-Papá, a qué sabe la muerte. Qué habrá sentido mamá al momento de tomar ese cuchillo, yo... ¿debería estar en su lugar? creo que si, por ser un mal hijo. Ella debió seguir viviendo, yo era el culpable de que se estresara, y me regañara a cada hora.
Me estaba educando bien, no puedo mentir en eso, pero, sus exigencias me tenían al borde de la locura, y yo solo le gritaba, así era nuestra relación.
-Por favor Kyungsoo, estamos comiendo. Cuántas veces te he mencionado que dejes a tu madre en paz, déjala descansar en su tumba. Sabes que, mejor cuéntame cómo te fue hoy en la escuela- JunMyeon sonrió.
Kyungsoo abrió varias veces la boca antes de hablar, pensando en lo que le diría.
-Hoy hice un amigo, es muy bueno conmigo. Se llama Jongin, es un año mayor a mí.
-Me alegro por ti, hijo. Ojalá y no desperdicies las nuevas amistades, porque sabes, esas son las que duran para siempre.- lo último lo susurró, se limpió la boca con la servilleta. Después se acercó a Kyungsoo y le dio un beso de buenas noches.
Era costumbre de los dos que se esperaran a cenar, aunque se hiciera muy tarde, como esa noche, ya serían más de las nueve y media e incluso Kyungsoo, como un buen hijo, espero a su cansado padre para contar y escuchar lo que cada uno tenía por decir. Kyungsoo se dirigió a su cuarto, se tiró en su cama y agarró su celular, vio que había un mensaje de texto, era de Jongin.
Que chico molesto.
-Hola Kyungsoo, espero y no estés dormido. ¿Me harías un favor? Olvidé mi cuaderno en el salón, y ya sabes, la tarea para mañana. ¿Podrías decirme qué decía? Muchas gracias, amigo^^
Amigo.
Kyungsoo suspiró, y se le escapó una pequeña sonrisa. Decidió mejor llamar a Jongin, porque ya era tarde y no tenía tantas ganas de escribir.
-Hola Jongin.
-¡Mi salvador! Creí que dormías, si fuera sido otro profesor no te hubiera molestado. Pero a esa vieja loca de profesora que tenemos cúmplele todo los deberes, es horrible cuando no le haces lo que te pide...
Jongin hablaba y hablaba, Kyungsoo escuchaba a su primer amigo y reía cuando este decía cosas sin sentido alguno. Ya serían las once de la noche, Kyungsoo fue el que interrumpió y se despidió de Jongin.
-Mejor vez y haz tu tarea, Jongin. Ya es como tarde.
-La noche es joven, mi querido Kyung.
-Cuánta confianza, señor Jongin.
-Me dicen Kim atrevido. Ahora que menciono mi apellido, ¿notaste que tenemos el mismo? Eso me hace nunca separarme de ti, Kyungsoo.
-Antes era Do, cuando me mudé con mi papá me puse el Kim. Tan desagradable se escucha en mí.
-¡Claro que no! Se te escucha muy bien, muy sexy. La particularidad de los que tenemos este apellido es que somos muy, muy sexys. Bienvenido a la familia.
-Deberías darme una bienvenida apropiada...
-¿Quieres un baile sexy?- Jongin levantó u a ceja desde su cama.
-Era una broma, Jongin. Buenas noches.-Y colgó. No, Kyungsoo no estaba enojado, más bien estaba algo extrañado, y pensante.
Kyungsoo esa noche soñó con su madre, ella estaba sosteniendo su mano, y la llevaba a la guardería para irse directo a su trabajo. Recordó esos tiernos besos que daba en su mejilla, y esos dulces abrazos que protegía su alma cada vez que lo hacía. Kyungsoo no entendía para nada su vida, en unos momentos odiaba a esa señora, y en otros deseaba que estuviera a su lado para que siguiera escuchando esos regaños y esos reclamos, que eran típicos de ella.
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DESESPERADO (KAISOO)
FanfictionDo Kyungsoo decidió ir a vivir con su padre cuando tenía 16 años de edad. "¿Tiene usted un hijo llamado Do Kyungsoo?" preguntó. Aunque la muerte de su madre no le afectó tanto, si sentía un poco de culpa dentro de su corazón. -Tal vez fueron mis pa...