—¿Qu-é demonios dices? —preguntó Calum, un poco desconcentrado.
—Fu...i a-a bi-bliote...eca y... —soltó el llanto de nuevo.
—Mike, no puedo entender nada de lo que dices. Tranquilízate, cierra los ojos, respira y empieza otra vez. Por favor. —sobó sus hombros.
El pelirrojo no parecía entender los consejos de su amigo. —A ver, Michael. —tomó de las mejillas a el mencionado, quien no paraba de sollozar intensamente. —Por tú madre, para ya. —el pelirrojo sintió su mejilla ardiendo, lo había cacheteado. —Bájale a tu drama. ¿Qué fue lo que pasó?
Una vez de contarle todo la moreno, sintió como le daba otra cachetada. —¿¡Por qué!? —pregunto, mientras se sobaba.
—¿Trató de besarte? -Michael asintió —Y, ¿te alejaste? —volvió a asentir. —¿Y hubieras perdido tu primer virgen beso, si no te hubieras alejado y Ashton no hubiera llegado? —por tercera vez seguida, asintió.
La delgada pero grande mano del moreno se volvió a estampar sobre el lado contrario de la mejilla de su amigo.
—¿Esta vez por qué?
—Por idiota. Estuviste a milímetros de besarte con tu Leonardo Dicaprio australiano, pero te alejaste.
—Estaba asustado.
—"Istibi isistidi" —lo imitó infantilmente —Asústate cuando tú padre entre borracho a las 3 de la mañana a tu habitación, asústate cuando un tipo te siga por un callejón obscuro, asústate cuando tú tío quiera "jugar" contigo debajo de la mesa o en el armario, no por un simple beso de segundos. Dios. ¿Ahora qué vas a hacer?
—No lo sé.
—¿Vas a hablar con él, sobre lo ocurrido?
—No lo sé.
—¿Te arrepientes de no haberlo besado?
¡Sí!
—No lo sé.
—Me dijieron que viniera por tí, anda, debemos irnos. —Calum trató de tomarlo del brazo.
—Quiero quedarme aquí hasta que finalize la clase, solo quedan como 15 minutos.
Su amigo asintió, comprendiendo, o tratando de comprender, a su amigo. Ambos estaban sentados en el suelo, ambos callados, rodeados de un ambiente de incomodidad.
—Y... —rompió el silencio el moreno. —¿Quieres ir saliendo al parque para golpear gente con tlacuaches?—Michael río.
❌❌❌
Pasaron el tiempo riendo y jugando en el taller, nadie se percató del ruido o de su ausencia en el salón de clases.—¿Vas a quedarte a dormir en mi casa? —preguntó Calum, mirando como su amigo cerraba el taller.
—Sí. Pero primero tenemos que pasar a mi casa para llevarme unas cosas. —bajaron por las escaleras del taller, para después pasar por las bancas y árboles que rodeaban, subieron los 3 pisos del edificio y dieron vuelta a la derecha para entrar al salón, no había absolutamente nadie, a excepción de sus mochilas, claro. —¿Quieres que te muestre lo que encontré en la mañana? —Calum asintió. El pelirrojo sacó de su mochila la foto del rubio, la movió unas cuantas veces al aire y se la pasó a su amigo.
—¿La encontraste en su auto? —salieron del salón y volvieron a bajar los 3 pisos y hacer el mismo recorrido de nuevo. —¿Qué piensas hacer con ella?
—Voy a ponerla en mi cama.
El moreno sonrió pícaro. —¿Qué? Demonios Calum, no haré nada de lo que piensas. Voy a conservarla, la llevaré a un estudio fotográfico y voy a pedir que aumenten su tamaño.
Calum contempló la foto unos segundos más. —Espera, ¿este es Ashton?
—U-uh si. —nisiquiera prestó atención, el pelirrojo estaba bastante ocupado en su teléfono.
—¿Están surfeando?
—Probablemente. —mustió Michae, a duras penas, mirándolo.
—¿De que tamaño crees que sea? —preguntó Calum.
—¿A qué te refieres?
—Al tamaño de sus penes, mira, aquí se ven enormes.
Michael dejó de hacer cualquier cosa que estaba haciendo para mirar la fotografía, su amigo tenía razón, ambos profesores guardaban un GRAAAN trozo de carne entre las piernas.
—¡Calum! —chilló Michael, golpeándolo en el hombro. —Eres un cerdo, nisiquiera se ve nada y tú andas de chismoso.
—Nadie esconde lo que tiene.
—¿Entonces tú no tienes nada?
—Es diferente. —Michael empezó a reír.
—Por supuesto.
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Math Teacher.
FanfictionMuke Clemmings. En un mundo donde Michael esta enamorado de su profesor de matemáticas. ¡Quiero agradecer a la 5SOSFAM por apoyarme!