1. "Dije boca, no labios".

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Capítulo 1.

- Amor, llegó correspondencia. - Jake me besó el cuello y me entrego las cartas.

- Gracias, cariño. - Me giro y le doy un pequeño beso.

- Todo por mi princesa. - Yo solo reí y me fui a sentar a la mesa para ver la correspondencia.

- Iré a ver unos temas a la oficina, ¿Quieres ir?. - Negué con la cabeza.- De acuerdo, volveré pronto, adiós te amo. - Me besa.

- Te amo también. - Sentí la puerta cerrarse y di un suspiro que nunca pensé que retenía. - ¿Para mí?. - Había una carta color crema que decía con letras cursivas "_________ Cassidy". - Tal vez sea de Megan.- La abrí y empecé a leerla.

- Atentamente... Justin Bieber. - Dije lo último en voz alta. Sentía mariposas en mi estómago, joder no, yo ya no quiero a Bieber.

Inconsciente de lo que hacia, guarde la carta en el sobré, fui a mi habitación y la guarde en mi velador.

- Joder, Justin, largarte de mi vida sería lo mejor que puedes hacer. - Me mordí el labio.

Me recosté en mi cama y mire el techo, deje escapar un suspiro.

Parecía una jodida colegiala.

No quería quedarme en mi casa pensando como una idiota. Cogí mis llaves y me fui a dar una vuelta a un centro comercial, en estos momentos lo único que necesito es despejarme, Justin Bieber estando a kilómetros de mi aún así sigue abrumándome con sus palabras falsas de... de cualquier cosa, ahora ni se que hablo. Perfecto.

Entré a una tienda comercial y en lo primero que logró fijarme es en una remera negra con detalles dorados y plateados. La tomé y la mire por todas partes, era de mi talla. Nadie se acercaba a preguntarme sobre sí necesitaba o buscaba algo hasta que decidí yo acercarme a una vendedora pero en este casó un vendedor que se encontraba dándome la espalda. Le toque el hombro y este se giró mientras yo miraba la remera y hablaba sin mirarlo todavía.

- Hola, sabes que me gusta esta remera y quería preguntarte si este es el precio real ya que no se encuentra con un precio muy alto... Claro, por decirlo así. - Reí al último, levanté mi vista. Mi corazón se paró. - Justin. - Lo único que pude lograr decir fue su nombre.

- ___________ - Me sonrió. - Y bueno, ese es el precio real de esta remera, espero que la lleves.

- Si, si. ¿Qué haces aquí?. - Mi asombro era obvio a metros de distancia. - Y claro, la llevaré pero no creo que me quede bien, ahora que lo pienso mejor... El dorado no resala mis ojos. - Mi nerviosísimo me delataba con cada estupidez que lograba salir de mi boca.

- Esa remera te quedara hermosa, y el dorado tal vez no resalté tus ojos, pero resaltará tu boca. - Sentí su mirada en mis labios.

Joder esto estaba matándome.

- Eh... - no sabía que decir. - N-no creo que el dorado resalte mis labios, además... Como un color puede resaltar los labios, Dios, eso no es lógico. - Mi mirada estaba fija en cualquier cosa pero no creo poder tener mi mirada en Justin.

Los reencuentros te pueden sorprender mucho, porque no sabes cuando sucederán.

- Yo dije boca, no labios. - Lo mire y su mirada era traviesa. La misma de siempre. - Deja de pensar en mis labios, __________. - Me sonrió nuevamente.

- Yo no estoy pensando en tus labios, yo dije labios por qué en la boca se encuentran los labios, es lo mismo, ps.

- No es lo mismo, y tengo muchas diferencias para nombrarlas, te las digo; La boca tiene lengua, dientes y todo eso, por lo que se yo, y los labios son con los que besas, con los que si ellos no están no podrías morder, ni tampoco sentir el contacto tan delicioso y lo suave que pueden llegar a ser. Si quiere te puedo hacer una demostración. - Su sonrisa era tan picará como un pedófilo en ojo de víctima.

- No, no, no, no, claro que no. - Agité mis dos manos en forma de negación. - Además, debes de extrañarme mucho para venir a la ciudad que vivo, para recuperarme nuevamente, aun que debes de hacer un gran esfuerzo para recuperarme.

- Pero que egocéntrica. - Su risa fue un poco amarga. - Sabes, soy esa clase de chico que lucha por lo que quiere.

- Nunca luchaste por mi. - La tristeza se convierto en el ambiente en estos momentos.

- ¿Porqué intentar?. - Su ceño se frunció como si algo le molestará.

- Para poder recuperarme.

- Pero, nena, tu misma me has dicho que te he perdido.

- Eh... ¿Dónde pagó la remera?. - El tema se fue entre las ramas y eso no me agradó para nada.

- En la caja, ¿No crees?. - Apuntó la caja donde una vendedora con uniforme se encontraba finalizando una compra, después se dio cuenta que mirábamos y ella saludo a Justin con un movimiento de cabeza y una sonrisa un poco tímida, Justin le respondió con una sonrisa.

- Adiós. - Deje la remera en una mesita y camine apresurada a la salida.

- ¿No te la llevaras, princesa?. - Sentí la mano de Justin en mi brazo.

- No.

- Y... ¿Me llevarás a mi?. - Su mirada era tierna.

- ¿Estas loco?, te deben de pagar tan poco que sólo te alcanza para cerveza barata y por eso será que alucinas.

- Uf, sabes, como que me esta agradando la idea de intentar. - Tomó mis manos. - En una de tantas, puedo llegar a salirme con la mía nuevamente, y quien sabe, princesa, esta vez puede que no lo estropeé.

Forever || 2T "Olvídame" ||  - Justin Bieber&Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora