Novocaina.

Todo esta bien.

30 de agosto, 1991

Tenía miedo.
Por eso no fui al asilo en la tarde, y estaba dudando ir a la siguiente sesión en la escuela, me arrepentía de todo lo que le había dicho, tal vez si estaba siendo un poco grosero con él.
Pero no me iba a disculpar, eso era obvio.

Salí de mi casa pensando en él, no quiere pensar en el, pero lo estaba haciendo, en mi mente se repetía una y otra vez lo que le había dicho. Durante las clases traté de no pensar en ello, aunque obviamente lo vi algunas veces de lejos con sus amigos, dos chicos que no recuerdo sus nombres, pero uno de ellos iba conmigo en Biología.

Tomé valor y decidí que, si asistiría a la sesión, ya antes había sido grosero con muchas personas y sin sentir culpa alguna, un niño bonito no sería la excepción.
En cuánto llegue al patio me miro sin decir ni hacer nada, comenzó con el tema que era la profesión que queríamos en un futuro, yo no tenía nada en específico en mente, él dijo que quería se psicólogo y también nos animó a decir lo que nosotros queríamos estudiar, nadie se atrevió a decir nada por voluntad propia como siempre, por un momento creí que me lo preguntaría, pero no lo hizo, le pregunto a Alison.

Terminó y me pare para con la pequeña esperanza que me detuviera para decirme algo como los días anteriores, pero en lugar no, se fue con Allyson.

No me importo o eso me dije a mi mismo.

Esa tarde si fui al asilo, tenía que ir si no quería que el director me mandara a llamar. Me sorprendió ver a Harvey ahí, él no tenía la obligación de ir ni de hacer nada, entre fingiendo que no me importaba su presencia ahí, fui con una señora que me explico lo que debía hacer, a el tampoco le parecía importar mucho mi presencia, el solo estaba ahí platicando con aquellos ancianos siendo amable como siempre y mostrando su perfecta sonrisa.
Me habían mandado a traer unas medicinas al cuarto de atrás pero para mí mala suerte la maldita caja estaba muy arriba y no podía alcanzarla, como la vida me odiaba tanto a Harvey se le ocurrió aparecerse por ahí, vio cómo me estiraba para alcanzarla y se acercó a ayudarme para ser amable cómo siempre.
— Gracias — dije cuando me entrego las cosas
— No fue nada — amable, amable, amable
— No creí verte aquí — me atreví a decir
— Lo mismo pensé —
— No, me refiero a que tú no tienes obligación de estar aquí - tomo sus cosas y me volteo a ver
- Ya te lo había dicho antes, me gusta ayudar a los demás Enzo — sonrió caminando hacia la puerta.

— Oye espera — las palabras salieron de mi boca sin mi consentimiento haciendo que se detuviera. -Yo, lo siento. Quiero decir siento haber sido grosero contigo – añadí un poco nervioso mientras jugaba con un pequeño lazo de mi suéter.

El sonrió.

— Oh, no tienes que disculparte Enzo, creo que yo actué algo intenso e invadí tu espacio personal, lo lamento. Entiendo si no quieres nada de mí, pero quiero que sepas si necesitas alguien que te escuche, aquí estoy yo — respondió mientras yo evitaba su mirada rápidamente.

— Bien, ¿Entonces estamos bien? – pregunte dudoso

— Claro que si Enzo — me sonrió acercándose a mí. — ¿Vamos? — dijo señalando la puerta con la cabeza.

Sali junto a él, el resto de las horas que estuve ahí me las pasé muy bien junto a Harvey, hablamos de la escuela, de los programas que veíamos y de música.

— He oído de ellos — respondió cuando le mencione sobre la banda de Aberdeen, Nirvana. — Creo que son buenos, pero prefiero a los Guns N Roses —

— ¿Es enserio? — dije sorprendido

—¿Qué tiene?

— Axl Rose es un idiota.

— Pero es un idiota lindo — añadió burlándose

— No puedo creer que acabas de decir eso — voltee con cara de asco

— Está bien, si es un idiota, pero tiene sus razones. Sus padres se separaron cuando el apenas tenía dos años y su padrastro abusó sexualmente de él. —

— No lo sabía, tal vez tengas razón —

Lo pensé un poco, hasta ese momento yo no conocía nada de Axl Rose aparte de su música, lo que dijo Harvey de él me hizo escucharlo, conocer su historia y darme cuenta de lo parecido que éramos.