-Parte 11

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Me incorporé a la vida, después de haber dormido placenteramente. Tenía planeado algo. Robé las pertenencias de Jason, tendría que acabar con sus amigos antes de que ellos terminaran acusandome y metiendome preso, tal vez.

Removí las sábanas que me cubrían, para terminar de incorporarme del todo a la vida. Me dirigí al baño a empezar mi aseo personal matutino. Salí del baño envuelto en una toalla blanca alrededor de mi torso. Escogí nueva ropa, algo cómoda, total era sábado no disponía de nada que hacer.

Caminé fuera de mi habitación y el celular de Jason que se encontraba en la mesita que adornaba el centro de mi sala, comenzó a vibrar. Troté mas rápido para saber quien era el que se intentaba comunicar con el ahora occiso.

Tomé el aparato entre mis dedos y leí el nombre que sobresaltaba en la pantalla, era una llamada. Estiv era el nombre que predominaba la pantalla del celular. De tanto insistir la llamada al final concluyo, regresé a la pantalla de inicio del celular y revisé los bastantes mensajes que tenia, todos eran de Esteven, su mejor amigo, los leí detenidamente cada uno, sólo se trataban sobre que Jason estaba yendo tarde a un partido importante de fútbol, claro era Jason, el chico prodigio en cuanto a fútbol se tratase.

Le escribí un nuevo mensaje a Esteven, comencé a mover mis pulgares tocando sobre las letras de la pantalla táctil. No podré ir hermano, creo que tengo un resfriado, avisale al entrenador. Opté por que ése sería una excelente explicación sobre que no asistiría al dichoso partido. Coloqué el aparato sobre la mesita, para continuar con mi aburrida rutina de todos los sabados.

Caminé hacia la cocina para hacerme un simple desayuno que consta de: huevos revueltos, tocino, y una hamburguesa de queso. Acompañado de un Jarrón de jugo de Manzana. Desayuné tranquilamente, lavé los trastes sucios y encendí mi consola de Xbox para dedicar la mayor parte de mi sábado a jugar.

Game Over©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora