Forever || 2T "Olvídame" || - Justin Bieber&Tú.

11. "Maldita sea"

Capítulo 11.

– ¿¡Cassidy!?. – Gritan mi nombre.

Estaba acostada, pálida, con los ojos abiertos hasta más no poder, mi respiración era agitada y lágrimas caían por mis mejillas. Después de unos segundos volví a pestañear y veía cómo alguien muy familiar entraba por la puerta.

Por la puta puerta, joder.

Fue todo un sueño.

Vi a Justin ponerse frente a la cama.

Sentía un rechazo hacia el después de aquel mal sueño. No sé, sentía que todo lo que soñé era verdad de alguna forma...

– ¿Qué sucede?. – Me miraba fijamente.

Las palabras no salían de mi boca.

La habitación estaba a oscuras, y la luz de la luna alumbraba donde él estaba parado.
Sus ojos se veían tan intensos, tan crueles de alguna forma, tan hermosos.

Me sentía hipnotizada por su mirada.

– ¿Cassidy?. – Volvió a llamar mi atención. – Me estás preocupando a mí ahora, y no creo que quieras que te de un beso para sacarte de tu mund... – Lo interrumpí.

No le hable, simplemente le tiré una almohada.

El pestañeó varias veces seguidas, y movía la cabeza con rapidez.

– ¡¿Y eso por qué fue?!. – Gritó.

– Primero que nada, fue por besarla, segundo; por hablarle de mi de esa manera, tercero; por decir todo lo que dijiste y cuarto y muy importante. – Com cautela tomé otra almohada. – ¡NI EN BROMA QUIERO BESOS TUYOS!. – Le lancé otra almohada en la cara.

– ¡¿Pero qué mierda te comiste mientras dormías, joder?!. – Creo que le colmé la paciencia. – ¡Yo no he besado a nadie, no he hablado de ninguna manera de ti, no sé a qué te refieres con "todo lo que dije"!!. – Tomó un poco de aire y volvió a abrir esa bocota. – Y del beso... – Se tocó su cabello. – No pues, si no quieres un beso podemos hacer otras cosas, _____, enserio no me enojo. – Me sonrió picaron.

– ¿Me estás hablando enserio o me estás jodiendo?. – Mi cara era completmente sería.

– ¿Ah?. – En su cara había una mueca. – Mejor olvidemos esto. – Se sentó en la esquina de la cama. – ¿Me quieres contar lo que soñaste?. – Negué con la cabeza. – Vamos, Cassidy, así aclaramos bien las cosas.

Asentí.

Tenía un poco de razón, pues el sueño me dejó bastante tonta a decir verdad.

– Okay. – Se acercó mucho más. – ¿De qué trataba?. – Miró sus pies y luego me miró a mí con una sonrisa. – Me halaga que sueñes conmigo y que estés tan preocupada por algo que yo halla hecho.

Qué hermosa sonrisa, Dios mío.

– Cállate. – Murmuré.

– Pues cuentam... – Lo volví a interrumpir.

– Dije que te callaras. – Susurré nuevamente.

Tomé aire y le empecé a contar.

– Soñé que estabas con una chica, la cual no reconocía. Hablaban de ti, tú le decías que eras el mismo Justin de antes, el pues, ya sabes, ese que se cree bien malo con su estupida chaqueta y todo eso. – Vi cómo su cara se ponía seria.

Creo que no le gustó lo que dije.

Continué.

– También me trataste a mí de una serpiente... – Pausé unos largos segundos.

Quería omitir la parte donde decía que él aún me amaba y todo eso, pero tenía que contársela.

– Le decías a la chica que no podías sacarme de tu cabeza, que yo te rompí el corazón pero aun así me amabas, y que por amarme tanto me odiabas... Y cosas así. – Empecé a jugar con mis dedos. No quería mirarlo, pero sentía que me observaba. – Luego ella te ofreció algo... Ayudarte a que dejaras de pensarme, algo así. – Seguía jugando torpemente con mis dedos. – Ella se acercó a ti y te empezó a besar y ahg, tú siempre con putas, hasta en mis sueños, maldita sea. – Miraba a todas partes menos donde estaba el, estaba nerviosa y avergonzada por lo que le conté.

– ¿Quieres que te diga algo?. – Me quedé en silencio. Suspiró. – Tu sueño tiene algo de razón, y algo no. – Dejó de hablar pero a los segundos lo escuché nuevamente. – Yo te amo, Cassidy. – Lo miré y ahora él se miraba las manos y negaba con su cabeza cómo si incluso para él fuera difícil confesar eso... No sé si confesar, pero decírmelo. – Tal vez sí, he estado con muchas mujeres, pero nada a sido algo cómo tú y yo y eso hasta el día de hoy no puedo explicármelo. – Sonrió. – No te niego que ya me rendí con olvidarte, porque entendí que no será así, no pude, no puedo, y no podré. – Seguía mirando sus manos. – Tal vez cometí muchos errores, al igual que tú. – Se rió con tristeza, se notaba. – Es difícil ver a la persona que amas de la mano de alguien totalmente diferente, o alguien que no eres tú. Es difícil ver cómo has sufrido, cómo he sufrido, el cómo no estamos juntos, lo difícil que todo ha sido.

Estaba en shock. No podía creer que estuviera diciéndo todo esto.

– Me enamoré de alguien que me hace daño, pero está bien, es soportable si se trata de ti. – Suspiró. – Si tuviera otra oportunidad contigo, si tan sólo me dejaras amarte una vez más, si me dejaras estar a tu lado, yo te juro que haría hasta lo imposible para que la luna y el sol nos tuvieran envidia, ya que ambos no puedan brillar juntos, nosotros si.

Mierda, no, que hermoso, joder.

– Justin... – Me interrumpió.

– Cállate, ahora yo hablo. – Asentí. – Yo quiero todo contigo, o nada sin ti, porque si no estás tú en mi vida no quiero nada, no vale la pena, si tú eres la que me hace feliz, con sus enojos, su risa, tus sueños... ¿Cuánto llevamos separados?. – Me encogí de hombros. – ¿Años?, ¿Meses?, ¿Siglos?. El tiempo pasa lento si no estás.

Se levantó y se acostó a mi lado, me tomó la mano y nuestros dedos se entrelazaron. Ambos mirábamos al techo.

– Sólo dime que me amas, y todo será jodidamente increíble. – Sonó cómo si me estuviera rogando. Lo miré y se podían notar sus ojos cristalizados.

– Dime algo, Cassidy.

Me quedé en silencio.

– ¡Dime algo joder, que te digo todo esto y tú te callas!.

– Bueno, pues, tú me dijiste que me callara.

– ¿Me estás jodiendo?. – Esta vez nos mirábamos.

El se enojó.

– Vete a la mierda, Cassidy. – Se levantó de la cama, y sin mirarme salió por la puerta dando un portazo.

– Maldita sea. – Susurré.