Textos De Un Amor Imposible ||Jerrie T. || +18 ||

EPILOGO.

Pov Jade

Cinco años, para muchos puede ser un completo siglo pero para mi sigue siendo como si la ultima vez que vi a Perrie Edwards hubiera sido ayer. 

Aun recuerdo todo sobre su muy extraña personalidad. Los momentos que vivimos juntas aun están presentes en mi memoria como el tesoro que nunca nadie sera capaz de robar. Aunque no la veo desde aquel día donde me trato como si de verdad yo hubiera sido la culpable de todas sus desgracias, sigo esperando el día en que pueda volver a besarle, el día en que pueda volver a fundirme en sus brazos, el día en que me pueda volver a enloquecer con cada caricia, cada beso. 

Cada noche pienso en eso y no puedo dejar de atormentarme con la idea de que eso llegara a pasar, tal vez mas tarde que temprano pero mi fe sigue intacta.

-Hey linda -su voz me hizo sonreír de inmediato -¿Vas a salir hoy?

Pregunto mirándome con celo, negué mientras bebía un sorbo de mi café. Pues desde que vivo con el me he acostumbrado a sus gustos y su escandalosa obsesión por estar bebiendo la caliente bebida todo el día.

-No lo creo -mire como se paseaba por la cocina en busca de mantequilla de maní que de seguro le pondría a las bananas que había pelado antes. Pero que gustos tan extraños tiene -Melanie y Emma siguen ocupadas con lo de Daniel, así que no creo que salga de la casa en todo el día -Un suspiro me asalto de la nada, desde que mis amigas tuvieron al pequeño Dani ya no tengo nada mas que hacer que encargarme de mis muchos trabajos semestrales. Al menos tengo el consuelo de que dentro de tan solo una semana sera mi graduación como Psicóloga de la Universidad de London... No me puedo quejar.

-¿Acaso no me dijiste que querías terminar tu libro hoy? -me miro sonriendo de medio lado. Y es que así es Brad, con una sola sonrisa hace que termine de pensar en mis problemas. En definitivo amo a mi hermano.

-Tienes razón -asentí mientras me acercaba -¿Hasta que hora tienes que trabajar hoy?

-No lo suficientemente tarde como para que no esperes a cenar -rió por lo bajo, mientras comía un gran trozo de banana con mantequilla de maní. Se veía tan divertido que solo pude reír sin parar -¿Te estas burlando de mi? -me miro fingiendo indignación, yo asentí mientras tomaba algo de banana para llevármela a la boca -Paso por ti a las nueve.

Luego simplemente miro su reloj para luego abrir un poco sus ojos.

-Maldición -dijo por lo bajo, limpio su boca con una servilleta y beso rápidamente mi mejilla -Te veré en la noche, te quiero.

Sonreí pues jamas había tenido nadie que me tratase de esa forma, mas que Perrie. Pero ahora lo tengo a el y de algún modo ha hecho que el dolor sea menor.

-Yo también -respondí mientras lo veía caminar rápidamente hasta la puerta, donde despareció dejando que la soledad me invadiera una vez mas.

Puedo decir que desde que vi por ultima vez a Pez, he tenido varias oportunidades de reconstruir mi vida. El año pasado intente algo con una chica llamada Sarah, pero no funciono pues mis terrores nocturnos donde asesinaban a Edwards fueron mucho para ella, dijo que yo era muy extraña y en ocasiones creía que tenia que ver a un Psiquiatra o algo así. Lo cual es irónico ya que mi carrera es Piscologia.

Camine por el pasillo hasta llegar a mi habitación. Me quite la pijama para luego darme una larga y relajante ducha de agua tibia. Sali de esta para luego ponerme unos shorts de color ros junto a una remera holgada color blanco. No tengo nada mas que sentarme en mi laptop y tratar de terminar la obra que tanto trabajo me ha costado.

He escrito este libro durante dos años con la única intención de transmitir el mensaje correcto. El amor y la vida son complicados, requieren el suficiente valor como para luchar hasta en cansancio por ellos, como puede haber una persona tan estúpidamente enamorada que renuncia a la otra por el simple hecho de querer verla feliz. Lo se, se que es una estupidez pero es la mas hermosa estupidez que alguna vez una persona hizo por mi. Y de alguna extraña manera eso solo hizo que la amara aun con mas fuerza y desesperación.