Capítulo 12: Pruebas de Quidditch.

7.4K 632 170
                                    

Apenas había rozado sus labios, era solo un casto beso, uno que le confirmaba a Charlene todo lo que le habían dicho Druella y Malfoy. Tom gustaba de ella, pero aun no tenía ningún derecho de besarla, por más inocente que fuera aquel beso.

Solo los había tocado antes de la rubia apartarlo con suavidad, lo cual el pelinegro no se esperaba, esperaba algún golpe de su parte, o un maleficio. Pero solo lo apartó antes de sonreírle, y él hacer lo mismo...

Sin embargo, lo siguiente no se lo esperaba, aprovechando que había confiado con un solo movimiento de su varita y un hechizo no verbal lo lanzó varios metros de ella, antes de chocar contra un árbol fuertemente, y ella caminar hacia él, completamente enfadada.

— No tienes ningún derecho a besarme, tengo novio idiota— le recordó antes de lanzarle un maleficio, pero este evitarlo con su varita, la cual sacó en cuanto chocó contra el árbol.

— Déjalo— soltó este sin levantarse aún del suelo.

— ¿Por qué lo haría? —preguntó con burla. Por un instante pensó en llevarse de su instinto e insultarlo lanzándole maleficios hasta cansarse, pero luego pensó en que sabía cómo herir algo mejor que su cuerpo—. ¿Por ti?, por favor Riddle, no sé qué te hizo pensar lo contrario, pero no me gustas, ni me gustarás, de hecho, te detesto—declaró logrando enfadarlo—. Puede que media población femenina de Hogwarts crea que eres el mejor mago de nuestra generación, pero para mí Riddle. Para mí no eres la gran cosa— añadió antes de dar la vuelta para irse a su sala común para no buscarse más problemas.

Sin esperar siquiera que respondiera salió del bosque prohibido, para luego caminar sigilosamente hasta el castillo y casi correr hacía las escaleras para no ser detenida por Filch, porque entonces si nadie podría salvarla. Al llegar caminó con cuidado hasta el séptimo piso, para luego decirle la contraseña a la señora gorda, y al fin entrar a su sala común, la cual estaba completamente vacía, lo cual facilitaba todo.

No tardó más de unos minutos en subir a su habitación, y abrir la puerta encontrándose con sus dos amigas despiertas y aliviadas de verla.

— Hasta que apareces, ya empezaba a preocuparme— soltó Beatrice aliviada mientras Druella se dedicaba a verla en silencio—. ¿Por qué te demoraste?, sé que no estabas con Malfoy, porque él nos preguntó por ti...

— ¿Qué le dijiste? —preguntó aun enfadada intentando no gritar furiosa para no levantar a nadie a esa hora.

— Que no sabíamos dónde estabas— respondió Bea con tranquilidad—. ¿Ocurrió algo?

— ¿Qué pasó con Riddle? — preguntó Druella esta vez mirándola con suma curiosidad como si supiera lo que ocultaba la rubia—. Estás demasiado enfadada...

— Pero apenas ha dicho algo Ella, dudo que...

— Exacto, solo cuando está a punto de estallar Charlie se queda tan quieta— interrumpió Druella sonriendo—. ¿Qué hizo?

— Solo espero haberlo mandado a la enfermería— respondió con rabia antes de cambiar rápidamente su uniforme por una pijama con magia—. Fui una idiota al no creerte— le dijo frustrada a Druella.

— Espera, ¿te lo dijo? —preguntó Beatrice riendo ganándose una mirada de odio de parte de la rubia—. ¿Qué te dijo?, ¿Cómo te lo confesó?

— Cállate Bea, ¿Charlie que pasó? —preguntó comenzándose a preocupar.

— Primero la deuda que tengo con él la quería saldar haciendo que rompiera con Malfoy— respondió con rabia al tan solo pensarlo.

— Sabía que estaba celoso— soltó Druella riendo—. No sé cómo no te diste cuenta, se notaba demasiado.

Grindelwald. Más que un apellido. (Tom Riddle/Voldemort)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora