¿Bon Bon?

２

✞Estudio✞

Ya ambos se encontraban en el dormitorio, sentados con las piernas cruzadas y estando cada uno frente a frente.
Bon tenía sobre sus piernas un cuaderno de apuntes y la materia acerca de la clase con tal de ayudar a su amigo.
No se puede describir, mas que en aquella casa, solo estaban esos dos exorcistas, solo ellos dos.

—Te dictaré los apuntes y mas vale que me prestes atención. ¿Entendido?

Rin asiente con la cabeza y toma su cuaderno y lápiz pasta azul, con tal de esperar atentamente a las palabras de Suguro.

*   *   *

—¡Okumura!— exclama Bon molesto.

—¿Uh...?— sale del pequeño trance, mas que nada de los pensamientos de su mente. Mas que nada, se discutía con sí mismo acerca de su extraño sentimiento hacia el chico que tenía al frente —L-lo siento, Bon. ¿Qué me decías?

Él no responde, solo suspira y rodea sus ojos. Tartamudear ni titubear era algo "normal", si es que se podría hablar, en Rin. Vuelve a fijar su vista en Okumura, de forma directa a los ojos de vástago de Satán, éste desvía la mirada.

—Se te olvida algo, Rin— le dice para luego ver a un lado suyo el objeto que le había prestado a vástago para que pueda sujetar su cabellos con tal de ver bien.
Él toma el objeto y pasa una mano por la frente de Rin, tomando las mechas largas de al frente y con el objeto sujeta el mechón —. Ahora, ¿en qué estabas pensando que no me prestabas atención?

—En nada ni nadie— dice mirando el suelo. Bon le toma del mentón con tal que le mire a los ojos.

—Ahora, mírame a los ojos y di que no estabas pensando en nada y solo te distrajiste con algo.

Rin queda mudo, con tan solo mirar los ojos de Bon, ya no le puede mentir. Mira el suelo otra vez.
Por primera y extraña vez, él no da señal de molestia a Rin, ni frunce el ceño, ni siquiera gruñe, solo queda mirando a las orbes azules verdosos de Rin. Ambos inconscientemente iban acercándose lentamente sus rostros.

—¿Qué hacen?

—¡Ah!— exclama sobresaltado Rin, cayendo para atrás —Uh... estudiando Yukio. ¿Po-por qué crees que Bon está acá?

—No lo parecía— dice apoyándose de espalda en el marco de la puerta.

—Yo... ya me iba. Nos vemos mañana Okumura. Y por favor presta atención.