Contextualizando

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Estaba en la escuela hablando con mi amigo Blake yendo a la cafetería luego de la clase de inglés. Él me hablaba sobre un viaje que iba a hacer en las vacaciones de invierno y estaba muy contento. 

-Ryan, voy a esquiar! Entiendes lo que significa? Bajaré de una montaña a gran velocidad resbalando sobre la nieve!- sus ojos estaban muy abiertos y gesticulaba con sus manos como si fueran él bajando por la colina.

A Blake siempre le gustaron los deportes extremos, desde que lo conocí cuando éramos pequeños él practicaba surf en verano y hacía paracaidismo con su tío. Durante el año jugaba básquetball en el equipo de la escuela y no se quedaba quieto ni un minuto.

 Quiero que quede bien clara la diferencia entre nosotros dos para ver si alguien puede explicarme por qué somos mejores amigos si no tenemos absolutamente NADA en común: a él le gusta estar en constante movimiento, a mi me gusta pasar el tiempo r...

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 Quiero que quede bien clara la diferencia entre nosotros dos para ver si alguien puede explicarme por qué somos mejores amigos si no tenemos absolutamente NADA en común: a él le gusta estar en constante movimiento, a mi me gusta pasar el tiempo relajado; yo puedo quedarme en casa varios días seguidos sin la necesidad de salir, y él si lo intentara se volvería loco; a Blake le gusta escuchar rap en su MP3 cuando sale a andar en skate, y a mi me relaja tirarme en mi cama con el equipo de música tocando música épica y dibujar garabatos en un cuaderno. 

A pesar de ser tan diferentes, siempre estuvimos juntos, desde que empezamos el jardín de infantes juntos

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A pesar de ser tan diferentes, siempre estuvimos juntos, desde que empezamos el jardín de infantes juntos. 

Esa mañana él llegó con la noticia de que iría a estudiar, y como nunca lo había hecho, estaba emocionadísimo. Yo asentía y le hacía preguntas mientras nos sentábamos en nuestra mesa a comer. Mientras masticaba mi hamburguesa pude ver en la pared de enfrente un cartel que el día anterior no estaba pegado allí. Estiré mis ojos porque no alcanzaba a leer lo que decía, sólo distinguía unos cuantos colores brillantes. Sip, definitivamente tendría que ir al oculista. 

Cuando por fin pude leer lo que el anuncio comentaba, me paré de inmediato y abrí mucho mis ojos, dejé mi comida en su bandeja y me dirigí hacia la pared. Blake me siguió, dejó de hablar y leyó conmigo:

"¡Concurso de escritura! Si disfrutas escribir y tienes un poco de tiempo libre después de clases, ven y reúnete con nosotros para informarte sobre el concurso! Salón B, 2.30 pm"

Giré con la boca abierta a mirar a mi amigo, que seguía masticando su almuerzo y me miraba tranquilamente. 

-Déjame adivinar, vas a pasar el resto de la jornada pensando en ideas, vas  ir a esa reunión y al salir tendré que soportar el ceño fruncido que siempre pones cuando te propones algo y planeas historias?- dijo con la boca llena, tratando de no escupir.

Le apoyé mi mano en su hombro, entrecerré los ojos y le di una sonrisa, asintiendo.

...

En la reunión nos explicaron en qué consistía el concurso, podíamos escribir lo que quisiéramos de la forma en que quisiéramos, siempre y cuando siguiéramos ciertos requisitos, como buena ortografía, coherencia y cohesión y en caso de ser un escrito a mano, caligrafía entendible. Saber esto me puso muy feliz, pues son cosas que siempre me gusta respetar, aunque voy a tener que tipear mi historia en computadora, porque mi caligrafía deja mucho que desear. 

Blake me acompañó a casa y se despidió en la puerta, lo dejé muy aturdido con ideas así que decidió dejarme sólo. Lo entiendo, fue un bombardeo masivo, pero no podía parar. 

A pesar de que se me ocurrieron muchas cosas, ninguna terminó de convencerme, así que luego de saludar a mamá, que estaba regando las plantas, me fui a mi cuarto. Me gusta mucho estar ahí porque acostado o sentado en mi cama puedo ver por la ventana, que está pegada a ella. Tengo una visión periférica muy bonita de parte del barrio y desde otro ángulo, de nuestro patio. 

Me senté y agarré mi cuaderno, un lápiz negro y una goma, esperando que la inspiración llegara. Así estuve, puse música, dibujé un poco, me removí en mi lugar pero nada se me ocurrió, ninguna idea convincente. Hasta que por la ventana pude ver que llegaba un camión de mudanzas y estacionaba fuera de la casa de enfrente, que estaba en venta. Hace mucho tiempo nadie la había habitado, pero parece que eso estaba a punto de cambiar. 

No vi a los nuevos propietarios, sólo a los trabajadores descargando cajas y muebles, entrando y saliendo de la casa. Como seguía con la mente en blanco, comencé a hacer un registro de todo lo que pasaba, la mudanza, el movimiento, la gente que iba y venía. 

Así se hizo de noche, no estaba conforme conmigo mismo por no haber encontrado nada que escribir, pero por lo menos tenía unos apuntes sobre lo que vi a través de la ventana. 

...

Otra vez yo! Ya les había comentado sobre las notitas :D

Perdón por haber hecho el capítulo taaaan largo (son exactamente novecientas sesenta palabras, wow!), prometo que los siguientes van a ser más cortos, pero este era para terminar de explicar bien el inicio de la historia. 

El de la foto del principio es Ryan con gorra, tratando de manejar sus rulos divergentes, y el de más abajo es su amigo Blake. Pensaba hacerlo pelirrojo, pero no se pudo. La última imagen son los "garabatos" de Ray (así lo voy a apodar, es más cortito), el chico tiene talento, cosa que a mi no me van a encontrar por ninguna parte *trata de no llorar*

Espero que les vaya gustando en lo poco que va de la historia, estoy contenta porque a diferencia de mi otra novela "¿Puedes Ayudarme?" estoy escribiendo acorde a mis ideas previas, y no es tan improvisado.

Saludos!

Pehe ♥

A través de la VentanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora