Capitulo siete: ¿Ayuda?

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En la vida pueden surgir muchas clases de complicaciones, pero ninguna es imposible de superar

Pov Jade

Que incomodo era toda la situación, estar encerrada con el chico que amaba se suponía que era un milagro, a pesar de ello todo estaba claramente invertido. Hinata seguía apoyando contra una de las paredes y yo estaba mirando al suelo con las esperanzas quebrantadas. No quería llorar, pero era inevitable. ¿Cómo fue que termino todo así?

Hinata, ¿recuerdas como nos conocimos? — pregunte aun mirando al suelo, con lagrimas cayendo.

Claro — dijo sonriente, sin percatarse de mis lagrimas — fue esa vez que entre con Kageyama al gimnasio y estabas ahí tirada en el suelo, por culpa de un pelotazo que te dio Tanaka — Suspire

Esa no fue la primera vez que nos vimos — le dije. Él abrió la boca en forma de o y levanto sus cejas de manera cómica.

¿Y cuando fue? ¿El primer día de clases? — indagó curioso

Fue hace unos años, en Tokio... — intente contarle sobre la primera vez que lo vi, pero fui interrumpida por el ascensor que comenzó a bajar.

Por fin después de una hora que pareció eterna nos pudieron sacar de ahí. Al bajar no dijimos nada, ni Hinata ni yo, nuestra conversación había quedado inconclusa pero al parecer él no tenía intención de conocer cómo fue que nos vimos por primera vez, y era entendible, yo no le interesaba, y comenzaba a dudar sobre cuando dijo que me consideraba su amiga.

Kageyama y Yachi nos estaban esperando en las puertas principales, donde nos habíamos reunido en un principio. Nadie hablo de lo sucedido. Todos nos fuimos por nuestros caminos y la tensa atmosfera que se había formado, se disolvió.

Itoko-chan* — oigo a lo lejos, ese tono de voz tan particular me resultaba familiar. Literalmente familiar.

Tooru-chan— dije entre la confusión y la alegría de verlo.

Oikawa Tooru, mi primo por parte de madre. Él era algo especial, podía ser alguien cariñoso y alegre, pero también tenía algunos arranques raros en su personalidad, cuando se trataba de alguien con el que se sentía un poco amenazado, su parte fría y calculadora salía a la luz.

Oikawa se acerco corriendo hacia mí con cierta emoción, y era de entenderse, hacia más de seis meses que no nos veíamos.

¡Jade-chan, estas tan grande! — grito mientras me estrujaba en sus brazos

Tú no te quedas atrás — le dije admirando su gran altura. Sintiéndome un elfo por medir 1,60cm.

Supe que entraste a la preparatoria Karasuno, espero que sepas que estas en territorio rival — y ahí es cuando puso su cara de loco competitivo y adorable

Eres un exagerado

Tú no conoces a Tobio-chan... — lo interrumpí

¿Kageyama? — pregunte. Él asintió — él es una buena persona

Jade-chan — me dijo alargando el honorifico — siempre me llevas la contraria, espero que no estés saliendo con él

Claro que no — negué repetitivamente — él no es mi tipo

Puede que no, tú eres más de preferir a tipos como chibi-chan — el color rojo se adueño de mi cara. Odiaba tocar el tema de Hinata con otras personas que no fueran Kageyama. Al parecer se dio cuenta, pero no quiso molestarme más — ¿cómo estás de tu pierna?, supe que por eso estas en el equipo de vóley — trató de cambiar de tema.

Pues bien, el doctor dice que puedo moverla, sin embargo ya no puedo hacer ni saltos, ni muchas acrobacias — comente con pena — algún día voy a volver

Claro que sí, y yo voy a estar ahí para apoyarte — me volvió a abrazar, mucho más fuerte que la primera vez.

Luego del muy raro encuentro, continué mi camino a casa. Volver a recordar el incidente de mi pierna y de cómo se arruino mi vida y mi futuro, no me hacían del todo bien. Extrañaba lo que era antes de entrar a Karasuno.

Al día siguiente, no tuve más opción que volver al infierno de preparatoria, y para aumentar mi odio hacia la vida y el mundo, a la primera persona que me cruce ese día fue a Hiromi Takumi, capitana del casi inexistente equipo de porristas de Karasuno. Mi otra rival. Uno de los rumores que corrían sobre ella era su presunto interés por Hinata, y para mí era ya suficiente con Yachi, otra más a mi lista era innecesario. Decidí evitarla. Gire para el lado opuesto sin medir mis fuerzas, y sin ver nada. Para mi mala suerte, una bicicleta venia en mi dirección, no era nada más ni nada menos que el señor "me vuelvo loco en un ascensor" Hinata Shōyō. El impacto de su bicicleta contra mi cuerpo llevo a que yo saliese expulsada por unos metros hacia atras, aterrizando contra el piso con mi espalda y mi pierna defectuosa.

¿Por qué siempre mis encuentros con Hinata terminaban accidentados?

¡Lo siento! ¡Lo siento! — Comenzó a gritar mientras me ayudaba a levantarme — no te viNo claro que no, eso era obvio¿Te encuentras bien?

Si, no hay problema — como siempre tenía que dar esa respuesta ante todo.

Al levantarme por fin, solté rápidamente la mano de Hinata y camine rápido hasta la entrada de la preparatoria. Se podría decir que estaba prácticamente huyendo de él. Aunque era bastante obvio de que eso no iba a durar mucho. Necesitaba ayuda.

¡Oh!, ¿Pero qué haces por aquí?

¡Disculpe Nishinoya-senpai! — Le dije — necesito su ayuda.

No sé qué fue lo que más miedo me dio, el hecho de que no se haya negado a ayudarme con algo tan ridículo o la forma en la que me miro cuando le dije senpai.

Para realizar este complicado plan, vamos a necesitar a otra persona — me dijo, poniendo sus dedos índices juntos, así como cuando los niños juegan a ser espías — ¡ven, vamos! — tomo de mi mano y me arrastró por los pasillos.

Comenzaba a pensar que pedirle ayuda a Nishinoya de cómo hacer para olvidarme de Hinata era mala idea. Una muy mala idea.

Psss — se apoyo en las puertas de un salón — Psss — Era evidente de que trataba de llamar la atención de Tanaka — Pssssss — por fin el aludido se dio la vuelta para ver a Nishinoya y a mí en la puerta. No entendí como ni cuando, pero Nishinoya llevaba puesto un par de lentes negros. En qué me metí.

Tanaka se acercó hasta nosotros, Nishinoya le hizo una señal para apartarnos de ahí, sin embargo nos corrimos dos pasos a un costado

Bueno, te necesitamos — dijo en voz baja.

¿Qué? — grito Tanaka

Que te necesitamos — volvió a decir Nishinoya un poco más fuerte

¡¿Qué?!

¡QUE TE NECESITAMOS PARA QUE AYUDES A JADE-SAN A OLVIDAR SU AMOR POR HINATA! — Gritó. Sí, lo grito tan fuerte que todas las personas del pasillo se dieron la vuelta para mirarnos. Entre esas personas estaban Kageyama y para mi mala suerte, Hinata.

*Itoko: forma de llamar a primo/a

P/D: Perdonen por este capitulo tan feo, pero es que no se me ocurría nada.

Itsuka (Haikyuu!!- Hinata-)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora