Y esa hermosa mujer estaba ahí de nuevo, bajo la luz de un sol envainado, el viento cantaba una canción de nostalgia que desgarró en lo profundo del joven, un océano hermoso y un naranja cielo infinito, la luna se encontraba también de un color sangriento y al ritmo del viento ella besó su frente y lo alzó por lo alto de ese divino lugar. Y sus castaños cabellos sintieron el calor proveniente de esa mujer y los ojos verdes del pequeño Airen se abrieron para verlo todo, cada cosa de ese increíble paisaje quedo en su cabeza y entones la miró a ella y en ese momento despertó.
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Doaga y la guerra de hielo (definitiva)
FantasíaAún recuerdo ese hermoso lugar, incluso ahora...