Otra oportunidad

Nuevas oportunidades

Agradecimientos especiales a Andreea Maca por la edición de este capítulo.

Sakura miraba a la calle a través del grueso cristal con el que estaba hecho la puerta. Los sentimientos que transmitía su mirada iban del asombro casi puro hasta el hastío. Miraba sin dar crédito a lo que sus ojos, verdes brillante, captaban. A fuera de la tienda en la que trabajaba, estacionado justo en enfrente de la entrada, Uchiha Sasuke se encontraba recargado en la puerta de su automóvil. La miraba con el rostro frío que habitualmente mostraba al mundo; sin embargo, había en el algo que a Sakura le molestaba: tan sutil que a primera vista no se notaba, Sasuke sonreía. Era una sonrisa tan burlona que a ojos de Sakura decía: no te librarás de mí tan fácilmente.

Sakura suspiró, recargó su frente en el mostrador (hoy le tocaba caja) intentando despejar su mente. ¿Tenía que acostumbrarse a encontrarse con él, a verlo todos los días? Él parecía no querer dejarla en paz.

¿Qué es lo que esperaba de ella?

—Tenten —llamó. Su compañera levantó el rostro. Se encontraba acomodando calcetines en los estantes inferiores en un área cercana a ella—, tomaré mi media hora de comida ahora. Cúbreme —ordenó, sin darle a su compañera la oportunidad de declinar.

Sakura salió de la tienda con paso firme y con cuidado cruzó la calle. Sasuke se estremeció levemente al verla salir pero como era muy propio de él, el estremecimiento sólo duró una fracción de segundo.

—Si buscas el traje de tu hermano, aún no está listo. Nuestra modista ha tenido problemas con su máquina. Lamentamos las molestias. —Lo encaró, rudamente.

—No vengo por eso —contestó cortante—. Acompáñame a comer. —El tono con el que lo dijo, a Sakura le molestó. Parecía más una orden que una invitación.

—No —Resolvió Sakura —, tengo que trabajar. A diferencia de ti, tengo cosas más importantes que hacer en lugar de atosigar gente. —Sasuke volteó los ojos, acercándose a ella— ¿Qué pretendes hacer? —preguntó con miedo, al ver cómo él abría la puerta del auto y se acercaba a ella amenazadoramente.

— ¿Desde cuándo cambiaste el "usted" por el "tú"? —Sasuke la acorraló de tal manera que la única forma de librarse de su contacto era entrando al auto— Esto la deja muy mal, "señorita" Haruno. —Se burló.

Sakura forcejeó, intentando en vano alejarse de él. Le molestaba tenerlo cerca pero le molestaba aún más que su estúpido corazón aumentara la velocidad de contracción al sentir su contacto.

— ¡Déjame! Gritaré que intentas secuestrarme. No... ¡Gritaré que intentas violarme! —gritaba, pero Sasuke parecía inmune a todas sus amenazas.

Harto, Sasuke la tomó de la cintura y la empujo dentro, cerrando de un portazo y poniéndole seguro, por si intentaba escapar. Rodeó el auto hasta el asiento del conductor. Tan pronto entró en él, recibió una patada que bloqueó por poco. Sakura estaba dispuesta a seguir luchando por su libertad.

— ¡Déjame salir! —exigía. La molestia de Sasuke aumentaba más y más haciendo que una vena de su frente comenzará a hincharse— ¡Esto es un secuestro! ¡Ayuda! —Sasuke tomó las muñecas de Sakura con una mano y con la otra le tapó la boca.

—Estás acabando con la poca paciencia que tengo. Deja de gritar y patalear como una niña, Sakura. —Le dijo, muy molesto. Sakura volvió a atisbar el color rojizo en sus ojos como lo había hecho un día atrás. Sasuke la soltó. Resignada, Sakura se sentó adecuadamente y Sasuke aprovechó para ponerle el cinturón de seguridad.

— ¿A dónde vamos? ¿A otro restaurante donde puedas llamarme puta? —preguntó airada, mirando al frente. La última palabra caló en lo más profundo de la conciencia de Sasuke; pero, como era propio de él, se puso su cinturón y encendió el auto, ignorándola.