El trato

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Narra Leo

-Leo- Escuchaba aquella dulce voz -Leo-
Comencé a abrir mis ojos poco a poco. Todo estaba muy borroso pero logré distinguir el bello rostro de aquella niña de cabellera oscura, vestido naranja y listón verde, hablándome de una forma angustiada

-¿Xóchitl?-Pregunte con voz débil

-L-Leo pe-perdón es-esto es mi culpa- Habló ella mientras algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas

-No Xóchitl esto no es tu culpa-Trate de consolarla pero era en vano. No podía perdonarme esta vez juré que la iba a proteger y no logré mantener mi promesa ni siquiera por 2 días... ahora todos estamos en peligro ¿Dónde estaba yo cuando me necesitaba?, ¿Por qué siempre es ella la que tiene que pagar por mis errores?...

-Pero miren quien despertó, el niño más valiente de Puebla jajajaja- Una voz inconfundible para mi se escuchó resonar desde las sombras

-Esa voz.....tu- Dirigí mi visita a dónde provenía y me encontré con esa rata traidora.......-¡¡RICARDO!!-

Con Valentina.........

Narra Valentina

La rama se rompió y me dejo caer a aquel abismo, esta vez Santiago no podría salvarme como aquella vez cuando éramos niños, me protegió e incluso se llevó la peor parte solo para protegerme ¿Pero qué más daba? No tengo a nadie en este mundo mis padres murieron, mis amigos me abandonaron, mis tíos probablemente me envíen a España cuando regrese y no me imagino una vida sin Santiago además de que no fui capaz de protegerlo ¿De que servía seguir viviendo?... Sentí que las sombras me consumían, estaba perdida... ¿o no?

-¡¡¡VALE!!!- Logre sentir un agarre que detuvo mi caída. Aquella voz me sacó de mis pensamientos y al dirigir la mirada hacia la voz me encontré con esos ojos grises que anhelaba contemplar una vez más -Vamos no me dejes todo a mi ¡sube!-

-Gato...- De tan solo escuchar su voz mi duda se aclaro. Vale la pena vivir por las personas a las que amas, por que no importa que tan solo te sientas siempre va a haber alguien que te va a brindar todo su apoyo, aunque creo que estoy celebrando muy pronto. La pequeña piedra que me brindaba impulso se derrumbó y esta vez la caída era libre, no había ni una sola rama en lo que quedaba del abismo y al final no había un cesto de plumas esperando mi caída si no un montón de rocas afiladas -¡¡¡NO ME SUELTES GATO!!! ¡¡¡Por favor no me sueltes!!!- Repetía una y otra vez con el corazón en la mano esperando la ayuda de mi amigo de la infancia

-¡¡¡NO TE VOY A SOLTAR VALENTINA!!!... calmate confía en mi no te voy a soltar- Hablo aquel niño mientras mis ojos se cristalizaban e intentaba controlarme para no entrar pánico sin embargo mis intentos eran en vano de verdad estaba asustada -Mirame  Valentina- Exigió aquel niño de cabellera oscura-Escuchame bien... No te voy a soltar, pase lo que pase... no te voy a soltar ¿Entiendes? Miarme a los ojos Vale- Yo obedecí- Confía en mi no, te voy a soltar, ahora...a la cuenta de 3 vas a comenzar a escalar con mi ayuda-

-P-Pero ¿y-y si me resbalo?-

-No te vas a resbalar... yo voy a estar Cuidándote pero necesito que confíes en mi ¿Puedes?- Aun nerviosa asentí y seguí sus instrucciones -1...2...3-

Ante escuchar este ultimo numero puse todas mis fuerzas en comenzar a subir por las resbaladizas rocas que me rodeaban sin embargo las rocas que estaban sujetando a Santiago comenzaron a aflojarse

-Sueltame- Hable mientras agachaba la mirada

-¿¡¡Q-QUE!!? primero me pides que no te suelte y ahora me pides esto- Se quejo el chico aun sin soltarme

La Leyenda Del ChupacabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora