09: La llamada.

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Cada palabra era un puñal que me clavaba directamente en el corazón. Me costaba respirar y estaba más agitado que nunca.

No podía ser verad.

Yo, que me jactado toda mi vida de ser una buena persona, que intento hacer siempre buenas acciones, he sido un maldito desgraciado con la única persona que me ha amado de verdad, con la persona que se merece toda la felicidad del mundo, el ser más dulce y compresivo que existe. Yo, Mitch Grassi, lo destruí.

Llevaba toda la mañana llorando. Intermitentemente, mi madre me obligó a comer algo, pero no logré salir de mi habitación. El mundo era demasiado para enfrentar. En la tarde, mis padres salieron, solo entonces trasladé mi miserable existencia al sillón de la sala. Sin soltar en ningún momento las cartas, esos tesoros que eran solo para mi, esas letras que me perseguirían por el resto de mi vida, matándome en el camino.

No me di cuenta del momento en que mi teléfono acabó en mi mano, pero ya había marcado esos números que estaban escritos permanentemente en mi memoria, esos mismos números que bailaban en mis dedos cada vez que tomaba mi teléfono, durante años... Quizás debí preparar algún tipo de discurso, algo lleno de disculpas y explicaciones, pero antes de poder detener esa locura, al tercer tono, contestó.

- ¿Aló?- su voz tan cálida como siempre...mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas.

-Hola- Dije, en apenas un susurro.

-Mitchell- Su voz sonó como un débil suspiro a otro lado de la línea.

Mi corazón casi se detuvo. Tres años, seis meses, doce días y millones de kilómetros recorridos; y bastó mi 'Hola', esas cuatro letras para que supiera que era yo. ¿Cómo?.. por supuesto, él sería capaz de reconocerme.

No tenía idea de lo que estaba haciendo, mis manos temblaban y las lágrimas corrían silenciosamente por mi rostro. Él esperó, no dijo nada más y no me interrumpió en ningún momento cuando las palabras empezaron a salir atropelladamente de mi boca.

-Quiero decir tu nombre... No lo he dicho en más de tres años- Tomé una respiración profunda y suspiré -Scott. Perdón por llamar...no sé qué estoy haciendo ¿qué estoy haciendo?! no tengo las respuestas. Soy tan estúpido.- Otro sollozo me interrumpió, pero él no dijo nada, si no hubiera sido por su respiración lenta al otro lado de la línea hubiera pensado que se había cortado la llamada.  -Ni siquiera sé qué decir ahora, además de 'lo siento'...Scott, no sabes cuánto lo siento. Sabes que siempre quise cantar y amo mi carrera, pero si pudiera volver el tiempo atrás, lo haría todo diferente. Pensé que si no manteníamos contacto, todo sería más fácil, pero estos años han sido una locura sin ti. Maldita sea, soy tan egoísta! no debería estar llamándote, no después de que tú decidiste ya no quererme más, debería aceptar mis malditos errores y sufrir en silencio...leí tus cartas, mi madre las guardó. Nunca pensé en volver...porque sabía que si volvía y te veía aquí, en nuestro pueblo, no sería capaz de volver a irme, no sería capaz de darte la espalda otra vez, porque morí por dentro cuando me marché. Perdón por llamar, no pido nada, sé que no merezco ningún tipo de consideración, solo quiero decirlo, porque he vivido todos estos años en silencio, negándome hasta a decir tu nombre     - Entonces la verdad salió de mis labios  -Me encerré en mi propio discurso de querer libertad, pero lo cierto es que jamás he sido más libre como cuando entendí que soy completamente tuyo.


Silencio.

Ni una palabra.


Cuando por fin escuché su voz en el teléfono, no estaba cargada de odio ni rencor, no gritó ni me recriminó nada...sólo una frase.


-Mitch...Voy a cortar ahora.


Entonces sonó un suave Bip y la línea estaba muerta.   

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