Capítulo 27: Corazones rotos

434 70 14
                                    

Cuando amas y pierdes a esa persona, el corazón duele, está roto. Las heridas se cierran y cicatrizan pero están ahí, él lo sabe. Lo peor es cuando te arrebatan a esa persona por segunda vez.

Los ojos rojos del vampiro Ancestral miran con disgusto la bóveda.

― ¿Dónde está? ― pregunta Thaiel al cuidador.

― El cuerpo desapareció esta mañana señor... nadie vio nada.

― ¡¿Cómo que nadie vio nada?! ¡El cuerpo de Sasha estaba aquí ayer! ― grita desesperado y el piso se mueve por las emociones descontroladas del vampiro ― encuentra al culpable y tráemelo ― ordena con todo el odio que se puede ver en sus ojos. El cuidado asiente y se retira ― ¿Por qué molestar a los muertos? ― exclama angustiado y una lagrima se le escapa ― ¿Por qué? Tenías tanto por vivir, Sasha y aun no sé quién es el culpable ― apoya su mano en la lápida ― pero mi plan está en marcha ― pronuncia con seriedad ― nadie se va a escapar de mi venganza...

~~~

Mientras tanto, en los puestos de batalla, todos se preparan para un nuevo ataque y Natalie seguía buscando a Noir.

― Einer... ¿Has visto a Noir? ― pregunta preocupada.

― ¿Eh? No ― dice el amigo ― es cierto, yo tampoco lo he visto desde ayer...

― Espero que este bien... ― suspira.

― ¡Seguro que lo está! Es de Noir de quien estamos hablando ― sonríe.

― Si tú lo dices...

― Yo sé lo que digo ― exclama con confianza.

~~~

El nombrado camina por el bosque, pensando demasiado.

<< Biulit es Natalie... si Biulit recuerda... >>

Se detiene al visualizar a alguien.

― Bast... ― se sorprende.

― Tengo que pedirte un favor, pero no tengo mucho tiempo.

Frunce el ceño.

― A mí no me engañas... Reo.

Sonríe y vuelve a su forma original.

― Un poco de este elixir y se puede hacer cualquier cosa ― se ríe ― Berenice es muy inteligente para ser la última que toco la piedra prohibida.

― ¿Qué buscas, Reo? No estoy con Biulit...

― Viendo que no pude engañarte para encontrar a tu hermana sirviente, ahora sí, si estoy buscando a Biulit.

― ¿Mi hermana sirviente? ¿Hablas de Marilyn?

― Se me escapo ¿Puedes creer? Cuando se entere Bast, se me va a escapar también... ¿Triste, no? Parejas separadas, pobre tragedia.

― ¿Bast está en tu frontera? ― pregunta confundido.

― Exacto, está encerradito en la guarida de los arácnidos ¿Vas a ir a avisarle? ― lo desafía.

― Los problemas de Bast, son problemas de Bast, si él no me quiere en su vida no es mi problema ― exclama enojado.

― Noto un tono de... ¿Rencor? ― se emociona.

La sangre que corre por mis venas (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora