Llegada.

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Maldición, tenia que ser L, no puede dejarme en paz, por lo menos ahora cree que estoy muerto, después de todo ese alboroto por fin puedo descansar un poco, pero, extrañaré esa emoción de ser perseguido por él y la excitación de asesinar, de hacer esos hermosos trazos con mi cuchillo mientras brotaba sangre con hermosa lentitud.

Extrañaré mucho esos días, pero debo pasar desapercibido por un tiempo para que L no crea que he vuelto, o siquiera que por fin crea que si morí, a estas alturas él todavía debe de estarlo dudando, así que debo tomarme un respiro, hace rato que llevo ropa holgada como esta, como la de él, no caería nada mal un cambio, no soy L, y fue tonto el plan de vestirme y lucir como él para ver si frente al espejo conseguía su nombre, aún así aquí estoy, siendo su viva imagen, y es, hasta cierto punto, asqueroso.

Mas bien, pienso: estos hermosos ojos que se me dieron son mas que eso, son un arma, hasta hace tan poco me di cuenta que no puedo morir, que soy inmortal y creo que tiene todo que ver con ellos.

Hace un par de días llegue a este, un pueblecillo de mala muerte totalmente escondido entre las montañas, que apenas y tiene algunas conexiones con el resto de los pueblos cercanos, sin duda buscarme aquí sería lo que menos se les cruzará por la mente (si es que llegasen a sospechar de mi existencia aún) y sumado a eso el hecho de estar en este país completamente nuevo, es una ventaja a mi favor.

A mi inmediata llegada me instalé en un hotel, algo sencillo que pueda costearme sin generar molestias ni llamar la atención, apenas tengo dinero que robe a algún desprevenido en la estación de tren, no es mucho así que debo cuanto antes conseguir otra fuente de ingresos.

Se ve que es un pueblo prosperó, he visto que el comercio es casi como el de una mini capital escondida en una remota parte de este país, así que encontrar algo no debe ser ni mínimamente complicado. Tomo un baño y salgo a uno de esos café sencillos que he visto a mi llegada por esta ciudad.

-Buen día amo, soy Anne ¿Puedo tomar su orden? -me ha saludado una chica a mi llegada.

Miro con detenimiento a la joven, lo delicada que resulta a la vista, sencilla, pero llamativa, sonríe cariñosamente, trato de hacer una sonrisa también pero solo se dibuja en mi rostro una rara mueca, que hermoso seria cortar su cuello ahora mismo, verla sangrar hasta la agonía, ahogada en su sangre.

Y mientras contempló esos pensamientos me doy cuenta que por ahora debo controlarme, que ciertamente lo deseo, pero debo guardar la compostura, me he vuelto loco sin querer, esas tentaciones de matar serán muy comunes, de hecho la repetición convierte a una simple actividad en una necesidad, aunque para que negarlo, me gusta, me encanta lo que sé hacer, así que por ahora solo debo mantenerme a raya con eso, sí sólo por un tiempo, luego volveré a ser el mismo Beyond, ese Beyond superior que ahora me gusta ser.

-Mermelada: un frasco y unas galletas -ordeno con rapidez y sin aumentar palabras.

Me mira como si no comprendiera mi orden al principio, pero luego toma nota y se retira con una reverencia.

Vaya, que aburrida esta ciudad, quisiera ponerle un poco de emoción, pero sería mas que obvio que estoy aquí, se les haría mas fácil encontrarme y acabar conmigo, bueno eso es si hago mucho escandalo, pero si mantengo todo discreto sera mucho mas fácil, aunque ese no es mi estilo, quiero que todos vean mi nombre marcado en los cuerpos, quiero que sientan miedo al escuchar mis iniciales, que se llenen de pánico cuando por las calles sientan como los persigo, pero para eso debo esperar, esperar solo un poco a que las cosas se calmen y me den por muerto.

Miro a mi alrededor, aquí si que hay muchos que serian un buen juguete.

