El Amor ¿Que Es Eso? (Editada)

Cap 16 "Fiesta"

Me desperté porque mi estómago me lo exigía, me acosté al llegar del aeropuerto y no había comido nada, miro la hora y son las 9, veo que tengo un mensaje y lo reviso era Bell, me dijo que vendría por mí en dos horas para ir a ¿una fiesta?, veo la hora en que el mensaje fue recibido y solo me queda media hora.

Bajo a la cocina, y de comer hay pasta, no es que me encante pero me dispongo a comerla.

Termino y subo a darme una ducha, después de buscar un rato me decido por un pantalón blanco y una blusa con algo de brillo, unos zapatos con algo de tacón y me maquillo un poco dejando mi cabello suelto.

No soy de fiestas pero necesito un poco de ánimo.

Bell llega puntual, me despido de mis padres y salgo.

—¿Qué celebramos?—le pregunto cuando el empieza a conducir.

—Un amigo celebra su cumpleaños, pero tú y yo celebraremos que terminaste el semestre.

—¿Hoy no diste clase de música?—Le pregunté.

—Dia libre—me dijo, y yo asenti.

—Gracias—le dije después de un rato.

—¿Por?—preguntó mirándome de reojo pero con la mirada en el camino.

—Qué se yo, por tratar de entretenerme—le conteste.

Él se encogió de hombros y sonrió de manera tierna

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Llegamos a una casa, grande, como pensé no tolere la multitud de gente y el olor a alcohol, así que estoy en una esquina fuera de la casa, mientras Bell busca algo de tomar, le dije que no me gustaba el alcohol así que optó por refresco para ambos.

—¿Me tarde mucho?—me preguntó pasándome un vaso con refresco y sentándose a mi lado.

—El tiempo suficiente para darme cuenta de que debo irme o sino te arruinare la noche.

—No te preocupes - dijo tomando de su vaso.

Nos mantuvimos un poco hablando de trivialidades, no sé por qué pero estar con Bell me hace bien.

—¿En serio no te estoy aburriendo? No sé tú deberías de estar con tus amigos disfrutando—le digo una vez más.

—Te digo algo?, tampoco soy de fiestas—me dice—a veces vengo por compartir, pero esto no es lo mio.

—Somos dos—le dije sonriendo.

Él también se rió.

—Si quieres nos vamos, que se yo a un sitio más tranquilo, es más—dice parándose—vamos te llevare a un sitio genial.

—Ok—le digo poniéndome frente a él—pero primero tienes que decirme dónde está el baño.

Bell me dio las instrucciones de un baño que había en el jardín, al parecer había venido antes aquí.

Busco el baño y cuando llego escucho voces, me doy la vuelta para irme, pero escucho más claramente lo que dicen y como curiosa que soy me dispongo a escucharla.

—Te...quiero tanto - dice el chico, por su voz supongo que está borracho.

—¿Y a...ella?—le pregunta la chica ella también estaba ebria.

—A ella nunca la quise, yo siempre te quise a ti, ella solo fue un juego, te lo juro, cuando estaba con ella siempre pensaba en ti, nunca de verdad nunca la tomé en serio.

—¡Mentiroso!—le gritó ella, y escuché como se acercaba a la puerta, trate de irme pero fue inútil, la puerta se abrió alcanzando a ver quiénes salían detrás de ella.

—¿Valentina? ¿Brad?—dije con un nudo en la garganta.

—Baby mi vida—dijo Brad tratando de acercarse.

—Supongo que hablaban de mi—dije alejándome de él.

—Lo siento—dice tambaleándose y riendo.

—Son unos.... —no alcanzo a terminar la frase porque las lágrimas ya piden salir así que salgo corriendo, no pienso derrumbarme delante de ellos, siento como me siguen pero no me importa, llegó donde Bell y me acercó a el.

—Sacame de aquí—le susurro al oído.

—Si ya nos.... ¿qué te pasa?—dice al notar que estoy llorando.

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No alcanzo a hablar porque Brad lo hace

—Ahora sales con mi amigo—dice acercándose a nosotros.

—No somos amigos—le dice Bell aparentemente tranquilo.

—Claro, como ahora estas con mi novia—dice Brad.

—Ex-novia—lo corrijo.

—Eres una...—no termina de decir lo que va a decir, porque Bell estampa su puño en su nariz, Brad cae al suelo, por un momento pensé que estaba inconsciente pero rápidamente se recupera y le lanza un puñetazo a Bell, pero su falta de equilibrio hizo que falle, la gente comenzaba a acumularse, Bell iba a pegarle de nuevo pero se lo hago imposible cuando me acerco a él.

—No vale la pena, está borracho—le digo poniendo mis manos en su pecho.

—Te llevare a tu casa—me toma de la mano y salimos de ahí.