Nueva York, ¡sorpréndeme!.

Día 3

Ya había amanecido, lo primero que hice fue meterme a bañar y mientras lo hacía puse música en mi celular, la primera canción en mi playlist era Long Way Down, me encantaba esa canción.

Al salir de la ducha me vestí con unos cómodos leggins color gris, unos toms, una playera y un suéter tejido. Me preparé un sándwich y me tomé un café con galletas.

Le mandé un mensaje a Liz preguntándole si ya iba de camino al curso, a los cinco minutos me responde:

«Te veo en diez minutos en el Starbucks que está camino a la empresa, frente al parque (: »

«Claro, ahí te veo Liz (: »

Enseguida salí de mi departamento, asegurándome de traer todo lo necesario en mi pequeña bolsa. Después de caminar por cinco minutos llegué al Starbucks y ahí estaba Liz, nos saludamos y seguimos caminando hacia la empresa, me mencionó que estaba nerviosa y que no esperaba ganar el concurso.

-¿Por qué lo dices? Seguro eres buena con la fotografía, por algo estas aquí.

-Estoy aquí por mi papá, sólo por él he tratado de ser buena con la cámara, espero no ganar el concurso para que se olvide de todo esto y entienda que yo no quiero hacer nada de esto.

- Habría jurado que te encantaba esto de la fotografía -mencioné

-No, para nada.

-Entonces, ¿qué es lo tuyo? -pregunté

-Diseñar, me fascina diseñar ropa.

- ¿De verdad? ¡Eso suena fantástico! - me emocioné

-Sí, alguno de estos días te enseñaré algunos diseños que he hecho yo misma.

-Me encantará verlos- dije y le ofrecí una sonrisa

-Ya hemos llegado-me dijo desviándose a la entrada

Al llegar al pequeño salón Liz tomó asiento a mi lado y prestamos atención en las próximas dos horas.

El curso consistía en darnos pequeños secretos y consejos para tomar las fotografías, algunos de ellos ya los sabía, otros no. Al finalizar el curso nos dieron información sobre el concurso, el cual consiste en que debemos tomar diez fotografías de diferentes lugares de la ciudad y quien logre hacer las mejores fotografías será quien gane, además de que serán exhibidas en una galería y el ganador decidirá si las pone en venta o no; me pareció algo fantástico.

Al salir del curso, Liz y yo fuimos a caminar, aún era temprano así que me invitó a su departamento. Cuando entré me quedé sin palabras, era un departamento bastante hermoso, sin duda más grande que el mío y más bonito, claro.

-Tu departamento es muy bonito, y has de tener una impresionante vista de la ciudad. - comenté

-Gracias Mila, a mí me encanta. Y sí, ven, vamos a la terraza.

Al entrar a la terraza me quedé boquiabierta, no me equivoqué, la vista era espectacular, se podían ver los enormes edificios y a lo lejos la estatua de la libertad, algo hermoso. Tenía que tomar una foto de esto, así que saque mi cámara y tomé como unas veinte fotografías.

-Sabía que harías eso- soltó una risita

Yo sonreí y dije:

-No puedo evitar tomar fotografías y menos a los paisajes y momentos que quiero recordar por siempre.

Después de una larga platica con café y galletas, me despedí de Liz, quedamos de salir al día siguiente para comenzar con lo de las fotografías del concurso, esto iba a ser sin duda emocionante.