de haberme perdido (cosa casi imposible pues había estado caminando derecho) regresé sobre mis pasos con una cara bastante asustada, supongo, pues la gente se me quedaba mirando con preocupación, mi primer día en Japón y ya estaba llamando la atención, perfecto.
Estaba tan metida en mis propias cavilaciones que no noté a la persona que caminaba hacia mí hasta que ya era demasiado tarde y mi espalda chocó contra su pecho, asustada me gire en su dirección, era un chico como de mi edad con un suéter rojo con un extraño símbolo.
— ¡Mis disculpas! —me disculpe avergonzada.
El solo me miro extrañado, como si no hubiese entendido ni jota de lo que dije.
Entonces recordé que estaba en Japón hablando con japoneses que no sabían hablar español, me di un facepalm épico que lo extraño un poco.
— Lo siento, no soy japonesa y estoy un poco perdida— dije en japonés esta vez.
— Está bien, no te preocupes— parecía un chico agradable— ¿Estas algo perdida, no? ¿a dónde vas?.
— Cierto, buscaba un puesto de Udon de un tal Chibita, me lo recomendaron—.
— Oh, así que Chibita— de repente dejo de parecer tan buena persona —Si, lo conozco, de hecho iba hacia allá en este momento, podría llevarte.
— ¿Enserio? Gracia...
— ¡Y tu a cambio podrías pagarme la cena como disculpa!
—...
— ...
— Yo realmente no tengo mucho dinero— dije con un tono de auto compasión y una nube de tormenta sobre mi.
— Ya veo, bueno, siempre puedes compensarme de otra forma — la sonrisa que tenia, junto a ese tono de voz hacia una vista bastante tierna para lo que probablemente estuviera insinuando con la mirada, osea el típico 1313.
—Bueno, supongo que siempre esta bien invertir un poco de dinero extra en mantener tu virginidad a salvo —murmure mientras sacaba mi pequeño monedero— ¿Cuanto seria la orde...
Me quede de piedra al levantar la mirada para preguntarle, al parecer había oído mi murmullo pues ahora estaba algo sonrojado y me miraba con algo de sorpresa, me asusto aun mas la sonrisa traviesa que coloco en su labios despumes.
— ¿Así que virgen aún a los 18? —el tono burlón y su sonrisa era exasperante, mas aún cuando soltó una pequeña carcajada al notar como mi cara había pasado de modo normal a modo foquito navideño.
— ¡¿Y a ti que te importa si no he dado si quiera mi primer beso? Ademas, tengo 20 no 18! —los nervios me traicionaron y termine rebelando uno de mis mas oscuros secretos— ...mierda...
Y entonces comenzó a carcajearse como idiota llamando la atención del todo el mundo, ya solo le falta ponerme un cartel que dijese "Esta chica aun es virgen de labios" y se convertiría en la persona que mas me a avergonzado en mi vida.
— ¡¡N-no te rías, mierda!! —y ahora me traicionaba la voz, el mundo quería que quedara mal frente a este chico del cual no sabia ni el nombre y ya le había contado sobre mi nula vida amorosa.
— He...he... hace tiempo que no me reía así —su sonrisa era más brillante aún— Vaya, alguien como tu no se encuentra muy a menudo en estos tiempos.
Su risa aún presente, y algo linda, solo hizo que terminara más roja de lo normal, en cualquier momento me explotaría la cara, mi sonrojo ya era nivel Hinata Hyuga.
— Sabes, para celebrar que aún hay gente pura en el mundo, yo te invitare la comida hoy.
— Realmente dudo mucho que tu puedas entrar en ese grupo de personas "puras"
— ¡Exactamente a eso me refería! —su tono alegre era brillante como su sonrisa.
— Y lo aceptas — suspire y sin quererlo le regrese el gesto— Entonces vamos a comer, la comida nunca se rechaza.
— Claro, por aquí.
Entonces el siguió hacia delante y yo lo seguí a pocos pasos pensando si toda la gente que conocería a partir de ahora seria igual, en el fondo queriendo que si, pero mi primer día aun no había acabado y todavía había mucha gente que conocer.
Me pregunto que seria de mi vida si no lo hubiese seguido aquella vez.
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Primer capitulo subido, el inicio de tu aventura, 1366 palabras, récord para mi!!
Espero que les allá gustado que sigan leyendo, también lo siento por errores ortográficos o por la personalidad algo OoC ;-;
¡¡Este es solo el inicio!!
Bye-Bye
Diana-RM
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500 Yenes La Hora
Fanficº Historia Harem Reverse con los Matsuno {T/N} Gracias a una beca universitaria tienes la oportunidad de mudarte a Japón para estudiar tus últimos años de carrera, lamentablemente el dinero no te sobra y tienes que encontrar urgente un trabajo, inc...