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POV. Luz

Me encontraba en el Laboratorio de Pueblo Boceto, mi pueblo natal. La sala estaba vacía, solo estaba yo, y la profesora del Laboratorio Pokémon; Venta. Lucía distinto a los otros días. Tenía el pelo enmarañado, y un brillo oscuro salía de sus ojos violetas. Se le notaba más pálida y feliz.

- Pequeña Luz... Tu me traerás lo que busco... -dijo ella.

- ¿A... A que se refiere-? -dije inseguramente cuando Venta comenzó a flotar delante mío, formando un huracán alrededor suyo. Parecía como si estuviera en un trance...

- La Luz que traerá el brillo de la criatura, es la que todos trozos reunirá... Hoy es el día. Atrápalo y tráelo. Si no lo haces...

Todo se desvaneció con un brillo violeta pasando a negro...

Una alarma comenzó a sonar. Tiré mi brazo hacia mi escritorio para apagarla. Helaba y estaba oscuro afuera.

- Mamá, no quiero ir al colegio-balbuceé, restregandome la cara y tirándome a mi cama.

Segundos después abrí los ojos de par en par y salté de mi cama.
¡Hoy era el día en el que empezaría mi aventura Pokémon!

Casi gritando de la emoción, me alisté para salir en busqueda de me coloqué una polera con tirantes amarilla, shorts anaranjados, botas cafes y un sombrero del mismo color.

Corrí por las escaleras a tomar el desayuno que mi madre me dejó hecho.

- ¡Feliz Cumpleaños! -recitó mi madre, es verdad, hoy era mi cumpleaños. Estaba tan metida en lo de recibir a mi Pokémon que lo había olvidado.

- Oh -dije, correspondiéndole un abrazo. Mi madre me extendió una caja plateada.

- Este es un collar, era de tu abuela. Guarda un poder muy especial, según la abuela. Nunca supe cual era -dijo, dándome la caja, guardándola en mi bolso que estaba tirado allí. Me lo extendió y me lo puse.

Como hoy era el último día que estaría en casa, por mucho tiempo, decidí desayunar en una mesa que estaba fuera de mi casa. El bosque se veía muy hermoso. Un camino de árboles se extendía hacia la plaza central de Boceto. Los Pokémon Pajaro cantaban junto al murmullo de el lago que había junto a nuestra casa. Era todo tan... Perfecto.

En eso, un arbusto cercano comenzó a agitarse. En eso, una criatura salió de él. Parecía estar lastimada. Dió un paso y se desmayó en el suelo. Corrí en su socorro. La criatura era plateada, parecía como si brillara. Me escabullí dentro de mi casa y comenzé a ver que tenía. (Las clases de primeros auxilios al fin servirían.) El pobre tenía sus dos patas de adelante torcidas, y un rasguño en su cara. Le desinfecté las heridas, gritó débilmente de dolor, lo que me quebró el corazón. Le puse algunos vendajes y tomé una caja plástica, la rellené con una manta y coloqué a la criatura allí. Fuí a por mi desayuno y lo terminé, le serví algo de comer a la pobre criatura y tomé la bicicleta para dirigirme a mi escuela, con la criatura bajo mi brazo.

Pedaleé a muerte, hasta llegar a mi escuela.

Corrí al laboratorio, hasta que me dí cuenta de algo.

- Venta... -me dije a mi misma, dejando a la criatura fuera del laboratorio. Me asomé y tenía la misma apariencia que en mi sueño.

- Oh Luz, supongo que me traes lo que te he pedido...

En ese momento mi mente explotó.
Mi sueño era real, Venta quería a la criatura que dormía plácidamente fuera del laboratorio de la escuela.
O es que me desmayé por el esfuerzo físico, o es que me he vuelto loca.

- N... No -logré murmurar.

Venta flotó más alto, el huracán tenía muchísima intensidad. Sus ojos se tornaron blancos, para luego pasar a estar completamente pintados de morado. Su pelo parecía un tornado. Y, como en un trance, más fuerte que el de su sueño, comenzó a recitar lo que parecía una antigua profecía.

"La luz que traerá el brillo de la criatura
Es la que todos los trozos reunirá
Diez amigos caminando juntos por el día
Esperando el tornado de la noche
El brillo de las criaturas las domina
El niño que usaba la magia de las estrellas"

Un fuerte viento me empujó y al abrir los ojos, me encontraba fuera de mi sala. Tenía a la criatura bajo mi brazo. Al entrar, toda la clase me aclamó, comenzaron a cantar "feliz cumpleaños" y me dieron un abrazo grupal. La criatura se asustó, pero sus amigos no notaron su presencia. Parecía una caja de materiales normal.

- ¡Luz! -dijo la profesora- ¡Enhorabuena! ¡Feliz Cumpleaños! -añadió un abrazo, al que le correspondí con un gracias- Cuando suene la campana, tendrás que bajar al Laboratorio, a recibir tu Pokémon y las otras cosas.

Estaba demasiado emocionada. Me senté junto a mi mejor amiga, Erica. Me dió un abrazo, y confesó que estaba triste por mi despedida, no la iba a ver durante mucho tiempo. Me apené mucho, pero le dije que nos encontraremos cuando ella salga a su aventura.

- Cumples el 7 de Julio, no? -le dije- El 15 de Julio, en un mes más, nos encontraremos en Ciudad Lumiose, en la estación de tren.

- Prometo no olvidarlo -dijo, añadiendo un abrazo

- Por cierto... ¿Has visto como está Venta? -dije, con algo de temor

- ¿Quién es Venta?

Me quede helada. Le dije que era la profesora del laboratorio, pero me contestó que nunca hubo una profesora llamada Venta.

Traté de disimularlo con alguna excusa. Le di por excusa que me confundí de persona. Erica me miro con cara de pocos amigos, pero después se rió.

La campana sonó, mi clase aplaudió y le dediqué mi último abrazo a Erica. Cogí a la criatura sin que nadie la notara y salí de la sala. Me dirijí al laboratorio,en el que decían que había un suplente. Así que fuí tranquila, echandole ojo a la criatura que seguía dormida. Aunque algo dentro de mí decía "No Luz, es una trampa" Algo me decía que no volvería a ver a Erica...

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2016 ⏰

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Luz - Los ocho trozos [Pokémon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora