She's Emily| Teen Wolf | [Por editar]

Dix

Me removí inquieta en la camilla del hospital en la cual me encuentro tendida como un muerto. Llevo más de dos horas esperando que algún Doctor venga a la habitación y me diga qué demonios pasa con mis oídos... ¡Oh cierto! Olvidé mencionar el porqué estoy en un Hospital. Bien, yo estaba caminando a la entrada de la escuela feliz de la vida porque la primera hora tengo Inglés donde puedo dormir, el punto es que cuando caminaba directo a los pasillos sentí un dolor horrible en mis oídos. No le di mucha importancia pensando que se aproximan bacterias del resfrío a mi salud, por lo tanto seguí normal hasta llegar a mi taquilla donde me desplomé en el piso con mis oídos sangrando ¡Fantástico! ¿no? Todos en el pasillo me miraron horrorizados y no me ayudaron, aquellos malditos infelices con hormonas de aquí para allá se quedaron observando como sangraba de mis oídos ¡ni siquiera me podía poner de pie! Sin embargo una chica me ayudó, ni el idiota de mi mejor amigo estaba presente, por lo cual esa chica me llevó hasta la enfermera de la escuela y de allí me llevaron a un hospital.

En fin esa es mi triste historia, donde aún espero un Doctor o a que mi madre llegue y me saque de aquí. Hablando de madres, la puerta de la habitación se abrió dejando ver a una enfermera que reconozco como la madre de Scott, a Malia y Liam.

— Que sea rápido— La señora McCall cerró la puerta dejando a mi hermana y al Beta en la habitación.

— ¿Qué ha pasado?— Malia se acercó a mi algo nerviosa y Liam solo agitó su mano en forma de saludo.

— Liam tapa tus oídos ¿Si?— El casi rubio frunció su ceño y puso sus manos en sus oídos — ¿Te llega la menstruación?

— No preguntes esas cosas — La coyote me regañó.

— Como sea, me ha llegado la menstruación por los oídos, en vez de un cerebro tengo un útero en mi cabeza.— Alcé mi cabello dejando ver la sangre ya seca que corrió por mis oídos.

— Santa...¿Qué sucedió con tus oídos?— Liam quitó sus manos de sus oídos y se acercó a mi tomando mi rostro el cual giró observando mis oídos.

— Si supiera no estaría acá— Dije irónica.

— ¿Y?— Malia me miró esperando que continúe relatando mi suerte en la salud.

— El Doctor aún no viene con la información de la posible enfermedad en mis oídos...— ¿He dicho que mi suerte es la mejor? Pues el Doctor a ingresado a la habitación y ahora tendré que dar alguna explicación de que demonios hacen Malia y Liam aquí.

— Liam ¿Qué haces aquí?

Miré al Doctor de tes morena y luego a Liam como en un partido de Tenis, el recién nombrado miró al Doctor con una sonrisa falsa.

— Venía a ver a mi novia— Liam se acercó a mi entrelazando sus dedos con los míos.

Cliché.

— ¿Qué demonios haces?— Murmuré con enfado.

—¿Y ella quién es? — Esta vez las miradas eran dirigidas a Malia.

— Mi cuñada— Pude notar como Malia quería golpear a Liam de tanta estupidez que salió de su boca.

— Oh claro, ¿podrían dejarnos a solas?— Pidió el médico, Malia me dio una última mirada y salió de la habitación, mientras que Liam se acercó a mi de una forma más afectiva besando mi frente, antes de que se separe me apresuré de tomarlo por la nunca y acercar mi boca a su oído.

— Escúchame bien chico con pulgas, como vuelvas a hacer algo como esto juro que le pondré acónito a tu comida y no me importa las futuras amenazas por parte de tu manada— Susurré, luego de esto fingí una sonrisa y Liam salió.