EASE. (Gay) [Editando]

XIII

«I've been out here for too long»

("He estado aquí afuera por demasiado tiempo")

Corremos por varios pasillos, hasta que llegamos a uno en el que no se ve gente, ahí hay salones, todos vacíos, y entonces Ash decide que entremos a uno, lo hacemos, revisa de nuevo que no haya nadie fuera en el pasillo, cierra la puerta y comienza a hablar.

—Bien, para poder explicar todo esto, necesitaré que no hables, a menos de que en verdad debas hacerlo, ¿prometes, al menos, intentarlo?-asiento, con miedo de si ahí debía o no hablar, pero es suficiente para hacerlo hablar.

»No estoy seguro de si recuerdas algo de ayer, después de la fiesta. Pero desde donde yo lo recuerdo, Tommy y Ximena se habían ido, así que tú fuiste a buscarme, para avisarme que te ibas también o algo así. En toda la fiesta no estuve cerca, es posible que en el momento en el que fuiste a decirme que te ibas haya sido el único en el que me viste en esa tarde. Me encontraste con una chica, a la cuál decidiste apodar "nalgas de Nicki Minaj" o algo parecido, porque decías que era muy falsa. Después de eso, fuimos al cuarto, y en un momento, tras acostarte para dormir, te besé, y después me besaste también. Estábamos ambos con alcohol en nuestros organismos, pero esta vez, no culparé al alcohol, que no debería tomar, por cierto, pero esa no es la dirección que debe tomar la explicación, la dirección en la que esto debe regresar es a decir que la razón por la que te besé no fue el alcohol. Antes fuimos a ese lugar, que me atrevo a decir es mi favorito y ahora creo lo es más, allí me besaste por primera vez, y luego fingí que nada pasó, pero sí que había pasado algo. Todo el día tuve ese momento en mi mente, poniéndose play y replay un montón de veces, haciendo las cosas diferente en mi cabeza. Intenté olvidarlo o dejarlo pasar con toda la mierda de bebidas y chicas más falsas que las nalgas de Nicki Minaj, pero ni con todo eso se iba el recuerdo de tus labios contra los míos. Y luego, cuando finalmente me estaba concentrado más en la chica que en mis pensamientos, apareciste y me avisaste que te ibas a la habitación, con eso supe que tenía que ir contigo, quizá era mi oportunidad de finalmente besar de vuelta esos labios que tanta adicción me causaron en segundos de consumo. Y lo fue. Volví a besaste. Y terminé por quedarme dormido junto a ti.

—Sí, y después te fuiste.

—Pero regresé. Nada del otro mundo, ¿recuerdas?

—Yo lo dije, claro que lo recuerdo.

—El punto aquí, Carter, es que... ¡Mierda! Ni siquiera sé cuál es el jodido punto, maldita sea. No te diré que eres el primer chico que beso, porque mentiría, pero eres el primero que beso por necesidad, necesidad de sentir contacto de tus labios, necesidad de crear un nuevo recuerdo al que ponerle play y replay un montón de veces sólo para no olvidar tus besos, necesidad, simple necesidad que nadie me hizo sentir nunca. Y eso me confunde. Tú me confundes.

—No estoy seguro de si debería hablar ahora, pero espero que no. No sé qué decir.

—No es necesario. Palabras no es precisamente lo que dije yo necesitar de tus labios, por si no quedó claro.

Dicho eso, toma mi rostro en sus manos y me besa. Me besa con pasión y ternura. Es un beso lento que pronto comienza a encontrar su ritmo, y éste no quiere ser perdido.