She's Emily| Teen Wolf | [Por editar]

Trente et un

Parte de la manada del Verdadero Alfa se reunió en la biblioteca de la Escuela Secundaria de Beacon Hills, donde la manada discutía que hacer con la Bestia en el partido benéfico del día de hoy. Después de varios minutos llegaron al acuerdo de cancelar el partido, pero el Verdadero Alfa recordó otro problema y ese es Emily.

— ¿Qué haremos con Emily? Ella puede encontrar alguna forma de que el partido no se cancele y así dejar que la bestia intervenga. — El moreno vio con preocupación a sus tres amigos que forman parte de su manada.

— Hay que encerrarla en el armario del conserje hasta que el partido se cancele y todos se vayan — Sugirió Stiles.

— Esa no es una buena idea. — Apareció el vampiro que al parecer ahora se les unió a la manada de Scott McCall — Yo me encargo de ella, no se preocupen.

— ¿Cómo? — Preguntó con interés el Beta.

Tom sonrío y guiñó uno de sus ojos, para luego girarse y marcharse de la biblioteca.

— ¡Oye! ¡No te acostarás con ella degenerado! — Exclamó el de lunares llamando la atención de las personas dentro de la biblioteca y provocó la risa de su mejor amigo.

🔹🔹🔹

Emily.

La noche del partido llegó y yo me preparé para mi venganza junto a la Bestia. Guardé lo necesario de armas en mi cuerpo que fue cubierto por un abrigo largo y negro, oí el timbre de mi casa y fui a abrir.

Cuando abrí la puerta de mi casa vi a Jace, Alex y Tyler.

— ¿Qué hacen aquí? — Pregunté dejándolos pasar dentro de mi casa.

— McCall planea cancelar el partido — Soltó Jace.

— ¿Y qué consigue con eso? — Reí sin gracia alguna.

— Consigue que los periodistas se marche haciendo que la bestia no asista al partido y así nadie muere esta noche — Explicó la chica a mi izquierda.

— Gracias por avisarme. — Dije y abrí nuevamente la puerta — Ya pueden irse.

— ¿Qué? No, nosotros queremos ayudar. — Dijo Alex.

— Yo no, pero mi hermanita me obligó.— Dijo con una mueca Tyler.

— ¿Qué les dio por ayudar? ¿De qué lado están? — Cuestioné cruzándome de brazos en mi lugar.

— ¿De qué lado estás tú? — Jace me miró directo a los ojos, recordaba esos ojos alegres y ahora solo veo tristeza.