Capitulo 20.

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Horas después.

Eran las tres de la mañana cuando Dulce despertó.

Miró a su lado. Ucker estaba abrazado a ella, dormido completamente.
Sonrió.

Recordar lo vivido horas antes le producía la mayor sensación de felicidad nunca experimentada.

Encontró la parte baja de su ropa interior en una esquina del dormitorio. Se la puso y por encima se vistió con la camiseta de Ucker.

Fue a la cocina silenciosamente y se sirvió un vaso de agua.

Estaba a punto de beberlo cuando unas manos la rodearon por detrás y unos labios se depositaron en su cuello.

Ucker: Escapándote de mi?

Ella rió e inclinó su cuello hacia atrás, apoyándolo en su hombro.

Dul: Tan solo bebiendo agua..

Dejó el vaso sobre la mesa y se giró, rodeándole el cuello con los brazos.

El la miró detenidamente.

Ucker: Te había dicho que mi camiseta te queda estupendamente?
Dul: Mm creo que no..
Ucker: Pues ahora si...

Se acercó más y la besó lenta pero a la vez pasionalmente.
Subió los besos por su cuello hasta llegar a su oido y susurró.

UckeR: Aunque me gustas más sin ella..

Volvió a apoderarse de sus labios y ella respondió con la misma intensidad.
Las manos de él bajaron por su cintura y le quitó la camiseta. Le acarició la espalda desnuda y le besó los hombros.

La cargó en peso y la llevó a la habitación donde la tendió suavemente sobre la cama.

La miró durante unos segundos, admirándola.

Ella se sonrojó y lo atrajo de nuevo hacia él.
Poco a poco volvieron a consumirse ante el deseo, esta vez sintiendo mayor intensidad en cada roce. Sus cuerpos ya se conocían y ahora se dedicaban a sentir.

Minutos después ella dormía abrazada a él, placidamente.
Los dos estaban muy cansados.

Horas más tarde el despertador del móvil de Dul comenzó a sonar.
Ella lo apagó enseguida.
Lo miró, seguía dormido.

Sonrió mientras lo observaba durante unos segundos.
Después cogió su ropa y se vistió.

Escribió una nota donde le decía que había tenido que marchar a hacer un recado, que volvería al mediodía y se fue.

Cogió un remix y se fue directa hacia el hospital.
Tenía cita en el médico.

Llevaba varias semanas sintiéndose demasiado cansada. Se había desmayado un par de veces, algunas en presencia de Christopher.
Y ultimamente aquella sensación iba en aumento. Mareos, dolores de cabeza, e incluso en un par de ocasiones había sangrado por la nariz.

Supuso que tendría anemia o alguna descompensación de vitaminas así que fue al hospital a sacarse sangre. Hoy le darían los resultados.

Entró a la clínica y esperó su turno.
En su mente viajaban imágenes de la noche que había vivido.
Había sido ternura y fuego a la vez, había sido cuidadoso con ella, la había amado y la había enseñado a amar. Pero lo mejor sin duda, había sido aquel te amo...ahora sabía que nada importaba. Ahora entendía que por el valía la pena correr todos los riegos. Lo amaba, lo amaba intensamente y eso justificaba todo lo demás.

Salió de su ensismamiento cuando la enfermera pronunció su nombre.
Entró al consultorio y se sentó.

Doctor: Buenos días..
Dul: Hola..
Doctor: Vienes sola?
Dul: Si..

Vio el semblante serio del médico y se asustó.

Dul: Por que? Ocurre algo?
Doctor: Si.. o no.
Dul: No entiendo.
Doctor: Verás Dulce..hay ocasiones en que los análisis dicen algo y luego puede que no sea cierto, por lo que es mejor hacer otras pruebas.
Dul: Otras pruebas?
Doctor: Así es..es mejor hacerlas y asegurarnos completamente de qué te pasa.
Dul: Pero va algo mal? Tengo anemia?
Doctor: Me temo que es más grave que eso Dulce..
Dul tragó gordo.

Dul: Más...más grave?

El médico la miró durante unos segundos.

Doctor: No te precipites..necesitamos una segunda prueba para confirmarlo.

Le tendió un sobre y ella lo abrió, con manos temblorosas.
Lo leyó cuidadosamente y sintió como las lágrimas empezaban a pujar en sus ojos.

Dul: No..no puede ser..

Perdió el control sobre ellas y el médico fue testigo del camino que aquella gota de agua salada siguió, desde sus ojos, hasta la fría madera de la mesa.

Minutos más tarde..

Dul paseaba con la cabeza agachada.
Iba rumbo al colegio, pero no era dueña de sus pasos.
El sobre le quemaba en el bolso.

No se podía creer lo que acababa de ocurrir.
En tan solo media hora su vida había cambiado para siempre y sabía que los cambios que podrían avecinarse serían aún mayores.

Llegó al colegio. Se secó las lágrimas y fue directa hacia su habitación.
Con suerte se la encontró vacía.

Fue directa hacia el baño y se encerró en él.
Tan pronto lo hizo comenzó a llorar, sintiendo como las piernas le fallaban cayó al suelo, deslizándose contra la pared.
Nunca le había pesado el cuerpo como en ese momento. Sentía que no podía con el.
Que no podía levantarse.

Las lágrimas se sucedían una tras otra, sin descanso.

Se levantó como pudo y abrió el grifo del agua caliente.
Se desnudó y entró en la ducha, haciendo que sus lágrimas se perdieran poco a poco...


En otro lado...

Ucker se despertó sonriendo, feliz por lo ocurrido.
Estiró el brazo para acariciarla pero se encontró la cama vacía.

Se puso sus boxers y se levantó para ver si estaba en el cuarto de baño, pero no la encontró.
Fue a la cocina pero allí tampoco estaba.

Ucker: Dul?

Volvió al cuarto y se fijó en la nota que había en la mesilla de noche.
Se preocupó y decidió llamarla al celular.

Love You to death. (Vondy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora