Por una parte, me siento aliviada. He logrado terminar todos mis proyectos finales, a excepción del ensayo de literatura. Aún así, me relaja saber que el resto están listos para su entrega, pues los demás días puedo dedicárselos exclusivamente al ensayo y ¡adiós, bachillerato!
Seré libre.
Me alejaré de todas esas personas tan horribles que nos acompañan.
Es lo que más añoro ahora.
La pantalla de mi celular se ilumina y la miro de reojo para encontrarme aquella notificación que últimamente me ha causado pesadillas. El Instagram de "Triángulo de Zorras" ha hecho una publicación.
Tomo un profundo respiro y mi mano tiembla un poco mientras se dirige a tomar el celular. Lo desbloqueo con mi rostro y una buena foto de nuestro día en el parque de diversiones donde las tres nos vemos inigualablemente felices, aparece con la leyenda: "Si a ellas no les da cargo de conciencia todo lo que hacen, a nosotros tampoco. #siemprezorras #Perrassincorazón #triangulodezorras ".
Mi ceño se frunce.
¿Qué les sucede?
Neta, ¿qué les sucede?
¿Cómo es que está bien querer arruinar la felicidad de las personas cuando no se están metiendo con nadie en lo absoluto?
El coraje invade cada parte de mi cuerpo porque no lo siento justo.
Nada de esto es justo.
Malditos inmaduros de mierda que solo tienen el objetivo de joder la existencia de otros.
Aviento el teléfono con la rabia corroyendo mi interior. Tengo ganas de vengarme, de hacer cualquier cosa en contra de los cobardes que se esconden en el anonimato, pues estoy segura de que tienen más pecados que nosotras juntas si se atreven a estar martirizando de esta manera a personas que no les han hecho nada.
Camino de un lado a otro en mi habitación hasta que la molestia desciende y la racionalidad se hace presente... ¿o no tanto? Miro mi celular de reojo y muerdo mi labio inferior dudosa, en una lucha interna que va de marcarle o no.
No, no puedo marcarle.
Pero sí le mando un texto.
Un texto no correspondido.
*
Suelto un suspiro lleno de tristeza, preocupación y frustración.
Estoy sentada en la banca blanca de mi patio trasero, admirando desde ahí el espectáculo nocturno que nos obsequia la naturaleza.
—Su majestad.
Su voz hace que mi cuerpo salte de alegría. Giro sobre la banca hacia él con la mirada y la sonrisa muy abiertas. Simplemente emocionada.
—¿Qué haces aquí?—inquiero sin poder ocultad la felicidad que me causa su presencia.
Él se encuentra con las manos dentro de sus bolsillos, fijando la mirada en la hermosa escena que se genera con la luna iluminando el mar esta noche.
—Leí tu mensaje, pero preferí venir y responderlo en persona.
No lo creo.
Verdaderamente no puedo creer cómo es que mi gusto culposo, empieza a dejar de sentirse culposo.
—¿Y cuál es tu respuesta?
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POR FA, ¡NO TE VAYAS!
Teen FictionLos chismes no pueden faltar en una pijamada entre amigas. Cristina, Eleonora y Yuji lo saben muy bien. ¿A cuántos te tiraste? ¿Cuáles son los nombres de los infieles del colegio? ¿Quién es tu crush? ... ¿Qué es tu gusto culposo? Todo es risa y div...