Help ; D.S.

31. Que lindo regalo de cumpleaños iba a tener.

Aleska

- ¡Ayuda! -grité apenas desperté. Mi último recuerdo fue, una señora acercándose a mí, gritando un nombre que no recordaba. Me encontraba sola en una habitación totalmente blanca; traté de hacer memoria, hasta que un chico de cabello marrón y tez pálida entró y se sentó en una silla que estaba a mi costado.

- Al fin despiertas -dijo él tomando su cara entre sus manos.-, realmente nos tenías preocupados.

- ¿Tenías? -pregunté. Él se estaba hablando en plural.

- A mí, y a Rossye. ¿Acaso no recuerdas que te desmayaste en la farmacia?

- ¿Rossye? -pregunté frunciendo el ceño. Bajé la mirada a mi brazo, y tenía muchas ajugas conectadas a este. Él suspiró.

- Supongo que debo presentarme, y explicarte lo que pasó. Soy Jakub, y la historia de cómo te traje aquí es simple, tú entraste a la farmacia con el brazo lleno de sangre, pediste algunas cosas, pero Rossye no te hizo caso. Luego caíste, ella me llamó, y cuando llegué tú ya estabas inconsciente. -Jakub alzó y bajó sus hombros.

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

- Unas cuantas horas. ¿Tienes algún familiar que pueda venir a acompañarte?

- Ellos... ¿En qué hospital estamos?

- En el único de la ciudad, o al menos sólo sé que hay uno.

Suspiré y me acomodé en la camilla. - Mi madre y mi hermano... Ellos también están internados. ¿Tú...? ¿Tú crees que podrías hacerme un favor, y preguntar por ellos? Son Anna y Liam Brenner.

Jakub suspiró y negó con la cabeza. - Lo siento, ya es algo tarde, y tengo que volver a casa. -él se puso de pie y señaló unas pocas cosas tiradas en la esquina de la habitación.- Eso es lo que llevabas cuando te encontré. -Jakub me alcanzó lo que era mi celular y algo de dinero.

- Gracias Jakub. -él asintió y salió de la habitación. Marqué en mi celular el número de Anna, y le expliqué con tranquilidad que estaba en el hospital. Luego, un doctor entró a mi habitación.

- Qué sorpresa verla por aquí, señorita... ¿Brenner? -fruncí el ceño.- Veo que no me recuerda. Usted vino ayer, yo atendí a sus familiares.

- Ah. -fue lo único que dije.

- Bueno, como la razón por la cual está aquí no es tan grave, y viendo su situación, el seguro que usted y su familia tienen cubrirá todos los gastos. Un enfermero vendrá a atenderlo dentro de un rato, y mañana podrá salir. Perdiste mucha sangre, así que te hicimos una transfusión igual a la de tu familiar. Personalmente, creo que...

Él fue interrumpido porque Anna y Ben entraron a la habitación, ambos lucían preocupados.

- ¡Aleska! -exclamaron al unísono. Yo traté de sonreír.

- Nos tenías muy preocupados. -preguntó Anna.- ¿Qué te ha pasado?

- Ella se ha desmayado, señora...

- Gotrien, doctor. ¿Quién la ha traído aquí?

- Un joven llegó con ella y una señora mayor. La señora se fue en el momento en el que pusimos a la jovencita en la camilla, y el otro chico se quedó por un rato. -Anna me miró de forma extraña.- Los dejaré hablar -el doctor suspiró y salió de la habitación.

- ¿Sabes el nombre del chico que te trajo aquí? -preguntó Ben mientras Anna se sentaba en la silla de mi costado.

- Jakub.

- Pues, si lo encuentras de nuevo, le agradeces. He mandado a Ben a buscarte por toda la ciudad...

- Literalmente. -interrumpió él, bufando.