DESESPERADO (KAISOO)

7.

La razón principal para la que Kyungsoo estuviera agitado, colorado, y algo excitado, era porque Jongin lo tenía contra la pared de su cuarto, dándole besos en todo su rostro, hasta su cuello.

No es que a Kyungsoo no le gustara, pero si se le hizo extraño la reacción y el misterioso cambio de humor de Jongin, porque, antes de comenzar las clases tuvieron una pequeña discusión, y ahora tan solo él llega y lo aprisiona con una de sus piernas en la mitad de las suyas, restregando sus partes íntimas.

Tampoco es que Kyungsoo anhelara ese momento, pero tal vez había una pequeña parte de él la que quería y deseaba que Jongin lo poseyera fuerte, basto y...era todo un dilema el que pasaba por su cabeza. Pero, también pensó qué debería hacer en los momentos de calentura. ¿Y si le decía que no? No es que le gustara que Jongin pensara que él sea un necesitado, y lo viera como un adicto al sexo, no, le dejaría en claro que él valía mucho y hasta que no tuviera un anillo de compromiso no le entregaría su valiosa y divina virginidad.

Kyungsoo estaba demente, tal vez eso pensaba.

-J-jongin, mi papá está pronto por llegar- dijo entre jadeos Kyungsoo, enrollando sus piernas en la cintura de Jongin, y este caminando en dirección de la cama.

-Lo sé, pero descuida, será rápido.

Será rapido.

El corazón de Kyungsoo latía a una velocidad la cual él ni sabía que podía llegar. ¿Le dolería? ¿Le gustaría? Cada minuto de Kyungsoo se volvía más asfixiante.

Las camisas quedaron a un lado de la puerta, igual que las correas, los pantalones estaban por sus rodillas, Kyungsoo moría de vergüenza.

-Tranquilo, seré cuidadoso.

Kyungsoo asintió.

-Ven, colócate boca abajo, así es más cómodo.

Primero le beso toda la espalda, y entre malos gestos de parte suya, y palabras falsas, decidió proceder y meter una mano en la ropa interior de Kyungsoo.

En realidad Jongin no quería hacerlo. Se preguntaba a qué hora llegaría el señor JunMyeon.

Una parte fue tocada, y Kyungsoo se sintió en el cielo, y todo lo hizo un dedo índice.

Jongin no supo si fueron cosas de Dios, o suerte, pero el gran gemido que soltó Kyungsoo, hizo que de inmediato se abriera la puerta de su cuarto, y adentrándose a esta un papá muy furioso y alterado.

-¡QUÉ CARAJOS PASA AQUÍ! ¡DIOS! UHG, KYUNGSOO, QUE ASCO. Y TÚ, LARGARTE DE MI CASA, SACA TU ASQUEROSA MANO DE MARICA DE ESTE IMBÉCIL.

-Fue todo un placer Kyungsoo, espero no verte más nunca en mi vida.

Esas fueron las últimas palabras que escuchó decir Kyungsoo de su querido novio, bueno, ¿ahora podría considerarlo como eso, su novio?

Desubicado quedó Kyungsoo, viendo como Jongin recogía su camisa y su correa del suelo, tranquilo, sereno, largándose así no más, sin al menos un adiós, o un no quiero seguir con esta relación.

-Estás en serios problemas, Do Kyungsoo, me escuchaste- dijo JunMyeon señalando a Kyungsoo. Aun con la rabia y la impotencia encima, iba saliendo del cuarto cuando decidió hablar.

-Espera, ¿c-cómo me dijiste Do Kyung...

-Tú no eres mi hijo, desde ahora no lo eres, si deseas, puedes irte de la casa, o más bien, tu madre te está esperando, ya sabes dónde.-dijo esto cerrando la puerta tras suyo.

~

Si Kyungsoo tuviera la posibilidad de elegir, preferiría irse con Jongin, él tan solo se le arrastraría y le pediría de rodillas el perdón, y que por favor no lo dejara, porque el sí era un buen amante, si pudiera fuera todo para él, si tan solo Jongin aceptara.

También le daría a revelar su cuaderno, ese que escondía de Jongin, en donde apuntaba los lugares favoritos, las personas con quien andaba, fotos tomadas desprevenidamente, ¡lo seguía a todas partes! Era su obsesión.

Y tú, que te vas, justo en el mejor momento vienes y te vas.

Era algo más que la tristeza, más que la agonía, Kyungsoo estaba roto, estaba dañado, estaba desesperado si tal vez consideraba una de las dos elecciones que le dio su padre. Pero vamos, su madre no lo esperaría con brazos abiertos, más bien le trataría peor de lo que lo hizo estando viva, o tal vez no, porque Kyungsoo recuerda su pequeño discurso en el salón de clases, las verdaderas lágrimas que brotaron de sus ojos. Ella desde donde esté, pudo haber considerado su comportamiento.

Irse de la casa, ya lo hizo una vez, por qué no dos veces, ya estaba decidido.

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En esta canción me basé para escribir el fic, como ya es el final decidí compartirla con ustedes, si desean pueden escucharla ✾◕‿◕✾

Había dicho que serían dos capítulos mas, en serio disculpen por salir con uno solo, pero no tengo tanto tiempo  para escribir :')

Espero les guste, aunque esté del asco, y corto D:
  ¡muchas gracias a todas por leer!