-Parte 5

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Yo sabiendo perfectamente lo que hago, y perdiendo mi valor, siendo un cobarde eterno. Acepté jugar la ouija con el idiota mas grande: Jason. En defensa mía, lo hice porque Jason podría haberme hecho algo malo si no hubiese aceptado.

Sacó la tabla y la situó sobre la mesita de centro, debo admitir que a pesar de ser un juego diabólico, no sentía ni la mínima pizca de miedo respecto al juego.

Usamos un vasito de vidrio, porque no había encontrado el objeto que se usa como complemento.

-bueno, ¿traes pañal?. Exclamó con tono burlón, y con una sonrisa de idiota en la cara.

-traje otro además del mio, ¿deseas usarlo?. Le respondí burlandome y contraatacando.

-osea, ¿el otro lo traes de repuesto por si uno no basta?.Me dio una buena respuesta mientras reía sin parar. Cabe admitir que fue buena respuesta.

-Como sea, ¿vas a reirte o a jugar?. Hablé con un leve tono molesto, y lo demás aburrido.

Asintió, y se levantó del sofá, mientras yo fruncía el entrecejo sin saber a que se levantaba, hasta que apagó las luces de la casa entera, cuando bajó de la segunda planta traía consigo unas velas y cerillos.

Colocó las velas cerca de la mesita de centro, a una distancia donde nos alumbrara lo suficiente para ver adelante de nuestras narices.

Ordenamos la tabla de una forma en la que nos resultara fácil extender nuestras brazos, a lo largo de donde el ente nos dirigiera. Supuestamente.

-Yo hablaré. Dijo Jason con tono serio y ronco, de manera autoritaria.

-bien. Susurré para que Jason comenzará a hablarle a cualquier ente que nos escuchara.

-¿alguien nos escucha?. Comenzó Jason, susurrando, de manera casi inaudible.

E inmediatamente el vasito se dirigió hacia el "".

Y justo ahí, fue cuando caí en mis cabales y retiré mis dedos del vasito, al mismo tiempo que me ponía de pie de un salto.

Jason abrió los ojos de forma exagerada. Al notar que me ponia de pie, me cogió del hombro y me sento sin piedad.

-¿sabes que pasará si un ente de estos se cuela en mi casa, solo por tu cobardía?, juro que te patearé el culo si te vuelves a levantar. Me amenazó con tono venenoso e hiriente.

-Aceptaste jugar y ahora vas a cumplir. Terminó de exprimir todo su odio en mí, mientras me señalaba con su dedo índice de manera amenazante.

Solté una larga exhalación, ni sabía que contenía mi respiración. Asentí y me preparé para continuar.

Game Over©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora