Doaga y la guerra de hielo (definitiva)

CAPITULO 1: RESIDENCIA EMBER

AIREN EMBER

Otra vez volvió a soñar Airen con ese lugar, esa mujer, ese bebe y ese ambiente. Había soñado lo mismo de forma recurrente, una mujer bajo un paisaje hermoso, lleno de color y con un bebe en los brazos, como sea era solo un sueño y ahora estaba en la vida real; Su habitación estaba hecha un desastre, ropa tirada por cualquier lugar, hojas de partituras sueltas para su piano que su padre le había traído el mes pasado e incluso había agua tirada y platos de comida en medio de su cama, él tenía la costumbre de comer dentro de su habitación salvo una que otra vez en las que su padre los visitaba.

Airen miró una de sus partituras tiradas de una vieja canción que su padre le tocó a su madre cuando eran jóvenes, su nombre era "The night when the moon cries", una canción lenta al principio pero a medida que transcurría se volvía intensa, su marcado tono rápido parecía soltar desgarradores llantos sobre su instrumento, la canción le agradaba a Airen, le agradaba sentir esa sensación de relacionarse con lo exterior, ya sea por medio de una canción. Airen vivió desde sus 4 años encerrado en su hogar, aislado de cualquier contacto que pudiera recibir desde el mundo exterior y el sonido de su piano representaba muy bien su desesperación por salir al mundo, con cada nota tocada sentía acercarse más y más y más y más a el lugar en el que tanto había soñado, pero a su vez se alejaba del inicio de la canción y parecía más difícil llegar a su meta, tras un movimiento rápido toco una pieza que no iba y se equivocó bruscamente sonando un desgarrador ruido grave y violento.

—<<Demonios, me equivoque de nuevo>>—Pensó

Se quedó sentado en su silla un largo rato sin pensar en nada, solo imaginando la agradable melodía en la que sus expectativas lo enviaban, sin hacer nada mas no se movió hasta que la puerta de su habitación sonó con varios knock knock seguidos.

—Airen, la comida ya está servida— Era la voz agradable y femenina de su hermana quien se encargaba de las labores de ama de casa.

Airen se para y abre la puerta un poco para verla, sus ojos eran grandes y curvados como los de su madre, aunque de un color más café y su rostro era bastante más pálido que el de Airen, su cabello era bastante más ondulado que el de su madre pero bastante bien cuidado en un tono castaño sacado de su padre, era un poco más pequeña que Airen midiendo aproximadamente unos 4 o 5 centímetros de diferencia, a menudo era muy exigente y solía regañarlo bastante por el caos de su habitación e incluso de su apariencia, Airen era muy descuidado sobre todo con su cabello y ropa quien a menudo se la ponía sin planchar y su cabello era un poco largo y ondulado, era más claro que el de su hermana y sus ojos verdes eran de lo más llamativo de él.

Cuando fueron a comer se sintió un ambiente más frío entre los dos hermanos Ember, Sada cuidaba a Airen como si fuera su madre, pero su madre no podría ser reemplazada y menos con los sueños que Airen había tenido; Era fin del mes de noviembre y ya era tiempo de que sean visitados por su progenitor Neiran Ember, era un hombre bastante parecido a Airen, su cabello era igual y posiblemente más largo y desaliñado que el de su hijo y un hombre alto y con un poco de barba era como lo recordaba él.

No hubo mucha conversación entre Airen y Sada, posiblemente no debería pues ella estaba cansada y lo último que quisiera era aguantar una de las preguntas constantes de Airen quien siempre tenía algo que comentar con respecto a el mundo, era muy obvio que Airen quería conocer el mundo exterior pero era imposible, la puerta estaba totalmente bloqueada y solo podía ser abierta con una llave especial, dicha llave la tenía solo Neiran y siempre encontraba una forma de tenerla lejos de Airen, este no sabía mucho, solo se le hablaba de que fuera es un lugar peligroso y uno que otro comentario de algún grupo terrorista o tribu salvaje, alguna enfermedad o animal silvestre, pero nunca se le dijo directamente por que no podía ver siquiera el exterior.