Capítulo 4: El escape!

9 0 2
                                    


Alrededor de las 2 AM, Jeremy despertó abruptamente cuando una luz brillante púrpura iluminaba el final del corredor. Frotándose los ojos, el joven entrenador Pokemon saltó de golpe cuando reconoció a su hermano y a un gran Pokemon Psíquico que examinan silenciosamente este ambiente.

"Eric! Estamos aquí!" lo llamó en voz baja Jeremy. El Profesor Stone y su Kadabra cautelosamente se dirigieron hacia la celda. "¡Esto es increíble! Sabía que lo harías!" dijo Jeremy alegrado cuando llegaron fuera de su celda.

"Baja la voz!" dijo Eric, observando nerviosamente de arriba a abajo del corredor de la prisión. "Tienes idea del riesgo que es para mí dejar Ciudad Viridian?" El profesor retorció sus manos, con evidente preocupación en su cara. "Y sobre todo por hacer algo tan... ilegal! "

"Cálmate, esta bien!" lo tranquilizó Jeremy. "Como dijo Rose, no es ilegal a menos que te atrapen. Qué podría pasar si vamos a tener cuidado. Realmente necesitas cambiar a descafeinado."

Eric ignoró el comentario sobre su adicción al café y miró por el corredor una vez más. "Todavía no me siento bien sobre desafiar a la ley así... "

"Mira, si te hace sentir mejor, no es como si yo realmente hubiera hecho algo malo. Tu sabes cómo son las oficiales Jennys, arrestan primero y hacen las preguntas después."

"Eso no importa ahora. Quiero decir, estoy aquí, o no? Date prisa y despierta a Rose... EN SILENCIO... y veré que puedo hacer para sacarlos a los dos de aquí."

"Sí, sobre eso... " Jeremy inconfortablemente cambió su peso de un pie al otro. "Umm... son tres de nosotros quiénes tienen que escapar."

"Como? " preguntó Eric, con un toque de enojo en su voz. "Por que no lo dijiste antes."

"Sí, bueno... tu no te molestaste en decirme que los Glitches podían desconfigurar mi sistema de almacenamiento Pokemon!" dijo Jeremy, malhumorado después de la penosa prueba de su largo día.

Rose despertó para ver a los dos hermanos Stone mirándose mal entre si a través de las barras de la celda. "Hey, chicos, pueden calmarse? " preguntó nubladamente. "Algunos de nosotros no madrugamos, saben?"

"Él empezó! " chasqueó Jeremy, apuntando a su hermano.

"Deja de actuar como niño", contestó Eric irritablemente.

Los ojos de Rose se estrecharon. "Miren, no puedo jugar al diplomático hasta que haya tomado mi café de la mañana. Los guardias podrían salir y arruinarlo todo si ustedes dos no paran ya".

Eric suspiró. "Tienes razón, Rose. Tu siempre haz sido la voz de razón cuando las cosas se salían de control en la universidad." El joven profesor se volvió una vez más a su hermano, con una voz un poco más calmada. "Podrías despertar al tercer miembro de tu equipo, Jer, aunque también apreciaría que me informaras este tipo de cosas de antemano".

"Sí, bien... traer a este sujeto no fue mi idea exactamente." El entrenador Pokemon se volvió al roncador que estaba en el suelo y lo "codeó" con su zapato. "Hey, despierta, y quédate callado."

"No me des ordenes, pequeño idiota", gruñó Butch.

"Soy la única razón de que vayas a salir de aquí, Botch, y si no sigues las instrucciones, te vas a quedar aquí." Jeremy odió admitir lo mucho que disfrutó este pequeño sabor de poder.

Silenciosamente, Butch se paró, cruzando los brazos. Años de servicio en el Equipo Rocket le habían enseñado que a veces tenía que tragarse su orgullo para conseguir lo que quiere. No tenía sentido gastar la utilidad del niño ahora. Se encargaría de ese pequeño mocoso después.

The Secret of MissingNoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora