24. Sung-Sung-Sung

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[PDV Sungkyu]
Después de pasar a mi casa a ducharme y ponerme ropa decente le pedí a mi hermano que me llevara al restaurante donde me citó Youngjae. Mientras conducía le conté lo sucedido con Woohyun y al despedirnos me dijo que andaría con Sungyeol el resto del día, que le hablase si necesitaba su ayuda

Entré en el local y cuando el amable señor de la recepción me ofreció una mesa le comenté que alguien me estaba esperando, dije el nombre de Youngjae y gentilmente me llevó hasta donde estaba esa repugnante persona y el cliente

-¡Muchas gracias!- enuncié para el recepcionista -Hola, soy Kim Sungkyu, un placer comer con usted el día de hoy- pronuncié hacia el cliente e ignoré por completo a Choi Youngjae

El cliente asintió sonriente y contestó -Igualmente- de forma educada

Youngjae, en respuesta a mi indiferencia soltó -Hola, Sungkyu- con un tono tan irónico que hasta el cliente se sorprendió

-Hola, disculpa es que no te había visto- dije sonriente ofreciendo mi mano para que la estrechara, acto que Youngjae correspondió sonriendo de la misma forma que yo

-Ya hemos ordenado, Kyu- detestaba que me llamara de esa forma, era un apodo muy mono pero cuando provenía de sus labios sonaba horrible -pedí tu comida favorita- aun cuando ni siquiera sabía cual era se atrevía a decirlo, en realidad me daba igual comer lo que fuera

-Gracias, Youngie- agradecí alimentando la falsa relación amistosa que teníamos -por cierto, hola señora ¿cómo se llama?- pregunté al fantasma sentado al lado del cliente haciendo que éste se sorprendiera y se alejara un poco de la silla próxima a él

-Espera, Sungkyu- soltó Youngjae -el señor es Yook Soha y quiere ayuda con su esposa muerta, dice que suele acosarlo debido a su próxima boda ¿cierto?- inquirió hacia el cliente

-Ah, sí, en ocasiones hasta entra en mis sueños para asustarme y decirme que no me case- confesó el señor Yook

-Oooh, ya veo- reaccioné a su declaración -¿es eso cierto?- pregunté hacia donde para los demás no había nada más que una simple silla

La señora ahí sentada asintió con un gesto de furia, parecía que en verdad quería evitar a toda costa que su marido se casara con otra mujer. En mi afán de ayudar a ambos, vivo y muerto, consideré conveniente explicarle a la señora que estaba muerta, tal vez no lo sabía aún

-¡Vaya! Es cierto- expresé -disculpe...

-¿Sí?- contestó el señor Yook

-Usted no, ella- dije en voz baja mirándolo, luego fije mi vista en la señora Yook de nuevo -¿se ha dado cuenta de que está muerta?

-¿Qué?- contestó -no estoy muerta, es solo que Soha pretende que sí para poder casarse con esa mujer- sentenció muy seria

-Así que no está muerta- repetí en voz alta para que quienes no podían verle se enteraran de la situación -entonces ¿cómo se explica que pueda entrar en sus sueños?

-Estoy viva ¿si no cómo podrías verme?- cuestionó en respuesta

-Puedo verla porque tengo la habilidad de ver y hablar con las almas de los difuntos- confesé -compruebe que nadie más aquí puede verla, vaya y salude a algún otro comensal- propuse

La mujer se puso de pie y caminó hacia la mesa más cercana para tratar de hablar con la persona comiendo sobre ella

-Disculpe- intentó tocarle -disculpe- repitió un poco más alto -disculpe- siguió subiendo el tono -oiga- terminó gritando y con algo parecido al llanto saliendo de sus ojos. Volvió a la mesa y enunció -tienes razón, no pueden verme ni oírme...- sollozó -¿en verdad estoy muerta?

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