Love You to death. (Vondy)

Capitulo 34.

Los días fueron pasando..

La relación entre Carles y Dul se había estrechado mucho. Los dos eran muy buenos amigos y habían descubierto que tenían muchísimas cosas en común.

Se pasaban gran parte del día juntos, platicando de todo un poco sobre todo aquellos últimos días en los cuales Any y May no dejaban de derrochar miel con Poncho y Santos..

Dul sonreía cada vez que los veía y debía de reconocer que los envidiaba. Ella no podía estar así con Christopher por más que qusiese...le encantaría poderse abrazar a él en cualquier momento, agarrarlo de la mano y salir a pasear por las calles, verlo en un pasillo y besarlo..como si nada ocurriera..pero lamentablemente no podía..

Carles: Ey! Tierra llamando a Dul.

Ella le sonrió. Los dos estaban en un banco en el jardín, cerca de la alberca de la escuela.

Carles: Estás bien?
Dul: Si, si, estaba distraida, perdona.

Carles vio hacia donde se dirigía su mirada..Any y Poncho estaban en la otra punta, besándose.

Carles: Te gusta Poncho?

Ella se atargantó con el jugo que estaba bebiendo.

Dul: Que?

Carles: No sé..no dejas de mirarlos..crei que igual te gustaba o algo..no sé..
Dul: No! Para nada! Es muy buen amigo y me alegro de que esté con Any, me gusta verlos juntos.
Carles: Oh..entonces...que ocurre?
Dul: Nada, solo pensaba..
Carles: Sabes? A veces creo que estás enamorada
Dul: Y lo estoy..
Carles: Si? Nunca me habías dicho.
Dul: Tu tampoco preguntaste-le sonrió.
Carles: Y que pasa con él?
Dul: Pues..de todo-suspirando.

Carles rió aunque por dentro notaba pequeños pinchazos en su interior.

Carles: Eso que quiere decir?
Dul: Pues...que es una persona increible, que me trata como nunca nadie me había tratado..y que lo quiero, muchísimo.
Carles: Y por que no están juntos entonces?
Dul: Si lo estamos..
Carles: Oh..es de la escuela?
Dul: No, no lo es.

Vio como Dul volvía a perderse en sus pensamientos y como le brillaban los ojos.

Se levantó del banco y la miró.

Carles: Tengo que irme
Dul: Estás bien?
Carles: Si si,...este adiós-besando su mejilla.

Los días siguieron pasando y con ellos las noches..

Cada noche se reunían, a veces incluso se quedaban a dormir juntos arriesgándose a que a la mañana siguiente alguien los viese. Pero el amor y el deseo podían más que la consciencia.

Una de esas mañanas que despertaban juntos..

Eran las siete de la mañana, el despertador acababa de sonar.

Ucker la miró, seguía con los ojos cerrados, haciéndose la dormida. Sonrió al verla así. Pasó un dedo por su rostro, recorriendo cada una de sus facciones en un intento de memorizarlas. Ella abrió sus grandes ojos marrones y lo miró.