capítulo 1

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-¡Mireia, Anna despiertaros!

Hoy, el primer día de colegio de 2n de a ESO, un infireno. Mi hermano entro en nuestra habitación a gritar. Y las dos con la telepatía que tenemos le tiramos nuestros cojines en señal de que se callara.

Una parte de mi tenía ganas de empezar ya que así también empezarían los entrenos y si digo la verdad tengo ganas de volver a jugar al fútbol.

Las dos nos levantamos ya que también vino nuestra madre-cosa que era extraña ya que ella tendría que estar en Australia- y nos dijo:

-venga chicas, hay si ir al Instituto.

Al llegar al insti nos encontramos a nuestro grupo de amigos, cuando ya los salude a todos fui a mi a saludar a algunas chicas del equipo.

y le a paso con tranquilidad, los profesores eran casi todos eran los mismos y los compañeros no se diferenciaron mucho, a la hora de comer, la comida era tan mala como siempre, y a la hora del recreo estuve jugando al fútbol, como hacía desde siempre, pero algo paso cuando el chico nuevo que vino me vio.

-¿Tú que haces aquí?-me pregunto.

-Yo siempre juego con ellos a la hora del patio y ahora que tú estas aquí eso no va a cambiar, ya que puede que yo sea mas buena que tú, ya que juego de manera profesional, así que no creo que sea conveniente que me eches de aquí solo porque sea una chica.- todos mis amigos nos acorralaron en un circulo donde nosotros estábamos en medio y donde mis amigas al verlo vinieron corriendo. 

-Pero si las chicas no jugáis a esto, vosotras os quedáis mirando a ver a vuestros chicos.

-¿Perdón?, pero el echo de que sea una chica no significa que tenga que estar mirando a mi supuesto ''novio''- puse las comillas con los dedos- que no tengo, todas las chicas tenemos derecho a jugar a un deporte por muy masculino que sea.

-Vosotras no tenéis que jugar, los hombres jugamos.

Y eso ya me supero y le di un empujón y le dije:

-Tú conmigo no te vas a meter si todavía ni me has visto jugar y ademas ni voy a seguir jugando ni discutiendo con un machista de mierda que solo cree que lo chicos pueden jugar al fútbol- y me fui corriendo de el circulo que se formo y cuando giré la cabeza estaban mis amigas y mi hermano que supuse que fue avisado por mi hermana.

Cuando vi que no podía mas llegue a la pared mas cercana y me senté, al cabo de unos segundos se sentaron mis amigas y amigos.

-Mireia, ni te preocupes por ese, es solo un machista de mierda que no cree que las mujeres podamos hacer nada, solo podemos trabajar para ellos.- Dijo Clara

-SI Mireia es solo que tiene envidia de ti, porque él sabe quien eres me ha estado todas las clases preguntándome por ti, solo te tiene envidia porque tu eres muy buena.- Dijo esta vez Mateo.

-Solo una pregunta, ¿quién es él?

-Él es un alumno que a repetido curso y viene de otro instituto ya que lo expulsaron de su antiguo instituto.

-Pues a este tío lo tendremos controlado porque no quiero volver a cruzarme lo por ningún pasillo y mucho menos en el campo de fútbol, y si me lo vuelvo a cruzar aquí alguien va a salir herido y ese alguien no voy a ser yo.

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AL LLEGAR A CASA.

Llegamos Ana y yo y nuestro hermano ya estaba en casa, como todos los días.

-Hola enanas.-nos dijo.

- ¡Qué no nos llames enanas!- le contestamos a la vez.

-Que si, que si...

Fuimos al comedor a tumbarnos un rato y después le dije a mi hermano:

-¿Hoy vendrán papá y mamá?-le pregunté a Nil, ya que él siempre sabe si vienen o no vienen.

-No hermanita, ¿por que lo preguntas?

-Porque no estoy de muy buen humor como para que me vean así.

-Ahhh si, es verdad, ¿que te a pasado en el recreo?

-Pues que un niño me ha dicho que yo no puedo jugar al fútbol solo porque soy un chica y yo claro he defendido a las chicas porque todas las chica.- miré a mi reloj de mano, para ver que hora era y cuando vi la hora abrí los ojos como platos y le dije esta vez a Ana- corre que no llegamos al entrenamiento.

-¡Mierda!¡Corre!

-Hasta luego-nos chilló nuestro hermanito como si lo fuéramos a oir.

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