Creo en tú palabra

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-Mis sentimientos son tan reales y sinceros, te amo.

Afirme antes de volver a besarla pero ahora con delicadeza, bajo rápidamente a mi hombro después de unos segundos, besándolo lentamente la piel que pudo descubrir de la ropa, su respiración no tan agitada sobre mi piel hacía cosquillas relajantes.

-Quiero estar contigo...

Volvimos a mirarnos, tomando mi mano y guiándome a la habitación que parecía al encontrarla como si ya estuviéramos aquí antes.

-Es más una necesidad...

Estábamos detenidas bajo el marco de la puerta, me dejo para caminar de reversa riendo dulcemente, subió a la cama sentándose casi en medio con las piernas cruzadas, me invito con su dedo índice.

-Se supone que es domingo familiar...

Camine lentamente hasta el lugar cerrando la puerta detrás mío, subiendo a la cama con la misma velocidad.

-Nos tenemos una a la otra, eso también es genial.

-Cierto, no era mentira el que mi hogar está completo...

Llegue a la cercanía en la que le pude robar un beso antes de ponerme en la misma posición que ella, estando frente a frente. Todo estaba tenue mente iluminado por las luces de los edificios que se veían por la gran ventana dentro de dicha habitación.

-Creó en tú palabra...

-Lo sé, solo me gustaría demostrártelo.

Sus yemas acariciaban lentamente por encima de mi mano, subieron por todo mi brazo hasta mi mejilla junto con sus ojos.

-Tenemos el tiempo suficiente.

Sonreí, su mirada era tan tierna que podía derretir a cualquiera, igual estaba en una seriedad que tranquilizaba, se quedó así por unos segundos al parecer perdida en sus pensamientos mientras me propinaba el gesto, luego se acercó lentamente inclinándose para besarme, tan suave que sus labios parecían terciopelo al tacto. Apreté delicadamente su cintura para darle las indicaciones empujándola un poco para que se recostara sobre la cama, quedando en ese encaje que tanto me gustaba; arriba de ella mientras nuestros labios seguían trabajando, las más sensibles marcas en su cuello que estaba tratando hacer me entretuvieron para que ella tratara de comenzar a desvestirme.

Esa blusa negra de botones fue deslizada por mis brazos en instantes, de igual manera mis mallas estaban a medio camino, un suspiro de desesperación soltó.

-¿Qué pasa?-Susurré, seria, veía un poco de su rostro en la oscuridad.

-Te mueves lento cariño.-Quito unos cabellos de mi cara antes de curvar sus labios levemente.

-Siento si no lo estas disfrutando...

-No es eso, debemos ir a la par...

-Entiendo...

Baje mi mirada a sus pechos, buscando por donde empezaba el fin de la ropa y quitársela, deje igual la parte de sus piernas a la mitad de desnudas, besando su abdomen con labios mojados hambrientos en sí.

-A veces olvido, que eres mi pequeña Taeyeon....

Levante la vista con semblante dudoso, se sentó para poder dejarme abajo, se ocupó mordiendo un poco la aérea donde yo antes igual trabajaba para acabarme de desnudar, al tener lo que quería subió al ritmo que sus dedos eran introducidos en mí, juntando nuestros labios, jugando con nuestras lenguas de una manera diferente, despacio, lento, como quieran llamarlo.

Me asuste un poco al escuchar un trueno, comenzaba a llover, abrace su cuello apegándome a ella por el estruendo, pude sentir sin ver como sonreía, le encantaba tanto como a mí, mordí su hombro y parte del cuello, el otro brazo de ella me rodeo la cintura para hacer esfuerzo y dar los últimos tirones, descansando del movimiento que hizo sin cesar, ahora solo hacía círculos invisibles; una vez sus dedos fuera de mi cuerpo, la termine de desnudar, se tomó con ambas manos del respaldo de la cama, sus expresiones eran excitantes cuando ya me dedicaba a hacer lo mismo que ella en esa posición que también me daba espacio para darle satisfacción a sus pechos, el agua corría al igual que como ella lo estaba haciendo, terminando se dejó caer sentada en mi vientre haciéndose un poco para atrás quedando nuestras pelvis cerca, sus movimientos incrementaron, solo nos hacíamos llegar al clímax, no negaremos que no era bueno de igual manera, para sostenerse era ahora mis pechos los que estaba siendo estrujados con sus manos, satisfactorio resultaba todo esto.

-D-Déjame ayudar...

Jadee cambiándola de posición para posicionarme entre sus piernas y secar todo aquel lugar, sus manos me pedían que me acercara más a esa región, con gemidos hizo que aumentara mi velocidad, acabando probo del jugo directamente de mi boca.

Estar con ella, podíamos hacer lo mismo, pero sentía cada vez diferente.

Quedamos en un encaje tierno enredadas en las sabanas des-tendidas de mi cama por varias situaciones antes pasadas, la rodeaba con mis brazos sintiendo su calor y algo de sudor, mientras su perfume me embriagaba dulcemente, estaba cansada y mis brazos junto a muñecas dolían un poco.

Dear Mom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora