EDITADO- ❀Capítulo 5❀

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❀CAPÍTULO 5❀

~Al hogar esquelético ~

Ha pasado una semana desde que conocí a todos, no tarde en hacer una gran amistad con todos, sobre todo con los hermanos esqueleto, que eran como la noche y el día, super diferentes.

Y no solo hice mas amistad con ellos por que vivieran mas cerca y nos visitaban más, aun ni había echo ni una visita afuera, sino porque me lo pasaba genial con ambos, mi timidez parece un vago recuerdo cuando estoy con ambos.

Hoy se cumplía mi segunda semana de haber llegado al subsuelo y estaba decidida a hacer mi primera salida y desde luego seria a casa de los hermanos.

Llegue a la cocina para hacer algo de desayunar y encontré a Toriel viendo un libro de forma preocupada, ladeó la cabeza y me acerque.

—¿Mama? — pregunto nada mas acercarme a ella, pues ella me había suplicado que le dijera así—¿Qué te ocurre? Te ves preocupada.

—¿Eh? —Toriel alza la mirada al oír mi voz y me mira con sorpresa, como si no hubiera esperado que nadie la viera—Oh Neitya, despertaste, no es nada mi niña, no te preocupes.

—Mama...Dime.

Mi voz era firme y Toriel finalmente suspiro, rindiéndose y no tardo en explicarme la situación.

—Bueno...—mira el libro y lo alza para que lo vea—Sans me presto este libro y olvide devolverlo por completo...

—¿Sans lee? —exclame con sorpresa, lo cual saca una risa a Toriel ¿Pero que esperaba? No conozco de mucho a Sans, pero si algo tengo claro es que era un vago el cual siempre sonreía y hacia chistes malos, aunque bueno, no era la mejor para hablar pues era bastante similar—En fin... ¿Se lo llevo yo? De todos modos, iba para allí a verlos.

—¿De verdad mi niña?

—Por supuesto Mama, déjamelo a mí.

Y tras decir eso tome el libro y desayune algo rápido y puse el libro en una mochila, y por pedido de Toriel me puse ropa de abrigo, pues según ella donde iba hacia mucho frio, esta me explico el camino, que no era nada difícil, tan bien me advierte sobre los puzles, esto ultimo no acabe de entenderlo, pero asentí, deseosa de que me dejara marcha y tras una cariñosa despedida, baje las escaleras.

Un larguísimo pasillo se extiende ante mí, camine algo insegura ¿Era necesario un pasillo tan largo? Finalmente llegué a una puerta y la atravesé, todo estaba nevado... ¡Era tan hermoso!

Era tal mi fascinación por el bello paisaje, que me perdí, maldije en voz alta por mi torpeza y llegue a una entrecruzada, dos caminos, una elección, no tenia idea de cual debía tomar, así que finalmente me decidí por el de la izquierda, mas llego un callejón sin salida, donde hay un rio con una caña.

Con curiosidad me acerco, a ver mejor, cuando estoy frente a la caña y estoy apunto de rozarla con la puntas de mis dedos, alguien me empuja, caigo al agua helada, que es como mil cuchillos clavándose en mi cuerpo, siento que me ahogo y quedo sin aire, desesperada trato de patalear, no siento mis manos, ni mis pies, no siento nada, desesperada trato de salir del agua, mi vista se nubla, creo que muevo las manos tratando de alcanzar algo, lo que sea, de pronto siento algo duro, es el suelo, desesperada trato de llegar a él, todo es confusión y dolor, pero, de alguna manera logro salir, jadeo aire helado, que cual duele, pero al menos respiro, alzo el rostro, en busca del condenado ser que me empujo, un pero negro me mira gruñendo, le suelto todos los tacos que me se y este huye.

Trato de incorpórame como puedo, tiemblo demasiado, trato de seguir al perro, hace mucho frio, pero caminar ayuda a no helarme tanto, finalmente llego al camino y no muy lejos veo un puesto de madera donde Sans esta, como no, durmiendo, suspiro de alegría, mas este suspiro se congela en el aire.

Llego con esfuerzo donde está el, tengo tanto frio, casi sin fuerzas susurro su nombre, pero el parece no oírme, tengo demasiado frio y finalmente enojada doy un fuerte golpe a la mesa y este se despierta con tal sobresalto que cae a la fría nieve.

—S-s-s-s-Sans.

—¿¡Neitya!? ¿¡Que rayos haces aquí y empapada!?

De entre la espesura sale un confundido Papyrus, el cual vino por los gritos de su hermano, nada mas verme sus ojos se salen de sus orbitas con sorpresa.

—¿¡NEITYA!?

Mas de pronto siento un gran picor en mi nariz por el frio y antes de que pueda explicarles nada y estornudo con fuerza, ambos se asustan y Papyrus huye despavorido.

—U-u-un perro d-d-de m-m-mierda me tiro al agua a-a-a traición...V-venía a veros...Y-y a tra-traerte un libro q-que dejaste a T-Toriel.

Logro explicar a Sans, pues su hermano había huido despavorido asustado por el estornudo, supongo que no se lo esperaba.

Sans suspiro riendo y salió del puesto de madera, negando con la cabeza.

—Debiste pedir a Frisk que te acompañara...

Me encogí de hombros temblando de frio, este negó de nuevo y me tendió su esquelética mano.

—Venga vamos, o te vas a congelar.

—¿A-a-a dónde?

—A mi casa, tomaremos uno de mis "atajos" toma mi mano y cierra los ojos.

—¿Q-q-que?

—Hazlo, confía en mí.

Le mire y este me devolvió una mirada dulce, confiaba en el, tome su mano y cerré los ojos, sentí su huesuda mano cerrarse en la mía, se sentía extraño, pero, de alguna manera, cálido.

—Llegamos, venga rápido o te enfermaras.

Abrí los ojos con sorpresa, efectivamente, estábamos frente a una casa, en una especie de pueblo...Estábamos en SU casa, confusa le mire con miles de preguntas en mis labios, pero este al percatarse de mi mirada se encogió de hombros y tiro de mi mano para entrar....

-EN EDICIÓN- UNDERLATE : ¿Almas gemelas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora