QUERIDA JESS

Capitulo 8

//Este capítulo también ese corto, lo escribí antes de dormir pero algo es algo. Bueno, disfruten//

CAPÍTULO 8

Eran las 5:30 de la mañana de Lunes cuando mi alarma sonó.

Me desperté de un brinco apagándola. Fui a mi armario para ver que ponerme y decidí usar unos flats, jeans rasgados y una blusa negra.

Le envíe un texto a Kendall para preguntarle si podía recogerla a su casa. Su respuesta llego casi al momento

K-Lo siento, hoy no iré a clases:(

J-Oh, ¿Porque no irás:(?

K-Tengo que cuidar a mis hermanas>:(

J-¡SUERTE!

Las hermanas gemelas de Kendall son dos demonios llegados del vientre de su madre. Me imagino lo que deberá estar sufriendo ahora.

Escuche pasos y mi madre hablo desde el pasillo.

—Jessica, ¿Estas despierta?

—Si mamá

—Ok, prepararé el desayuno, ¿Podrías despertar a tu hermano?

Excelente.

—Si mami

Entré a la habitación de mi hermano. Mi plan para despertarlo saldría perfecto.

—Pues creo que está todo listo hermanito—Susurré.

Conecte aus auriculares a mi teléfono y busque la primera canción de Michael Jackson que encontré. Si...

Thriller.

Le di a play a la acción, salí de su cuarto rapidamente. Mi hermano comenzó a gritar. Yo no pude aguantar la risa, así que me reí a carcajadas. El me escucho y fue directamente con mi madre que estaba preparando huevos con tocino.

El dio un grito que yo pude escuchar desde mi habitación —¡Mama!

Mi madre reaccionó rápidamente.

—No entiendo, ¿Que pasa Jack?

—Jess puso mis auriculares en su teléfono para despertarme con música a todo volumen

—Jessica Alexander Jones—Mi madre dijo mi nombre completo, eso sólo significaba una cosa.

Estaba en problemas.

Ayúdame Diosito.

Le envíe un texto a la primera persona de mis contactos que curiosamente era Thomas. Algo es algo.

J- Necesito que vengas por mi a mi casa por mi rápido

Su respuesta llego en segundos.

T- Seguro, en 5 min llego

Nunca le había preguntado a Thomas donde vivía pero talvez era una de las casas vecinas afuera de la residencial.

Baje las escaleras rápidamente y le di un beso en el cachete—¡Hola mami!, ¿Me llamaste?.

—Si, y creo que ya sabes para que—me lanzó una mirada mortal y apuntó a mi hermano.

—Creo que sabes para que te llame

—Si lo se—Baje la cabeza preparando mi discurso de disculpa

—Jack lo enserio lo si...—

Se escucho el sonido del timbre.

—Lo siento mamá, pero ya vinieron por mi—Tome mi desayuno en un plato y tome mi mochila saliendo por la puerta.

Salvada por la campana. Bueno, por Thomas.