07: La última carta.

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Cuando mi madre subió las escaleras y entró a mi cuarto soltó un sonido extraño de sorpresa y comprensión.  Seguramente no esperaba encontrar a su hijo, adulto, independiente y exitoso, llorando desconsoladamente sobre la cama. 

Mis ojos dolían y estaban tan hinchados que apenas lograba mantenerlos abiertos, mientras repasaba una y otra vez las letras escritas que me estaban rompiendo el corazón. Mi madre se sentó junto a mi y tomó las cartas de mis manos suavemente. Cuando mis ojos pesados lograron enfocarla, me eché a llorar en sus brazos, mis sollozos llenaban la habitación y mi mamá susurraba palabras dulces mientras me acariciaba la cabeza; de la misma forma que cuando era un niño. 

-Por dios ¿qq.ue he hhecho?- me lamentaba sollozos -¿cómo pude...yo...cómo?

-Shhh, tranquilo Mitch...estás cansado, el viaje fue largo ¿qué tal si duermes y hablamos mañana?

Tenía los ojos pesados y el cansancio en conjunto con mi llanto descontrolado se traducían en sueño con el paso de cada minuto.  

-No.  Aún queda una- Dije señalando el contenido del pequeño cofre de madera. -¿Por qué, mamá, por qué no me dijiste...por qué no me detuviste?

-Hijo, no puedes seguir leyendo así. Descansa y mañana continuas...-  Sus caricias en mi cabello efectivamente me tranquilizaban -Sabes que lo intenté, cuando lo decidiste; pero era tú decisión, solo tuya. Todo lo que has logrado ha sido gracias a tu esfuerzo, a todo el trabajo duro de años.  Claro que vale la pena, corazón. Las giras, los fans, ganar un grammy a tu edad! vivir de lo que amas. Todo ha sido gracias a tu trabajo. Pero ahora necesitas hacer otra importante decisión...no puedes seguir viviendo con el pasado persiguiéndote siempre.



No sabía qué decir, así que no dije nada. No supe cuándo  el sueño y el cansancio fueron más fuerte, pero en algún momento cerré los ojos y luego pesaban mucho como para volver a abrirlos. Maldita sea! no quería dormir, quería leer la última carta...la últimas letras de él que eran para mi.











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