Quiero un poco de diversión, pero como, si asesino y marco como siempre sabrán de inmediato que estoy aquí, así que debo buscar una nueva forma. Camino rumbo a la salida después de pagar, que amable chica la que me ha atendido, Shere.... Sin duda nos volveremos a ver mi querida amiga, sin duda.

Camino por todo el lugar, hay muy bonitos parques y locales, conforme pasa el tiempo va anocheciendo, las farolas iluminan las calles, es muy seguro por acá, veo familias paseando y no parecen temer, son presas fáciles, generalmente cuando una persona cree estar segura siempre se distrae lo que hace que matarles sea mas fácil, están confiados y no esperarían que algo así pasara.

Lindos niños, lindas madres, lindos padres, que sera primero, estoy cambiando sin duda, así que hoy todos en mi camino son víctimas que muy pronto tomare.

-¡Oye idiota fíjate!

Una chica a frenado de golpe a un lado mio, venia en una bicicleta y se ha caído para no chocar conmigo.

Me apresuro a recogerla y la pongo de pie.

-L...lo lamento, no me di cuenta.

-Pues presta mas atención cuando te cruces las calles.

Es muy linda la verdad, seguro sera una de las primeras que visitare cuando tome de nuevo mi trabajo. Cuando eres adicto a algo, necesitas una dosis diaria, y yo... soy adicto a ver morir seres limpiamente en mi mano.

Parece muy enfadada, pero es que no la vi venir, veo como una gota de sangre se desliza armoniosamente de su rodilla. Que tentadora, podría llevarla conmigo con excusa de ayudarla y acabar con su vida.

Me parece un poco ridícula, lleva casco y unas gafas, ¿en la noche? ¿que le pasa? Seguramente tiene mas culpa ella del accidente que yo.

-¿Te puedo ayudar en algo?

-Solo alejate.

Subió de nuevo a su bicicleta y se fue.

En el aire que removió puedo oler su fragancia, es olor a mermelada, o mis sentidos me engañan.

¿Quien será esa chica?

Camino un poco mas y me alejo del bullicio a una zona mas apartada, puedo divisar en la lejanía a una enorme y alta cerca, del otro lado, hay perros muy furiosos, interesante manera de marcar territorio, utilizar animales para amenazar a los que quieran invadir el territorio, fácilmente alguien podría lanzar a un desafortunado del otro lado de esa cerca y pasar por un trágico accidente.

Avanzo un poco más y en el camino me topo con un borracho,  locamente  insiste en pedirme dinero, no voy a darle nada, estoy seguro de eso, su tiempo de vida va disminuyendo poco a poco mientras en mis ojos brilla una hermosa idea...

-Te daré algo mejor que dinero.

La vida de un mendigo es triste, una desgracia en verdad, a veces es mejor para ellos la esperanza de un día siguiente en un mundo nuevo, de una vida nueva, aunque no sea en esta existencia.

Saco una reluciente hoja de mi sudadera y la clavo una y otra vez en el hombre, gotas de lluvia comienzan a caer, ahhhhhhh que hermoso es cuanta belleza, salpica la sangre mientras la lluvia me limpia, él lucha, pero yo soy mas fuerte, en pocos minutos se va quedando sin fuerza hasta que termina de morir, grabo en su frente BB, tomo el cuerpo y lo cargo, hasta los perros, lo arrojó dentro y me voy feliz, que hermosa noche, una basura menos en el mundo.

Avanzo unos pasos más y me refugio de la lluvia bajo un pequeño techado, que bien ha resultado todo, nunca pensé que fuera posible, pero lo es, volví a matar y corro con la suerte que para mañana los perros y la lluvia se hayan encargado de borrar todas las evidencias, sonrió complacido ante la idea de que nadie sospeche nada.

-¡Idiota! -volteo - ¿acaso no tienes un lugar al que ir?

¿Pero que rayos hace aquí?




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Mataría Por Ti. (Beyond Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora