Love You to death. (Vondy)

Capitulo 10

Dul: Por favor...no...no me rechaces tu también...

Se lo decía mientras más lágrimas caían sobre su rostro..

Dul: Por favor..

En ese instante Christopher no pudo ni pensar.
Solo se dejó llevar por ese sentimiento que se abría paso en su interior.
Por la debilidad que le producía verla tan frágil en sus brazos y por esa extraña y repentina necesidad que tenía de probar sus labios, una y otra vez.

Así cedió y rodeó su cintura mientras que su boca atrapaba la suya en un apasionado pero a la vez tierno beso.

No sabía porqué la había vuelto a besar. Realmente no lo sabía.
Solo se había dejado llevar por sus sentidos.
Había mirado aquellos ojos anhelantes, había escuchado ese susurro suplicante...y había visto aquellos labios que le pedían a gritos que volviera a probarlos.

Ni siquiera intentó apagar aquellas voces en su cabeza que le gritaban que no la besara.
Sabía que no debía.
Pero sabía que quería.
Que quería besarla, besarla y no soltarla.
Entonces descubrió que quizás, y sólo quizás si sabía porque la había vuelto a besar.

**

Cuando sintió que el volvía a besarla perdió todo el conocimiento de todo aquello que sucedía alrededor.
No había nada más.
Solo aquella habitación y los dos.
Solo las ganas que tenía de perderse en sus brazos, de olvidar cada lágrima, de sentirlo contra ella, besarlo y no pensar en nada más...

Cuando se separaron los dos se miraron a los ojos durante unos instantes...hasta que él decidió romper con aquel silencio...

Ucker: Ven..tienes que tomar algo..

La agarró de la mano y la llevó hasta la mesa, le puso el sándwich y otro te caliente..

Comió en silencio, mientras el recogía las cosas de la cocina.
Poco a poco fue sintiendo como el sueño le iba venciendo, como las fuerzas le fallaban y sin darse cuenta en que momento ocurrió..se quedó dormida.

Ucker: Dul quieres que..

Se quedó callado al ver que se había quedado dormida.
Se le hizo una visión hermosa.
No quería despertarla pero no podía dejarla dormir sobre la mesa de la cocina.

La cargó en peso y se la llevó hasta el cuarto.
La tumbó en la cama con cuidado y la tapó con las mantas...

Se acercó a ella y le dio un beso en la frente.
Le apartó el pelo del rostro y se fue de la habitación, mirándola una vez más.

Preparó el sofá con unas mantas y se tumbó en él.
No era un lugar precisamente cómodo pero sabía que lo más probable era que esa noche no pegase ojo.

Ya habían pasado tres horas desde ese instante.
Eran las cuatro y media de la mañana y Ucker seguía sin poder dormir.

Pero no era el único, Dul había despertado de pronto, sobresaltada por los recuerdos que habían invadido su sueño.

Se dio cuenta de que volvía a estar en su habitación.
Se preguntó dónde estaría él y salió del cuarto para averiguarlo.