La doble vida de Carter Donall

Capítulo 4

Carter termino de apagar las luces de la cocina y subió las grandes escaleras de mármol de la lujosa casa que tenia. Escuchaba los leves murmullos de su esposa y su suegra venir de la puerta principal. La cena había resultado tranquila y muy corta a su parecer. De todos modos la mama de Carol solo había venido de visita como semanalmente lo hacía. Carter no tenía nada en contra de sus visitas, todo lo contrario resultaba entretenido la visita de una señora tan divertida y bien parecía como era la señora Careen.

Después de apagar las luces del pasillo, encendía las del dormitorio principal y poco a poco fue desajustando su perfecta corbata. Por una fracción de segundo pensó en Julie. De vez en cuando le ocurría eso en su casa. Su mente ya había asimilado que como estaba casado, permitirse pensar en su amante en su propia casa era algo fuera de lugar y es por eso que casi nunca lo hacía. Esa fracción de segundo era común. De vez en cuando como todo hombre y la mente pervertida, se le daba por alguna fantasía sexual e involuntariamente aparecía Julie en ella.

Se escucharon los tacones de taco bajo de Carol ascender por las escaleras y poco tiempo después de caminar por el pasillo hasta entrar por la puerta de roble de la habitación. Sus rulos castaños siempre peinados en una cola baja y sus castaños ojos adornados por sus pequeñas y revueltas. Con esa gran y blanca sonrisa sonrió hacia Carter, quien ahora sentado en la cama se desabrochaba la camisa blanca.

- Ya se fue – pauso ella caminado lentamente hasta donde él estaba - Ahora que estamos solos quería comentarte algo – sonrió ligeramente sentándose al lado de Carter –

- Claro mi amor ¿De qué quieres hablar? – Carter dejo de lado lo que estaba haciendo y se dispuso a mirarla con atención-

- Sabes de ante mano que desde que nos conocimos me gusta trabajar y tener un ingreso de dineros. No me gusta que mi marido sea el que paga todo, el que tiene que trabajar arduamente y tampoco me gusta sentir como yo soy la ama de casa que lo único que hace es quedarse en casa sin mucho que hacer y bueno...

- Carol, cariño. Estamos casados y me case contigo porque quiero cuidarte, mantenerte, darte todo lo que me pidas, no entiendo cuál es el problema.

- El problema es que yo no quiero eso, por eso estoy pensando trabajar – sus ojos castaños se incrustaron en los de Carter y luego bajo la cabeza buscando la manera de hablar con él con más claridad-

Por otra parte a Carter se le congelo la sangre, como había dicho Will, Carol estaba pensando trabajar en la compañía y no solo eso, si no ser su secretaria. Pensó en Julie automáticamente. Ella siempre iba todas las mañanas esperando la hora de poder ir hasta su trabajo. Recordó también en ese instante las ocasiones cuando Carter iba y se encontraba con ella a solo una cuadra del trabajo donde rápidamente se dirigían al hotel de por allí. Todo se le estaba derrumbando y no lo podia permitir. Estaba dispuesto a seguir con su doble vida por un tiempo más.

- ¿Qué quieres decir cariño? – pregunto Carter con angustia –

- Que podría trabajar en tu empresa – amplio una sonrisa para poder destensar el momento- como tu secretaria – tomo las manos de su esposo y las apretó junto con las suyas - ¿no te parece una grandiosa idea?

- Carol... - Carter removió sus manos y se pudo de pie con las cejas fruncidas en preocupación – Tienes que tomar en cuenta que no me gusta mezclar el trabajo con mi matrimonio – se volteo a verla con la expresión más suavizada – Preferiría que te quedaras en casa o salieras con tus amigas, o de compras, lo que quieras pero no dentro de mi ambiente de trabajo

- Pero cariño yo no quiero ser la esposa mimada que solo compra cosas que no sirven y se da los julos que no son necesarios – Carol se paró junto con él y trato de posarse a su lado, tratando de mostrarle una señal de cariño – quiero comenzar a trabajar