Itsuka (Haikyuu!!- Hinata-)

Capitulo catorce: Otra perspectiva

Pov Hinata

El vóley lo es todo para mí, nunca pensé que llegaría el momento en el que algo haría que me distrajera de mi más grande pasión. Todo lo que estaba a mí alrededor tenía una conexión con el vóley, desde mis amigos hasta mis enemigos, y también podía incluir que mis estudios, puesto a que si no fuese por el vóley no le pondría tanto empeño en pasar los exámenes. Sin embargo, nunca me imaginé que algo como el amor llegaría también gracias al vóley. Y no, no estoy diciendo que este enamorado ni nada de eso, todo lo contrario. Desde el momento en el que Hatoyama Jade entro por las puertas del gimnasio, supe que algo raro se traía entre manos. No era muy normal ver a las personas a las que solo les importa su reputación rodeada de personas como las que estábamos en el equipo. No es que ella me cayese mal, pero su personalidad y su forma de pensar no coordinaban con las mías. Yo amo el vóley, ella ama su estatus social.

No obstante, y con el correr de las semanas desde que Jade se unió al equipo, comencé a notar que no era la persona que yo pensaba, el hecho de que se llevara bien con alguien como Kageyama era algo que llamaba la atención.

— Hatoyama-san es media rara — le comenté a Kageyama cuando volvíamos a casa luego del entrenamiento.

— Dile Jade — me ordenó — y no es rara, tú ni siquiera la conoces — frunció el seño y puso una expresión sombría.

Era cierto, yo no la conocía y por ello al día siguiente decidí ir a habla un poco más con ella. Le pedí a Kageyama que me acompañara a buscarla, porque luego del incidente del ascensor ninguno de los dos nos hablamos. Ese día le preguntamos a un chico si la había visto, él nos contesto que la había visto con Nishinoya subiendo al segundo piso. Dicho eso, seguimos el camino indicado por el chico y nos encontramos con Ella, Nishinoya y Tanaka hablando.

— ¡QUE TE NECESITAMOS PARA QUE AYUDES A JADE-SAN A OLVIDAR SU AMOR POR HINATA! — Gritó Nishinoya. Su grito dio un gran eco por el pasillo que resonó dos veces en mis oídos ¿eso era cierto?

Al instante de ver que Jade salió corriendo, trate de seguirla, pero tome otro camino, llegando al primer piso antes que ella para así poder habla sin que escapara. Una vez en el inicio de las escaleras la espere y cuando su silueta apareció vi que cayó. Atraparla fue como recibir un pase. Era tan ligera que no me representaba ningún esfuerzo alzarla.

Luego de que me contara la historia que había mencionado en el ascensor, le tuve que hacer la pregunta clave, porque aun no creía lo que había escuchado. Pese a que mi mente me estaba convenciendo de que lo que había escuchado era un error, lo que pasó luego me dejo consternado. Hatoyama Jade se me estaba confesando.

¿Cómo es que se reacciona a una confesión? ¿Qué se debía decir? ¿Y si todo era una broma? ¿Y si era una prueba que le hacían sus amigos de elite?

Todas esas preguntas abordaron mi mente en ese momento que salí corriendo. La situación era abrumadora.

— ¿Qué se supone que debo hacer? — le consulte a mi única amiga, Hitoka Yachi.

— Luego de huir de esa forma, no creo que puedas hacer mucho — me dijo — pero nada es imposible. Si su confesión es cierta, todavía debe de quererte ¿no?

Tenía razón. Debía de acercarme, quería aclarar mis dudas sobre lo que sentía por ella. Porque lo cierto era que después de su confesión no pude sacarme su imagen de la cabeza.

— ¿Alguna idea?- Le pregunte a Yachi

— ¿Un abrazo? — me dijo algo incomoda.

No tenía nada que perder. Puse mi "táctica" de abrazo en práctica dos veces y ambas veces fueron interrumpidas. Por lo que no pude comprobar que era lo que se sentía tenerla realmente cerca. Lo que necesitaba era un lugar donde nadie nos viera, ni nos molestara o algo.

No había planeado, en absoluto. Estábamos en el evento de los clubes, Jade estaba bailando con los demás, al parecer se estaba divirtiendo. En más de un momento la vi mirándome y eso era ¿agradable? Sin embargo, aunque la noche parecía interminable y que en ningún momento iba a poder hablarla, la suerte se puso de mi lado. Jade se apoyo contra una pared, y estaba sola. Ese era mi momento, debía ir a hablarla. Me puse en marcha, pero cuando me estaba acercando la luz se apago. ¿Qué debía hacer? No sé qué neurona en mi cabeza se trastoco pero lo último que recuerdo fue que me estaba dirigiendo hacia ella en plena oscuridad, la tome por la cara y la bese.

En ese momento me di cuenta de que ella no era lo que yo pensaba. Hatoyama Jade me gustaba. Sin embargo yo no podía competir con el elit social que la acompañaba.