»No limits« || m.d

04.

Kelsey.

—Me haces cosquillas —dije riéndome.—

Adam se rió e ignoró mi comentario, siguiendo con sus besos por mi cuello al mismo tiempo que se suponía que me ayudaba a volver a vestirme.

Subió sus besos a mis labios y se entretuvo un rato ahí, mientras yo acariciaba su desnudo pecho.

—A este ritmo no podremos volver con el resto —susurré entre el beso.—

—No quiero volver. Quiero volver a hacerlo contigo —susurró él apretándome los muslos.—

—Tenemos que volver —susurré nuevamente.—

Este se separó de mis labios y suspiró.

—Me odias —me dijo sonriendo.—

—Sabes que no —dije dándole un ultimo pico.—

Agarré mi camiseta de Ramones negra y me la puse, al mismo tiempo que Adam se abrochaba el cinturón y agarraba su camiseta.

Me até la camisa de cuadros a la cintura y me arreglé el pelo. Adam se puso su camiseta y se echó su bonito pelo castaño hacia atrás.

Abrí la puerta del cuartito de bebidas del bar y salimos de este. Todos los amigos de Jack y Adam se encontraban charlando y riendo en unos sillones del bar.

—Por fin salís —exclamó uno.— ¿Cuántas veces te has corrido, Romeo?

—Cállate, Tyler —dijo Adam sonriendo.—

Yo me senté en un sitio al lado del sillón en el que estaba Jack y en el apoyabrazos de este, Adam.

¿No había mencionado ya que Adam es mi amigo con derechos?

Bueno, pues por si no lo había hecho, lo es. Podemos hacer de todo juntos sin implicar sentimientos cuando queramos, obviamente ninguno cela al otro si vamos con otras personas.

—Pensábamos salir al parque a por algo de tomar, ¿os apuntáis? —nos preguntó Jack.—

—Yo no puedo, tengo que preparar el bar para esta noche. Bueno —dijo Adam y se miró el reloj de la muñeca.— Para dentro de una hora

—Qué mal tío. Yo quería que nos acompañaras —dijo alguien. Soy muy mala recordando nombres de chicos.— ¿Y tú, Kels?

—Yo sí voy —dije jugando con el moreno pelo de Jack.— No tengo nada mejor que hacer, no he encontrado ninguna fiesta a la que pueda colarme hoy

—Bueno, pues si vais a ir, que sea ya, porque yo tengo que arreglar rápidamente esto y prepararlo para dentro de una hora —dijo levantándose.—

Todos nos levantamos de los sillones.

—Nos vemos tío —se despidieron de Adam.—

Yo le di un beso corto en los labios a Adam como despedida.

—Recuerda, si vas a ligarte a alguna, que no sea como la última con la que me tuve que pelear porque decía que eras suyo —le dije.—